El pleno municipal ha aprobado en la mañana de este jueves la cesión al Obispado de Jerez del antiguo Museo Taurino, un inmueble de propiedad municipal en la calle Pozo del Olivar. La pretensión es que este local sea utilizado por la Unión de Hermandades que, entre otras intenciones, pretende instalar en él una exposición permanente de arte cofrade.

La propuesta salió adelante con los votos del PSOE, PP y Ciudadanos. En cambio, los ediles del grupo municipal Adelante Jerez (Izquierda Unida y Podemos), la representante de Ganemos Jerez y el concejal no adscrito Ángel Cardiel, votaron en contra cuestionando que esta cesión se haya realizado sin concurrencia, tal y como se ha hecho con inmuebles municipales a otras entidades de la ciudad.

La fórmula adoptada será la cesión directa con carácter gratuito por 30 años de un espacio que cuenta con una superficie de 847,32 metros cuadrados. Este acuerdo se produce tiempo después de que el Ayuntamiento intentara vender este inmueble sin encontrar comprador. Este singular establecimiento fue regentado durante más de dos décadas por la empresa Cafeterías Alfonso SL, vinculada al hostelero Alfonso Rodríguez. La concesión administrativa caducó en 2014, aunque no fue hasta 2019 cuando se inició el expediente de desahucio.

La delegada de Economía y Patrimonio, Laura Álvarez, defendió la cesión aludiendo a la relevancia del sector cofrade en la ciudad. Asimismo, detalló que esta operación se realiza con el Obispado, y no directamente con la Unión de Hermandades, ya que esta cuenta con la declaración de utilidad pública, fórmula que fija la ley para hacer este tipo de acuerdos. En cambio, el órgano rector de las cofradías no tiene esta figura. 

En cambio, los partidos a la izquierda del PSOE se mostraron especialmente críticos con el acuerdo aludiendo principalmente a que en el anterior mandato se acordaron unas bases para la cesión de locales municipales que, en este caso, no se ha aplicado puesto que ha sido una cesión directa y sin concurrencia. Incluso, acusaron al ejecutivo de haber adoptado una medida de “electoralismo cofrade”.

Raúl Ruiz-Berdejo, de IU, le reprochó al ejecutivo que le hayan “regalado” al Obispado un local municipal con “el anuncio cosmético de que va a haber una exposición de arte cofrade”. Rocío Monedero (Podemos) denunció la “cantidad de privilegios que sigue teniendo la Iglesia Católica por parte de todas las administraciones públicas.

Kika González (Ganemos) incidió en que “no ha habido concurrencia” pública en la cesión de este local. Y Ángel Cardiel aprovechó para volver a denunciar que el Obispado no está cumpliendo con los horarios que estipula la Ley de Patrimonio para la apertura del Monasterio de La Cartuja.

La sesión comenzó con la declaración institucional del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer.