¿Una población fuera de control?

El Ayuntamiento anunció el pasado miércoles que en la segunda quincena de septiembre se realizará una nueva campaña de desratización general. Programada con antelación u 'obligada' por las denuncias vecinales de los últimos meses, lo cierto es que esta nueva campaña viene a responder a una crítica generalizada: hay (demasiadas) ratas en los barrios.

El director de Comunicación de Rentokil Initial (empresa experta en higiene ambiental y control de plagas), Jacinto Díez, declara que "estamos en un momento de máxima actividad en los roedores. El ciclo biológico se acelera y son más proliferas". Una de las claves para responder a la salida al exterior de las ratas está en la escasa lluvia que se ha registrado durante el año. "Un invierno y verano excesivamente seco provoca que el índice de mortalidad sea más bajo. Cuando no llueve durante mucho tiempo, en verano suele haber más presencia", informa el profesional.

Para este experto los ayuntamientos deben tener planes de desratización, que incluyan campañas puntuales y sobre todo, mantenimiento para que la población de ratas esté controlada. "Una batida una o dos veces al año no es eficaz. Es cierto que nunca podremos hablar de una eliminación al 100%, pero sí de un control", señala Díez, al tiempo que añade que "con la crisis muchos consistorios recortaron presupuesto en estos servicios. Es importante que retomen estas partidas presupuestarias".

Pero para tener bajo control a la población de roedores no sólo debe actuar el Ayuntamiento, sino que es imprescindible la colaboración ciudadana. Algo tan sencillo como depositar la bolsa de basura en el interior del contenedor y no en la acera reduce las posibilidades de que las ratas campen a sus anchas. "Hay que tener mucho cuidado con las bolsas de basura, con mantener los contenedores limpios y cerrados, los solares sin edificar bien cuidados... De lo contrario, se convierten en lugares muy agradables para los ratones y ratas", explica Díez.

"Cuando la población de ratas dentro del alcantarillado es grande, salen a la calle para encontrar otros sitios donde vivir y comer. Pasa igual que con las cucarachas. Si las ves por el día en la calle es signo de hay que un problema importante, puesto que sólo deberían salir por la noche", subraya el profesional, añadiendo que "si hay una explosión de ratas en los barrios es posible que la población esté un poco fuera de control".

¿Qué puede hacer el vecino para evitar que entren en el domicilio? Sobre todo controlar las vías de acceso a la vivienda: sótanos, bajantes... "Si hay un bajante roto pueden entrar, de ahí van a la cámara de aire del edificio y por tanto, ya se pueden pasear por donde quieran en el bloque. Y claro, contar con un control de desratización es importantísimo para tenerlas bajo control", señala Díez. Otros consejos básicos que ofrece este profesional de plagas es poner burletes en las puertas de acceso a la vivienda: "Donde entra un bolígrafo, entra un ratón. Y la rata necesita muy poco más para entrar. El burlete es una buena barrera". Tirar la basura a diario y dejar la cocina limpia por las noches son otras tareas fáciles que pueden evitar que las ratas se cuelen en la vivienda.

Sin embargo, a veces uno se lleva la sorpresa y ve como uno de estos roedores corren por el pasillo de casa. Pero, ¿y si no se ven? ¿Cómo se puede saber que están dentro? Tome nota. Si escucha ruidos en el falso techo, sobre todo en el de la cocina o baños, cuidado, podría tener 'invitados'. "Los excrementos también son un signo clarísimo, puesto que son muy característicos. Si encuentra material destrozado como esquinas de los sofás arañados, cables rotos... También debería saltar la alarma", declara el director de Comunicación de Rentokil. "Es un tema de salud pública y tenerlo bajo control necesita la colaboración ciudadana y la inversión del Ayuntamiento", concluye Díaz.