Jerez

"Hemos procurado que los clientes, más que clientes, fueran amigos"

  • Pepe Ravelo, el que fue jugador del Xerez en la década de los 70, habla del cierre de su tienda de la calle Francos y da su opinión acerca de la situación que vive el centro y el pequeño comercio

En pleno centro se encuentra la tienda de deportes de Pepe Ravelo, exjugador del Xerez Club Deportivo. En estas líneas, el empresario habla del tiempo que lleva atendiendo personalmente a los jerezanos que diariamente han llamado a su puerta para comprar cualquier artículo de deporte, ocio y tiempo libre. Ravelo relata además la situación en la que ve el centro, cómo se encuentra el pequeño comercio y cómo ha conseguido mantenerse a flote durante 36 años, a pesar del crítico momento de hoy día.

-¿Cómo recuerda su carrera en el Xerez?

-Vine a Jerez en la temporada 69-70 y uno o dos años antes de retirarme, monté la tienda de deportes y llevo ya 36 años con ella. En el Xerez he hecho de todo: jugador, entrenador, directivo, socio, accionista, entrenador del B..., y luego me he dedicado a mi tienda.

-¿Cree que el hecho de haber sido jugador le ayudó para que la tienda comenzara con buen pie?

-Muchísimo, sobre todo los primeros años que tenía la tienda y seguía jugando. La gente venía a verme y a saludarme, y siempre aprovechaban y compraban algo. Son personas a las que estoy muy agradecido. Y pienso que sí, que influyó bastante el hecho de haber sido futbolista, porque además la tienda está más enfocada al tema fútbol, que es lo que yo hice. He tocado todos los deportes: tenis, baloncesto, balonmano..., y sobre todo el tiempo libre. Hubo un momento en el que se tocaban incluso las armas, pero poco a poco hemos vuelto a especializarnos más en el fútbol.

-¿Cree que la apertura de grandes superficies ha perjudicado al pequeño comercio?

-No cabe duda de que eso repercute bastante, pero en mi caso cierro porque llevo dos años jubilado, mi mujer se jubila ahora y como mis cuatro hijos han tomado otros derroteros, creo que ya es hora de que tanto mi mujer como yo descansemos y disfrutemos de la vida, ya que hasta ahora todo ha sido trabajo.

-Con la crisis que azota al país, ¿cómo cree que se podría promocionar un pequeño negocio como el suyo?

-Ahora mismo está complicado, como la vida en España en general. Por desgracia, mucha gente se está quedando sin empleo y todo esto repercute. Pero pienso que puede ir a mejor, que las cosas volverán a su sitio, aunque ahora todos nos tenemos que apretar el cinturón, a ver si esto vuelve a su cauce.

-¿Ha notado que la crisis le haya afectado?

-Como todo el mundo, claro. No soy infalible y me ha perjudicado, pero llega un momento en el que tienes que dejarlo, como me ocurrió con el fútbol. Si ha coincidido con lo de la crisis, qué le vamos a hacer. Son 36 años recibiendo al público y siempre hemos procurado que los clientes, más que clientes, fueran amigos, y nuestra teoría siempre ha sido que el cliente se vaya contento con lo que ha comprado, con el precio y con la atención que le hemos prestado.

-Dentro de los centros comerciales hay instalados pequeños negocios. ¿Es lo mismo o es mejor venir al centro?

-Cierto, dentro de los centros comerciales siempre hay tiendas pequeñas. Yo soy partidario de que cuando entras en un comercio, debe haber alguna persona en el mostrador que te pueda asesorar y aconsejar sobre lo que vas buscando. En lo que no estoy muy de acuerdo es que en las grandes superficies te tienes que servir y te vas con la duda de si lo que has comprado es lo que querías. No tienes contacto con nadie, eres un simple objeto al que no han asesorado sobre las características y las condiciones del producto. En cambio, en el pequeño comercio te asesoran, aconsejan y te vas contento sabiendo que lo que has comprado era lo que tú querías. Pero la gente va buscando la comodidad. Tú le dices a alguien que tiene que venir al centro a comprar y se echa las manos a la cabeza. Primero por el tema del aparcamiento, que es un gran problema, y como las grandes superficies tienen su estacionamiento y su comodidad, la gente muchas veces busca más eso. Sin embargo, hay muchas personas a las que una distancia de 500 metros les parece una barbaridad. Y yo creo que no, que aparte de venir al centro a hacer sus compras, ese paseo de ida y vuelta les va a beneficiar muchísimo. Y ya no sólo tenemos la ventaja de venir al centro, sino que hay más variedad de tiendas, te diviertes viendo escaparates y cuando regresas a casa, tienes el entrenamiento hecho y eso el organismo siempre te lo agradece. Ahora, reconozco que el que vive a cuatro o cinco kilómetros tiene que coger un medio de transporte para venir.

-¿Qué consejo le da a los pequeños comercios para que vayan saliendo a flote como ha hecho el suyo durante tantos años?

-Yo el único consejo que daría es que haya profesionalidad y cariño hacia el cliente, que no se le engañe, que se le atienda con educación y sinceridad, que éste se vaya de la tienda contento y no pensando que le has engañado. Hoy en día, que una tienda sea seria, que atienda bien al público y que los precios no sean elevados, ya tiene mucho ganado. Tú puedes engañar al cliente una vez. Dos no, porque no vuelve más. Y no sólo eso, sino que tiene una repercusión bastante grande entre familiares y amigos para que no vuelvan a tu tienda. En cambio, si lo tratas bien, con educación, le vendes lo que él quería y no le cobras mucho, eso te da muy buena publicidad. Nosotros hasta ahora siempre hemos tratado de aconsejar bien a todo el que entra en la tienda y la verdad es que cierro con la conciencia tranquila de que siempre lo hemos hecho lo mejor que hemos podido.

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