La palabra que más repitió ayer María José García-Pelayo fue "gracias". Fue un agradecimiento al respaldo unánime que aseguró haber tenido de su partido desde que se inició la investigación por los contratos que suscribió el Ayuntamiento en 2004 con empresas de la trama Gürtel hasta que el pasado viernes se conoció que el Tribunal Supremo ha decidido archivar la causa contra ella. Reconoció que han sido unos siete años "muy duros" -las pesquisas judiciales se iniciaron en 2009 - pero que ha visto como los suyos no la han dejado de arroparla en ningún momento. Ayer también estuvieron junto a ella en una comparecencia tras conocerse el pronunciamiento del Alto Tribunal donde también estuvo presente el presidente provincial, Antonio Sanz.

Pelayo quiso enfocar su agradecimiento en Mariano Rajoy, María Dolores de Cospedal, Javier Arenas, Juanma Moreno, Antonio Sanz y todo los ediles del grupo popular durante el anterior y el actual mandato. También tuvo palabras para su abogado, Juan Pedro Cosano, y para su "padre político", Aurelio Romero. "Sin todos vosotros [dirigiéndose a los que le acompañaban en la comparecencia pública] hubiera sido totalmente imposible superar esta prueba", dijo. Hubo, incluso, un momento en que llegó a emocionarse cuando se refirió a su familia ya que "para ellos ha sido doblemente duro".

Sin querer entrar a valorar el contenido del auto al alegar que no lo había leído, sí dijo que el Supremo ha realizado un trabajo "intenso" que, aunque le ha tenido "en vilo" durante un año, "me ha permitido dar las explicaciones que estaba deseando dar". Eso sí, mostró su "confianza" en que los técnicos municipales acusados en la pieza que se sigue tramitando en la Audiencia Nacional "puedan aclarar todo" sobre lo ocurrido en torno a las adjudicaciones. "Cuando puedan aclararlo, estoy convencida de que todo será positivo jurídicamente para ellos", sentenció.

La ex alcaldesa sí quiso hacer una reflexión sobre la presunción de inocencia, un derecho que aseguró que ha habido partidos que no han respetado, una afirmación que fue compartida por Antonio Sanz. Centró sus reproches en el PSOE señalando: "Conviene reflexionar sobre si merece la pena hacer este tipo de política". "Los políticos somos personas y tenemos sentimientos; nos duelen las cosas que nos dicen de nosotros sobre todo cuando no es verdad", dijo. Tras esto, explicó que ha sido "muy duro escuchar de todo y escuchar como otros políticos que saben que se pueden encontrar en una situación similar no han sabido darse cuenta de la presunción de inocencia".

Por lo tanto, y una vez archivada la causa, "toca pasar página y que todo quede en un recuerdo". "La lección la he aprendido; a lo largo de la vida se ve quién está a tu lado y quién no", dijo. Eso sí, incidió en que todo ha sido una mala experiencia que no se la "desea" a sus rivales políticos.