Familiares de los residentes del geriátrico de San Juan Grande han mostrado su indignación ante la nueva instalación de un parking de pago en la entrada del recinto. Aseguran que como familiares acuden cada día o varios días en semana a acompañar a su familiar y critican que “nuevamente con gran insatisfacción recibimos la falta de comprensión, de claridad y de buena gestión por parte del equipo directivo del centro”.

Según estas personas, ya en otras ocasiones sus escritos de quejas y sugerencias se han quedado sin respuesta “o han sido respondidos con los argumentos de esto es lo que hay y sin más compromiso”.

Con respecto al parking, lamentan que no han recibido una carta de información o aviso del inicio de funcionamiento del aparcamiento privado. “Ante nuestras repetidas quejas por escrito, tan solo se ha contestado que contamos con 15 minutos gratuitos para poder recoger o dejar a nuestro familiar, aumentando con ello nuestra indignación ya que es evidente y así deberían saberlo los directivos, que se trata de un tiempo absolutamente insuficiente dada la limitada movilidad de nuestro familiar residente al que recogemos o dejamos en los espacios comunes interiores del geriatrico”.

Además agregan que “una vez recogido nuestro familiar, el pago del parking para poder salir del recinto, se encuentra en un dispositivo lejano por lo que tenemos que dejar a nuestro familiar solo y fuera de nuestra vista, lo cual supone un riesgo, dado el estado de dependencia de muchos de los residentes”.

Estos familiares estiman que “nuestra visita o acompañamiento en el centro geriatrico, si por ejemplo se tratase de 2 horas, nos supone cada día una media en torno a 4 euros de pago de parking”.

Entienden que los residentes ya pagan un cuota elevada por estar en la residencia “ tanto en régimen privado, de 2.000 euros mensuales o bien en régimen concertado, en torno a 1.600 euros mensuales”. Por este motivo reclaman al equipo directivo del geriátrico la gratuidad o bono como ayuda en el uso de parking de acceso al recinto, “ya que somos usuarios habituales y limita nuestro derecho a visitas y acompañamiento a nuestros familiares y también limita su derecho a entrar y salir del centro de residencia como domicilio personal”.