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TRIBUNALES | PRIMERA SESIÓN DEL JUICIO POR EL 'CRIMEN DEL BOTELLÓDROMO'

"Fue todo muy rápido"

  • El principal acusado de la muerte de Jairo Gómez se escuda en la "legítima defensa" y el "miedo insuperable" para contextualizar el crimen

Una abarrotada sala de vistas de la Audiencia Provincial en la avenida Álvaro Domecq acogió ayer la primera de las sesiones del juicio por el crimen ocurrido el 22 de julio del año pasado en el 'botellódromo' donde murió el menor Jairo Gómez. En este primer día, le tocó declarar a los dos acusados, Jaime D.R. (presunto autor material de la muerte del menor) y Fernando M.R. (al que se le acusa de ser cooperador necesario al prestar la navaja que acabó con la vida de la víctima) aunque también pasaron ante el tribunal el principal testigo, Joshua M.T., además de otros tres jóvenes que presenciaron lo ocurrido. Los esfuerzos de la defensa de Jaime D.R. se centran en presentar unos hechos constitutivos de un delito de homicidio y no de asesinato, tal y como sostiene la Fiscalía y la acusación particular, que piden 15 y 17 años de prisión, respectivamente. De hecho, su defensa peleará por su absolución alegando los eximentes de "legítima defensa" y "miedo insuperable" al contextualizar lo ocurrido en unos enfrentamientos que había tenido con anterioridad su defendido con un amigo de la víctima.

Para ello, Jaime D. R. centró su declaración en explicar que todo partió de una pelea que tuvo en la Feria de ese año con Joshua M.T., que era amigo de la víctima. El acusado aseguró que semanas después de este primer enfrentamiento volvió a encontrarse con este joven asegurando que le provocó diversas lesiones, entre ellas una luxación de hombro. Jaime D. R., tras esto, explicó que dejó de salir por "miedo" a nuevas agresiones hasta que en la noche del crimen unos amigos le convencieron para ir al 'botellódromo'. En este lugar, según su versión, se encontró con Joshua M.T. con quien intentó "solucionar" las diferencias. Minutos después, siempre bajo lo que declaró ayer el principal acusado, aseguró que este joven se le acercó de nuevo, esta vez acompañado de Jairo y de otros amigos. Jaime D. R. apuntó que, en ese momento, la víctima le preguntó a Joshua si "era él" y, tras ello, fue golpeado. Se inició entonces una pelea entre ambos donde el acusado aseguró que sintió un pinchazo en el brazo y vio sangre ("fue una sensación de frío-calor", describió). Acto seguido, indicó que vio a Jairo con "algo" en la mano (en todo momento negó que supiera que fuera una navaja) y se lo quitó para luego darle varios "empujones con todas mis fuerzas" (fueron cuatro las puñaladas, una de ellas mortal). En varias ocasiones fue preguntado por el arma respondiendo que en ningún momento se percató "de lo que era" justificándolo en que todo ocurrió "muy rápido". Finalmente, explicó que huyó del lugar para "evitar que me pegaran" arrojando el objeto que llevaba en la mano. "Empecé a ser consciente de lo que pasó cuando me paró un policía y oí que [a Jairo] lo estaban perdiendo", añadió. Además, Jaime D.R. exculpó al otro acusado de tener alguna relación con el crimen. Así, negó que este le ofreciera o le prestara la navaja y que se acercase en algún momento a la reyerta.

Tras él, declaró Fernando M.R. quien explicó que aquella noche se acercó a Jaime D.R. para ofrecerle "su ayuda" ya que vio que Joshua M.T. y Jairo Gómez querían agredirle. Negó, además, que le diera al otro acusado un arma blanca ("yo no salgo a la calle con navajas", sentenció) y que en algún momento se acercara o participara en la pelea. La defensa de Fernando M.R. ha solicitado la absolución ya que "no hay" pruebas que señalen que el arma fuera proporcionada por su cliente.

El primero de los testigos en declarar fue Joshua M.T. quien ofreció una versión distinta de lo ocurrido aquella noche asegurando que el acusado, acompañado de un grupo de "15 o 20" jóvenes, se acercó a él en un momento que estaba saludando a Jairo. Al respecto, llegó a señalar en referencia a Jaime D.R.: "Venía preparado para el acto bélico". No obstante, reconoció que no rehusó la confrontación aunque, poco después de iniciar la trifulca, decidió marcharse dejando solos a Jaime D.R. y a Jairo, que se estaban peleando. Aunque dijo que estaba "de espaldas", afirmó que en un momento de la reyerta Fernando M.R. "se acercó" y, poco después, la víctima cayó al suelo, aunque reconoció que en ningún momento vio la navaja, aunque había oído "decir a amigos" que era del acusado de cooperar en el crimen.

Tras él, y a petición de la acusación, declararon cuatro testigos, todos ellos amigos de Jairo Gómez. Solo uno afirmó haber visto a Jaime D. R. con una navaja en la mano en el momento que agredió a la víctima aunque no precisó de dónde salió. "Yo lo vi perfectamente", dijo. Los otros tres, en cambio, se limitaron a señalar que hubo una pelea entre el acusado, la víctima y Joshua M.T.; además, apuntaron que no vieron que Fernando M.R. se acercara a la pelea en algún momento. El juicio, que se celebra con jurado, continúa hoy con la declaración de más de una decena de testigos.

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