La mirada extrañada

El Rebusco

Viajeros británicos en el siglo XX

Lo que contaron de Jerez

Salón comedor del hotel Los cisnes, principio de los años 50.
Salón comedor del hotel Los cisnes, principio de los años 50.
José Luis Jiménez

03 de junio 2024 - 03:03

POCA atención se ha prestado a los ‘viajeros’ que pasaron por Jerez en la primera mitad del siglo XX. Me refiero, claro está, a aquellos que dejaron escrita su experiencia en libros de viajes.

En esta ocasión nos centraremos en doce de ellos, diez hombres y dos mujeres, originarios de las islas británicas, en el periodo comprendido entre 1906 y 1960; cuando fueron publicados sus libros.

En los años 20, el turismo en nuestro país tuvo un fuerte incremento, y la dictadura del jerezano Primo de Rivera crea el Patronato Nacional de Turismo. Organismo que la República sustituyó por la Dirección General de Turismo.

El profesor americano, Sasha D. Pack, en su trabajo ‘La invasión pacífica. Los turistas y la España de Franco’ (2009), afirma que: “Hacia finales de la década de 1940 el turismo extranjero iba a tener un impacto positivo digno de señalar en las relaciones internacionales de España y en su desarrollo económico. Hacia 1950, convertido ya en una de las principales industrias de Europa, el turismo creció proporcionalmente más rápido en España que en ningún otro país (...) El gran salto llegó entre los años 1957 y 1962, coincidiendo con una fase de liberalización en la política económica”.

Como veremos, su interés por conocer Jerez no fue solo por probar los famosos vinos en sus bodegas catedrales. Una visión simplista que no se ajusta a la realidad.

Gracias a la información que nos aportan estos ilustres viajeros disponemos de unos datos de gran interés. Aquí iremos desgranados algunos de esos comentarios y opiniones, que a través de su mirada de forasteros vemos reflejada un Jerez no tan lejano.

Británicos a pleno sol

Siguiendo un orden cronológico, el primero de esta lista es Edward Hutton (1875-1969), autor de un buen número de libros de viajes, entre ellos ‘The Cities of Spain’.

Entre 1906 y 1923 la obra de Hutton tuvo seis ediciones. El capítulo XVIII, con 21 páginas, lo encabeza como ‘Jerez’: “The busy town where for three hundred years Englishmen have suffered and prospered, lived and died”.

Hace una breve parada en la ciudad, en su trayecto que le lleva a Cádiz desde Sevilla, lo que le permite recordar la heroica historia del soldado inglés, Richard Peakes, apresado por los españoles durante el famoso asalto de 1625.

Cubierta de la obra 'Spain'.
Cubierta de la obra 'Spain'.

Unos años más tarde, en 1930, se publica ‘Spain, Yesterday &Tomorrow’, obra de Henry Philip Bernard Baerlein (1875-1960), escritor, poeta, periodista y viajero británico de origen judío.

Su estancia transcurrió a finales de los años 20. El Capítulo XII lo titula ‘Jerez de la Frontera’, poniendo gran interés por el vino, su proceso de elaboración y su historia, de la cual le informa el cónsul inglés en la ciudad, Mr. Williams. Incluso hace mención a la novela de Blasco Ibáñez ‘La bodega’, y a Falstaff.

Se alojó en hotel Los Cisnes, alabando su cocina: “...the meals at Los Cisnes are too good for human nature´s daily food”.

'South to Cádiz', de 1934.
'South to Cádiz', de 1934.

El escritor, aventurero y periodista inglés, Henry Mayor Tomlinson (1873-1958), a su paso por España en los años treinta escribiría ‘South of Cádiz’ (1934). El capítulo XXII del libro lo encabeza ‘Sherry’.

Tomlinson destaca, además de las bodegas (“We were taken directly to a bodega, as pilgrims go at once to a shrine”), tan altas como iglesias, la amabilidad de sus gentes (“The best they have is given”). Sin olvidarse de recurrir al personaje de Shakespeare.

Uno de los relatos más interesantes sobre Jerez lo encontramos en la obra ‘Don Gypsy’ (1936), del hispanista irlandés Walter F. Starkie (1894-1976)

Fundador y primer director del British Council en Madrid, recorrió España en la primera mitad del siglo XX.

El libro 'Don gitano', escrito en 1935.
El libro 'Don gitano', escrito en 1935.

La primera edición española, ‘Don Gitano’, es de 1944, siendo editada en facsímil por la Diputación de Granada en 1985.

El capítulo XXV lo titula ‘El ‘Pied Piper’ de Jerez’, en alusión al capataz de González Bayss, José Gálvez Buzón, y sus ratoncillos.

Estuvo en Jerez en dos ocasiones, en 1928 y 1933.

De los años 40 destaca ‘Spain’, de 1949. La edición en español aparecería en Argentina en1956.

Retrato de Sacheverell Sitwell.
Retrato de Sacheverell Sitwell.

Su autor es Sir Sacheverell Sitwell (1897-1988), escritor más conocido como crítico de arte y especialista de la arquitectura barroca.

Este apartado lo abre con esta afirmación tan rotunda, que después matiza: “Nunca me agradó Cádiz”. Y continua: “Jerez de la Frontera es una de las ciudades de España más agradables y prósperas...(...) La Cartuja, en las afueras de la ciudad, es la más grande de las construcciones de Jerez”.

Como experto en arte destaca en Jerez sus monumentos religiosos como la Colegiata y San Miguel, pero prestando especial atención a La Cartuja. Tres fotos del monasterio ilustran sus páginas.

Cedric Salter.
Cedric Salter.

La década de los 50 es más prolífica en este tipo libros, que se abre con el de Cedric Salter (1907-1977), ‘Introducing Spain’, de 1953.

Salter fue corresponsal en Madrid para varios periódicos ingleses, muy activo durante la guerra civil española.

'Introducing Spain' (1955).
'Introducing Spain' (1955).

La segunda parte del libro ‘The Land of Spain’, contiene los capítulos XII, ‘Sherry’, dedicado a González Byass, y el XIII, ‘From Jerez to Málaga’. En este segundo capítuclo comenta que el hotel Los Cisnes, en el centro de la ciudad, es el mejor lugar para ver las procesiones de la Semana Santa y la Fiesta de la Vendimia. Para él, la Semana Santa y la Feria de Jerez son más genuinas que las de Sevilla.

Más conciso es David Wilson MacArthur (1903-1981), en su ‘Auto Nomad in Spain’ (1953). En su camino desde Sevilla al Puerto hace una parada en Jerez para desayunar en el restaurante de Cuatro Caminos, donde resalta que tomó la mejor mantequilla de España. Comenta los famosos vinos de Jerez y la zona.

Henry Vollam Morton.
Henry Vollam Morton.

Continuamos en 1955 con ‘A Stranger in Spain’, de Henry Vollam Morton (1892-1979). Sus libros de viajes fueron muy populares.

En el capítulo VI hay un apartado titulado ‘A visit to Jerez’. que describe como: “The bright and prosperous town of Jerez, the headquarters of sherry. It´s full of palm trees, banks, bodegas and lovers of England”.

Paso obligado por las bodegas de González Byass: “...cathedral of Amontillado and Tío Pepe”.

Portada del 'A Stranger in Spain'.
Portada del 'A Stranger in Spain'.

Uniendo paisaje y vinos nos encontramos con ‘Wines and Castle of Spain’ (1959), de Thomas Arthur Layton (1910-1988). Layton fue un escritor especializado en la temática del vino y la gastronomía. Editor de ‘Wine Magazine’ (1958-1960), y de la ‘Anglo-Spanish´s Quarterly Review’ (1960-1987).

Dedica capítulos al jerez y la manzanilla.

Finalizamos en 1960 con ‘Spanish Journey or Spingtime in Spain’, escrito por Wilfred Theodore Blake (1894-1968), un pionero de la aviación.

En el apartado ‘We Stay at Gibraltar and Then Visit Jerez to Learn how Sherry is Made’, nos habla que se alojó en Los Cisnes, siendo atendido en Williams & Humbert por el vicecónsul británico, Mr. Guy Williams y por Mr. Peter Fussell.

Recorrió el país en su coche, un Vanguard Standar.

Blake residió en Mijas durante muchos años, donde falleció.

La mirada femenina

La presencia de mujeres, como es lógico, es minoritaria. Sin embargo, lo que nos cuentan estas dos curiosas e independientes aventureras inglesas ha de ser considerado.

Rose Macaulay (1881-1958) vino siguiendo la costa, desde Gibraltar a Cádiz, y del Puerto de Santa María a Jerez, a la que considera una ciudad muy agradable (“Jerez is a most pleasant city”).

En otro momento escribe: “The sherry-coloured charm of Jerez”; y, por supuesto, sus bodegas, muchas de ellas de origen inglés: “Jerez is, of course, full of British wine firms”.

Sin dejar de admirar lo que queda de la Cartuja de Jerez en esos momentos. Unas cuatro páginas en el capítulo titulado ‘Andalucian Shore’, de su libro ‘Fabled Shore. From the Pyrenees to Portugal’ (1949), en el que además incluye dos fotos de la Cartuja y otra del palacio Bertemati.

Vista de la cartuja de Jerez, finales del XIX.
Vista de la cartuja de Jerez, finales del XIX.

Educada en Oxford, Macaulay fue nombrada DBE por la reina en 1957.

Su paisana, Honor Lilbush Wingfield Tracy (1913-1989), escribió en 1957 ‘Silk Hats and no breakfast. Notes on spanish journey’. No fue el único que le dedicó a nuestro país; otros fueron: ‘Spanish Leaves’ (1964), y ‘Winter in Castille’ (1973).

Su estancia de un par de días transcurrió en el verano de 1955, dedicando a Jerez parte de los capítulos cinco y seis, en total siete páginas.

Gran parte de sus comentarios lo dedica a su visita a las bodegas Domecq y González Byass, de donde salió dando tumbos hasta llegar al hotel, pero sin dejar de realizar curiosos y atinados comentarios sobre los jerezanos, su carácter y sus costumbres.

Se alojó en el hotel Los Cisnes, donde una copiosa comida, que incluía ‘gazpacho’, le costó menos de diez chelines.

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