Visto y no visto
El Rebusco
Ahí está el detalle. De Jerez y con jerez
EL 1 de agosto de 2016 dábamos inicio a esta sección del Diario de Jerez. La titulábamos con un nombre sugerente a nuestros oídos, El rebusco. Expresión, que además de reminiscencias bíblicas, forma parte de nuestra tradición vitivinícola.
Seis años y ocho meses en los que no hemos faltado a nuestra cita de los lunes con los lectores del periódico, amén de aquellos otros que acceden a su lectura digital. Seguidores, estos últimos, que en muchas ocasiones han categorizado la noticia como una de las más leídas de la jornada. Es de agradecer.
Ha sido nuestra intención aportar información variada y amena en torno a nuestra historia local, con especial atención a la cultura de nuestros vinos. Siempre con un carácter divulgativo, a la vez que documentado.
Más de 300 artículos, la mayoría a dos páginas, ilustrados profusamente. La parte gráfica siempre ha requerido un gran esfuerzo. Un proceso de búsqueda y selección en el que he contado con la colaboración de buenos amigos, a los que estaré siempre agradecido.
Sin embargo, mi colaboración con este rotativo viene de mucho más lejos, desde la primavera de 1984. Hagan cuenta.
Publicidad con arte
Recientemente ha salido a la luz en Jerez un cuadro pintado por el artista gráfico jerezano, José Luis Torres. Es el que serviría de base a las bodegas Terry para sus anuncios de su coñac viejo Terry 1º. Un homenaje a las mujeres del Puerto que se dedicaban a tejer las mallas que adornaban las botellas de la compañía.
La obra, de buenas proporciones y bien conservada, está fechada en 1964, y ha sido adquirida para su colección por el abogado jerezano José Antonio García Fernández.
Otra pieza de arte es la que la casa neoyorkina Swann subasta en estos días por un precio de salida entre 600 y 900 dólares. Se trata de un cartel, de autor desconocido, de la primera década del siglo pasado, que anuncio los vinos selectos de las bodegas J.M. Fernández González.
Esto nos sirve para analizar la capacidad de las bodegas del Marco a la hora de diseñar sus campañas publicitarias, tal como hizo Domecq al solicitar la colaboración de
grandes figuras del momento: toreros, actores, cantantes, músicos, futbolistas, entre ellos al mismo Jorge Negrete, que llegaría a actuar en el Teatro Villamarta.
Osborne, por su parte, y para anunciar su marca Ducal en la Feria de Sevilla recurrirá a reproducir un dibujo del pintor sevillano José García Ramos.
Una escena costumbrista en pleno ferial sevillano, donde una gitana lee la mano a un elegante joven rodeado de otras dos bellas mujeres.
De ephemeras y caricatura
Se suele definir como ephemera a esos materiales escritos e impresos de corta duración que no son producidos para que se mantengan o se conserven. Y de estos traemos dos ejemplos curiosos que tienen al jerez como parte de la imagen representada.
La compañía Liebig, fundada por el químico alemán Justus Liebig en 1865, era famosa por la fabricación del extracto de carne. Pero además por editar desde 1872, y como elemento publicitario con carácter educativo, sus colecciones de cromolitografías de una gran variedad temática. Desde ese año hasta 1974 se lanzaron al mercado unas 2.000 series, con un total de más de 10.000 ejemplares.
Estas atractivas y coloristas tarjetas, objeto de coleccionismo, se distribuyeron en muchos países y en varios idiomas. En una de estas series, la dedicada a seis famosos vinos europeos, se incluyó la de Jerez recreando una escena costumbrista de ambiente popular andaluz donde un grupo de personas están reunidas ante el mostrador de una tienda de vinos.
La que publicamos es francesa, y de 1895.
También francés es el cromo a color con una joven vestida con chaquetilla corta y falda ancha. En una mano sostiene una pandereta y en la otra una copa de vino.
A sus pies una cesta con botellas que contiene ‘Vin du Xeres’. Detras de ella se desarrolla un lance de una corrida.
Bien podría representar a algunas de las artistas españolas que triunfaron en la Europa de la segunda mitad del siglo XIX
La investigadora Rocio Plaza Orelllana, en su libro ‘Bailes de Andalucía en Londres y París’, (1830-1850), publicado en 2005, ha estudiado ‘el proceso de desarrollo e influencias que hicieron posible que España y sus bailes se convirtieran en un espectáculo de éxito mundial, y cómo estos mismos pasos y números de baile, creados por maestros y bailarines de origen humilde, se convirtieron, a su vez en una moda para las élites nacionales: La cachucha, la guaracha, el olé, las seguidillas manchegas o el jaleo de Jerez son unos cuantos nombres de bailes que contribuyeron a la creación del espectáculo de bailes españoles en las escenas internacionales a lo largo del siglo XIX’.
En este punto quiero incluir la caricatura que hizo el artista catalán Luis Bagaría Bou (1882-1940), uno de los principales caricaturistas españoles de la primera mitad del siglo XX, a cuatro bodegueros jerezanos: ‘El Sr. González Byass y los tres hermanos Domecq’.
Realizada en 1924, junto a otra de Fermín Aranda como ‘el apóstol de Jerez’, con motivo de la visita a Jerez de los miembros del Congreso de Ciencias Médicas que tuvo lugar en Sevilla.
En 1938 se exilió en Francia, y falleció en La Habana dos años más tarde,
Recuerdos fotográficos
De varias maneras nos van llegando documentos fotográficos de interés que no podemos obviar. Tres son los nuevos casos.
El primero lo fechamos en marzo de 1925, aunque no la podamos fijar con seguridad.
En ese tiempo el crucero acorazado de la Marina Sueca, el Fylgia, - en activo desde 1905 - volvía a su base después de una travesía iniciada a finales de 1924.
Una de los lugares previstos para atracar era el puerto de Cádiz.
En los archivos del Nordisk Museet se conserva una carpeta de ese viaje, en las que hay una serie de fotos, entre ellas la bienvenida a Cádiz por parte de las autoridades, y otra tanda en la que podemos contemplar como un grupo de oficiales suecos se han desplazado a Jerez para visitar las bodegas González Byass.
Pedro Nolasco González Soto era por aquel tiempo cónsul honorario de Suecia en Jerez, representación que ostentaba desde 1911.
De los suecos pasamos a uno de nuestros más conocidos ‘wine merchant’ británco, nos referimos a Arthur Humbert.
La firma vinatera Williams & Humbert, actualmente en manos de la familia Medina, fue fundada en 1877 por Alexander Williams, gran conocedor de los vinos jerezanos, y Arthur Humbert, especialista en relaciones internacionales.
De él es el retrato que hemos localizado, junto a otros empresarios de bodegas del Marco, en el poco conocido libro La bebida española. Sus hombres y sus marcas.
La obra fue un trabajo recopilatorio de Julio Tarín Sabater, editado en Madrid en 1957 por Ediciones industriales.
Un voluminoso libro de 800 y pico de páginas, que recogía más de trescientas biografías.
Esta edición de lujo fue editada y distribuida entre los contratantes, poniéndose a la venta un número mínimo de ejemplares.
Gracias al buen hacer de nuestro amigo Pedro Oteo Barranco, es el caso de la visita del fotógrafo judío Hermann Landshoff.
¿Qué hacía por Jerez en 1957 el fotógrafo Hermann Landshoff acompañado por la modelo Dolores Hawkins?. Aún no hemos podido saberlo.
Landshoff había nacido en Munich en 1905, en el seno de una familia judía. En sus inicios fue tipógrafo, ilustrador de libros y dibujante, formándose en la fotografía hacia 1930, con la que pronto alcanzó el éxito.
Con la llegada de Hitler al poder se trasladaría a París en 1933, donde pronto se dio a conocer como fotógrafo de moda para la prestigiosa revista Vogue.
En 1941 emigró a los Estados Unidos donde pudo continuar con sus trabajos para las principales revistas de moda de Nueva York, allí fallecería, en 1986.
En las tres fotos que hemos localizado, vemos a la famosa modelo Dolores Hawkins en diferentes balcones de la ciudad, como en la calle Doctrina o en la calle Santa María, esquina con Gravina.
Dolores Hawkins Phelps estuvo muy activa en la década de 1950, siendo un nuevo tipo de modelo que rebosaba felicidad en lugar de languidez. Con su radiante sonrisa, desprendía un halo especialmente natural para los cánones de la época. Falleció en 2021, con 90 años.
Por último, una foto histórica tomada en el famoso local Continental Bodega, de Amsterdam.
Convocados por el mayor comerciante de vinos de Jerez en Holanda, Otto Vlasman, se reunieron un grupo de artistas del mundo de la música, el teatro y la televisión: Wim Ibo, Mies Bouwman, Conny Stuart, Paul van Vliet, Albert Mol, Rogier van Otterloo, Louis van Dijk, Mary Dresselhuys.
Todos ellos firmaron su bota, como se hace de forma tradicional en algunas bodegas del Marco. Corría el año 1977, cuando el jerez era una bebida con gran demanda en aquel país.
También te puede interesar
Lo último
Contenido ofrecido por el Salón del Motor de Sevilla 2024