Con las obras de la Ciudad del Flamenco nuevamente paralizadas y "sin escenario verosímil de financiación para las mismas a corto plazo", el gobierno municipal trata de reinventar el centro histórico. Puede que en un futuro no tan lejano el acariciado proyecto de los arquitectos suizos Herzog & De Meuron se convierta en la piedra angular sobre la que pivote la reactivación socioeconómica del casco antiguo pero hasta entonces, "no podemos desaprovechar las oportunidades y seguir parados", resalta el portavoz del gobierno y delegado municipal de Urbanismo, Antonio Saldaña, en declaraciones a este periódico. Cuatro son las actuaciones que maneja su delegación para reactivar a medio plazo el 'corazón' de la ciudad. Dos de ellas son ya conocidas y se han cocinado con el consorcio estatal de la Zona Franca de Cádiz, la terminal de Esteve y el centro de negocios de San Agustín, mientras que en estos momentos se trabaja en otros dos proyectos que ahora se hacen públicos, la rehabilitación del Palacio Riquelme y de las antiguas bodegas Bobadilla de la calle Cristal. Para poder llevar a cabo estas dos últimas actuaciones se está a la espera de obtener financiación a través de los fondos Jessica (Joint European Support for Sustainable Investment in City Areas; o lo que es lo mismo, ayuda europea conjunta en apoyo de inversiones sostenibles en zonas urbanas).

Sobre la Ciudad del Flamenco, Saldaña es rotundo: "Es un proyecto al que el gobierno del PP no renuncia, pero ya dijimos que nosotros no nos íbamos a meter en ningún fregado de este tipo sin tener asegurada la financiación. Ahora mismo, de cara a decir cuándo se va a desbloquear, no hay un escenario a corto plazo verosímil de que vaya a haber financiación a corto plazo. Lo que intentamos es, sin renunciar al proyecto, no perder el tiempo en que para que Jerez sea Ciudad del Flamenco lo tengamos desbloqueado. El concepto ya no es 'Ciudad del Flamenco de Jerez' sino 'Jerez, Ciudad del Flamenco'; no renunciamos a ella pero queremos cambiar el concepto". Después de confirmar que se ha contactado con el estudio de los suizos para abaratar el coste del proyecto, actualmente "insostenible" y con una repercusión por metro cuadrado de unos 5.000 euros, el edil popular avanza que el objetivo del gobierno local es comenzar a recuperar el entorno del proyecto "con pequeñas actuaciones y otros equipamientos" mientras éste consigue próximamente la financiación necesaria.

Los planes pasan por la reapertura el próximo otoño del Museo Arqueológico y por contar con el Palacio Riquelme, presupuestado en unos 4 millones de euros, así como con un equipamiento ligado al flamenco en las antiguas bodegas Bobadilla de la calle Cristal, entre San Mateo y Santiago. En este último caso hay ya un anteproyecto sobre la mesa fruto de una iniciativa de arquitectos privados de la ciudad que lleva por nombre Jardín de las Toronjas. El coste de esta importante rehabilitación rondaría los 7-8 millones de euros y también incluiría la recuperación de calles tan flamencas y emblemáticas como Nueva y Cantarería. En 2008, la Junta de Andalucía anunció que financiaría la rehabilitación integral de Santiago, plan en el que se incluía la actuación específica sobre esta finca de la calle Cristal, pero hasta la fecha el Gobierno andaluz no ha vuelto a pronunciarse sobre esta actuación. Ahora, el equipo municipal que lidera la alcaldesa, María José García-Pelayo, pretende impulsar ambos proyectos mediante los citados fondos europeos Jessica. Así lo explica Saldaña: "Se trata de unos fondos que son reintegrables, no son a fondo perdido, pero son préstamos en muy buenas condiciones que implican colaboración privada porque después hay que devolver ese dinero mediante la gestión de esos equipamientos". Aparte de los dos proyectos mencionados, también se solicitaría financiación para dos actuaciones más, aunque de momento el gobierno local no adelanta en qué consistirían.

En cuanto a los conocidos proyectos de la terminal de la plaza Esteve y el centro de negocios en el antiguo cuartel de San Agustín, ambos financiados por Zona Franca, el delegado de Urbanismo aclara que "el convenio está firmado por el consorcio y el Ayuntamiento, y sólo está pendiente del acto público". "Este pequeño retraso en los proyecto se ha producido por una situación de incumplimiento de la cesión de San Agustín y, en el otro caso, porque había una propuesta en Esteve que tenía que contar con el respaldo de los comerciantes allí instalados", alude Saldaña, antes de explicar que en el caso de la terminal, "ahora estamos en la fase de que los comerciantes incluso han hecho números de cuáles serían las posibles indemnizaciones y estamos estudiándolos y viendo si es la mejor solución o hay que buscar otra para minimizar las indemnizaciones, pero el proyecto sigue en marcha".

Sobre cuándo podrían arrancar las obras de ambas inversiones, es prudente: "Lo importante no es hablar de las obras en sí sino de la importancia de estos proyectos para reactivar el centro. Lo importante es que, por ejemplo, la reordenación de Esteve va a ser muy importante para que Movilidad dé un impulso al nuevo plan o para que Medio Ambiente reactive el mercado de abastos. Lo importante es que las obras sirvan para algo y ese es nuestro enfoque desde el primer momento".