"El reto está ahora en cómo gestionamos la inmigración porque ya es algo irreversible"
francisco morales. director del centro de acogida de inmigrantes ceain
El responsable de Ceain, asociación de referencia para el colectivo inmigrante, dice que son minoritarios los que han pensado en irse por la crisis
-¿Se están marchando tantos inmigrantes por la crisis?
-Es verdad que hay menos presencia de inmigrantes pero no tanto porque haya una salida masiva de personas en vía de retorno, sino porque están llegando menos a un país en crisis. Nosotros lo que vemos es que ha aumentado el número de personas inmigrantes que nos llega pidiendo ayuda y apoyo para retornar pero sigue siendo un porcentaje minoritario en relación a las personas que nos llegan porque están en una situación muy precaria, en exclusión y quieren seguir quedándose aquí, entre otras cosas porque no tienen otra opción, en el sentido de que su vida ya está hecha aquí. Son personas que llevan ya siete, ocho o diez años, sus hijos están aquí y es verdad que están en paro, lo están pasando mal como tantísima otra gente. El agravante de las personas inmigrantes en situación de desempleo es que muchos de ellos no tienen red social y familiar de apoyo, lo que tantas veces se dice que está sirviendo un poco de colchón. Eso hace que ayudas que podamos prestar desde asociaciones como Ceain sean fundamentales. Ese perfil sigue siendo mayoritario frente a los que quieren retornar, porque además a veces es un proyecto inviable, es decir, a dónde vas a retornar, a un país que dejaste hace diez años, y ¿cómo vas a volver? ¿Con deudas? ¿Cómo te vas a integrar de nuevo? Para los que deciden retornar son procesos muy dolorosos porque para ellos es un fracaso absoluto.
-Después de 20 años de trayectoria, ¿Ceain es ahora más necesaria que nunca?
-Hemos hecho la reflexión de que entidades como Ceain cumplen un papel importante, en primer lugar porque somos una entidad de referencia para todo el colectivo que atendemos, nos hemos configurado como una asociación con una misión muy clara: servir de puente hacia la integración, hacia el acceso a los servicios normalizados de la comunidad. Muchas de las personas que llegan aquí es su primer contacto con un punto de información y orientación; a partir de ahí, nosotros le ponemos en el circuito de los servicios tanto públicos como privados a los que puede acudir en la ciudad. Esa es una parte importante, la información y el asesoramiento, porque también hay que tener en cuenta que la normativa de extranjería es muy compleja, cualquier tema que tenga que ver con inmigrantes hay que asesorarles bien porque si no se te puede complicar todo, desde una inserción laboral que estés gestionando a cualquier otro proceso. También sigue siendo necesario trabajar la intermediación intercultural. Ceain ha evolucionado. A diferencia de lo que nos ocurría en los primeros años, el foco de muchos de nuestros programas está más puesto ahora en la integración y en la intervención comunitaria, creemos que hay que trabajar con toda la sociedad de acogida, hay que avanzar en que personas que llevan ya aquí un tiempo participen por ejemplo en el tejido asociativo, no sólo en asociaciones constituidas por inmigrantes, sino de vecinos, mujeres. Ahí tenemos no sólo el proyecto en la zona Sur sino también el proyecto 'Puente', que se lleva a cabo en la zona Centro, para propiciar espacios de encuentros e interrelación entre la población inmigrante y la autóctona. La acogida ha sido muy buena. Aunque parezca mentira, ha hecho que mucha gente conozca al de al lado. Ceain ha ido evolucionando hacia proyectos de este tipo, porque creemos que el presente es el futuro. Más allá de los titulares de las personas que intentan entrar en el país, el reto está en cómo gestionamos la inmigración que tenemos, más que la inmigración, la diversidad, porque esto ya es un tema irreversible y las cosas irán peor, mejor o regular, dependiendo de lo que hagamos. Si no combatimos los prejuicios y los estereotipos, al final nos comen.
-¿Observan todavía muchos prejuicios?
-En general podemos decir que la sociedad española, y la jerezana por supuesto, ha demostrado una gran sensatez. No ha pasado como en otros países que han ligado la crisis a la inmigración como chivo expiatorio. Esto ha sido caldo de cultivo para que nacieran incluso formaciones políticas de ultraderecha, que hacen al inmigrante culpable de todos los males. Esto no ha sucedido afortunadamente en España, lo cual no significa que no tengamos problemas. Es más necesario que nunca la educación en valores, porque si tú te vas a un instituto o a una asociación de vecinos te das cuenta que enseguida emergen los estereotipos y los prejuicios y la mayoría proceden del desconocimiento. Aunque parezca mentira hay que estar trabajando permanentemente porque si no, se produce un retroceso. Toda esta gente que se está educando ahora tiene que convivir con una sociedad que es plural, y hay que prepararse para eso. Esa ensoñación de algunos de que España vuelva a ser una sociedad monocultural, primero que nunca lo fue, pero además es que te guste más o te guste menos es lo que vamos a tener. Así que hay que prepararse para poder sacar todo lo positivo de esa diversidad, saber gestionar los conflictos que puedan originarse, porque el modelo intercultural reconoce la existencia de conflictos, la diferencia es que se afrontan de manera positiva, no se tapan. Ahí creemos que Ceain tiene un papel importante como mediadores y agentes de sensibilización. Para nosotros abrirnos a toda la comunidad, al barrio, también ha sido un aprendizaje, porque muchas veces entidades tan especializadas como la nuestra caes en el error de mirarnos solo a nosotros y llega un momento que es mucho más útil en lugar de hablar, por ejemplo, de cómo hacemos para integrar a los inmigrantes en la escuela, el reto es cómo hacer una escuela más inclusiva para todos.
-Ha hablado de estereotipos y me viene también a la cabeza esa idea tan extendida, y más ahora en tiempos de crisis, de que los inmigrantes tienen más privilegios a la hora de recibir ayudas sociales.
- Precisamente hay un programa nuevo, 'Stop Rumores', que se va a poner en marcha en toda Andalucía, con tres puntos de apoyo en Málaga, Sevilla y Jerez y que tiene que ver con desarrollar una estrategia, una red anti rumor, que va a implicar a diferentes entidades sociales y públicas para desactivar los rumores. Porque, claro, esto es muy curioso. Se instala la idea de que los inmigrantes son privilegiados en la recepción de ayudas sociales ¿Y cómo quitas tú esa idea? Los servicios sociales te pueden acreditar con cifras que no es cierto, pero da igual, la gente sigue teniendo esa idea, es como lo de que los chinos no pagan impuestos. Y tampoco tiene que ver con el tema de la formación porque lo mismo te lo dice una persona sin formación que un licenciado universitario y se queda tan ancho. El rumor tiene varias características, primero se expande rápidamente, es fácilmente asimilable y conecta con preocupaciones que tiene la gente y se instala como una verdad. Entonces, ¿cómo hacemos? Para desactivar este rumor, por ejemplo el de las ayudas sociales por supuesto hay que divulgar la información objetiva y concreta: si hay familias inmigrantes entre los que han recibido ayudas es porque han cumplido una serie de baremos, entre los cuales no hay ninguno que diga se lo damos porque usted es marroquí. Pero decir esto no es suficiente, hay que utilizar los mismos canales que utilizan los rumores para expandirse, utilizar las redes sociales, y el proyecto incluye también la formación de agentes en estrategias y herramientas para desactivar los rumores. Este proyecto ya se puso en marcha en Barcelona y la verdad es que da resultados.
- ¿Cómo es la inmigración instalada en Jerez?
- Nosotros atendimos en 2013 a 1.268 personas, siguen siendo más mujeres que hombres y se corresponde con los porcentajes de población inmigrante que hay en Jerez. Esto se mantiene más o menos igual que en años anteriores. Por zonas de procedencia, las personas que vienen de Latinoamérica son las mayoritarias, especialmente Bolivia, luego África, que hay varias zonas, desde el Magreb, con los marroquíes, que es el colectivo más veterano en la ciudad, pero también subsaharianos y los saharauis. Luego europeos, fundamentalmente rumanos. El tramo de edad, se mantiene: una población joven y activa, aunque también es cierto que va aumentando el segmento de jóvenes, sobre todo, por los chavales extutelados de la Junta que, con la mayoría de edad, se quedan en muchos casos en situación irregular, sin ningún tipo de amparo. Es un perfil que sigue aumentado, pero también los inmigrantes se van haciendo más mayores, por eso hablamos de una perspectiva de futuro. Con la crisis, igual que nos pasa a nosotros, las personas que están llegando nuevas incluso están más formadas. El perfil de los inmigrantes es muy similar al de autóctonos en cuanto a formación. Es decir llega gente aún más formada y también hay más autónomos, porque no les queda otra.
- ¿Qué es lo que más demandan cuando llegan a Ceain?
-Tenemos mucha demanda de asesoramiento sobre la renovación de permisos, el tema de la documentación sigue siendo clave porque hay gente que ha tenido un permiso de residencia temporal durante unos años y ahora está en riesgo de perderlo porque no se le renueva al estar en desempleo. No pueden acreditar una actividad laboral, no tienen contrato y vuelven a estar en situación irregular. Es muy preocupante, porque desde que se empezó a hablar de inmigración, de vez en cuando se hace una cosa que se llama regularización, que el Gobierno que lo pone en marcha dice que es la última, y ya se han hecho seis o siete. Esto obedece a que va creciendo la bolsa de personas en situación irregular no tanto por los que van llegando sino por los que pierden su permiso de residencia y se quedan en situación irregular, al quedarse en el desempleo. Llegará un momento en que tendrán que volver a regularizar porque son personas arraigadas aquí. Esto nos preocupa y pedimos que se flexibilicen los requisitos, es decir, si una persona acredita que está en búsqueda activa de empleo y no lo ha encontrado, por algo será, como otra tanta gente, pero por eso no debe perder su estatus legal porque además, es que no se va a marchar.
- Las dificultades para encontrar vivienda fue también en su momento un grave problema.
- Ahora tenemos un programa de vivienda en el que hacemos de mediadores con el propietario para el alquiler. Es una estrategia que suele funcionar porque de alguna forma venimos a avalar que esa persona está siendo atendida y apoyada por nuestra asociación, y que puede alquilar la vivienda sin problema. Tenemos una bolsa de viviendas que divulgamos entre las personas inmigrantes y luego por otro lado, damos ayudas puntuales a personas que no llegan para pagar el mes de alquiler, o necesitan ayuda para un frigorífico. De hecho en 2013 hemos duplicado las ayudas económicas en relación a 2012. El tema social lo trabajamos en red con los servicios sociales comunitarios. El problema es la gran necesidad que hay. Un dato que para nosotros sí es nuevo es que en 2013 gestionamos la entrega de alimentos a 58 familias a través del Banco de Alimentos, era algo que antes no hacíamos.
- Dada la actual situación, el empleo será evidentemente lo que más demandas genere.
- Es importante además porque es la vía más segura para la inserción social. En 2013 conseguimos 31 inserciones laborales a través de los programas de orientación laboral, en los que se atendieron a 395 personas. También se hizo un trabajo intensivo con empresas, en el marco del programa Redes para el Empleo, y que consistía en llegar a acuerdos de colaboración con empresas de forma que se hacían prácticas formativas no remuneradas. Servían un poco para romper eso de la pescadilla que se muerde la cola, personas que no llegaban a ser empleados nunca porque no tenían experiencia laboral. Más del 50% de estas prácticas formativas acaban en inserción laboral. Las empresas en muchos casos se llevan sorpresas porque los inmigrantes son personas muy formadas, que manejan varios idiomas. Este servicio tiene sentido, porque además asesoramos a los empresarios a la hora de contratar a una persona inmigrante y por otro lado, a los inmigrantes a saber cómo van los circuitos de búsqueda de empleo aquí, porque en muchos casos tienen que empezar por homologar los títulos, que es un verdadero problema. Hay ya muchas empresas que tienen un plantilla diversa y hay que sensibilizar al empresario sobre que si gestiona bien la diversidad le va a ir mejor su empresa. Esto que ya sabe el mundo anglosajón desde hace tiempo, y que han sacado partido la diversidad.
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