El secretario de Estado de Agricultura, Josep Puxeu, mostró hoy su satisfacción por el acuerdo alcanzado esta semana en la negociación final de la OCM del vino en Bruselas y advirtió que, de no haber logrado cambiar la propuesta original de la Unión Europea, el cambio para el sector hubiera sido «cruel y traumático».

En declaraciones a los periodistas en Jerez de la Frontera, reconoció que en muchos momentos de la negociación «esto tenía muy mala pinta», especialmente para el sector destinado a la producción de alcohol para uso de boca (bebidas espirituosas), debido a la visión que tenían gran parte de países no productores sobre la necesidad de mantener las ayudas. En este sentido, recordó que la gran mayoría de ellos consideraban que estas prestaciones se reducían a «quemar» los excedentes de la uva.

Una vez superada la recta final de esta reforma, Puxeu cree que la nueva OCM del vino contribuirá a «favorecer» la consolidación del sector hasta el año 2018, si bien dejó claro que el sector deberá seguir trabajando para «consolidar» su futuro.

Así, advirtió que a partir del cuarto año de la entrada en vigor de la OCM, los productores deberán de estar expensas a las medidas que adopten el Estado y la UE.

Por último, el secretario de Estado de Agricultura destacó el importante punto de inflexión que marcó en las negociaciones la visita de la comisaria europea de Agricultura, Mariann Fischer Boel, al Marco de Jerez y gracias a la cual «se convenció de la importancia de sectores como el brandy y la gran cantidad de puestos de trabajos que peligraban».