El decano del Colegio de Jerez, Marcos Camacho O´Neale, destacó ayer que los cuatro "compañeros" que fueron condecorados con las más altas distinciones de la Abogacía "se han entregado con cuerpo y alma a su profesión. El acto que celebramos hoy (ayer para el lector)no tiene parangón con ninguno de los que celebramos pues se rinde homenaje de un compañero a otro".

Todos los letrados distinguidos recordaron en sus alocuciones la figura del fallecido Ignacio Morales Lupiañez (que fuera decano del Colegio jerezano) e impulsor, entre otros asuntos, de la actual sede colegial de la calle Sevilla y de diferentes servicios a los letrados locales.

Autoridades legales, políticas y del Estado arroparon a los letrados. La mayoría delos decanos andaluces acudió también. El abogado Jesús González de la Peña y Gutiérrez de Gandarilla resumió el sentir de los presentes: "Estoy muy orgulloso porque es una distinción que viene de todos los compañeros. Es una medalla al servicio de la abogacía y de sus órganos colegiados. Han considerado que, tras 34 años, no sólo me he dedicado a ejercer esta profesión, sino también a mi trabajo en distintos áreas como en la junta de gobierno o la escuela de práctica jurídica".

Este letrado habló también de la crisis y su repercusiones legales: "La sociedad debe reconocer la labor que hacemos, cada día es el mayor número de personas que acude al servicio de asistencia jurídica. Otro problema que tenemos son las sedes judiciales que deben estar en condiciones dignas tanto para los abogados como los funcionarios. La dispersión actual de los juzgados en Jerez no nos favorece: lo ideal sería que todos estuvieran juntos para dar un mejor servicio".