La soledad del cónsul

"Me siento un gran olvidado porque creo que podría haber contribuido más por la ciudad. Pero no, no hay respuesta"

Jorge Mundt, en su despacho del consulado de Alemania, en la avenida Duque de Abrantes, hace algunos días.
Jorge Mundt, en su despacho del consulado de Alemania, en la avenida Duque de Abrantes, hace algunos días.
Juan P. Simo / Jerez

24 de mayo 2009 - 01:00

Cada mañana, sin falta, anda entre papeles y visitas en la sede del Consulado alemán, en Duque de Abrantes. Esta entrevista es, por tanto, un respiro para Jurgen Mundt (Hamburgo, 1938). En algunos meses dejará el consulado tras casi veinte años. Entretanto, ahí seguirá solo resolviendo y resolviendo. 71 años y ahí sigue el tío, hecho un chaval, con su enorme personalidad, educadísimo, ameno y dicharachero. No he encontrado cosa igual. Si no fuera por su aspecto, este hombre ya sería jerezano.

- ¿No se cansa?

-No, no, no me canso. Yo debería haberme retirado a los 65 años, edad obligatoria en Alemania. Soy empleado general del Ministerio de Asuntos Exteriores alemán, pero sin sueldo, de honor, pero con las mismas obligaciones que un profesional, que a los 65 te mandan a tu casa y se acabó. En mi caso no ha ocurrido y cuando el embajador, el cuarto que he conocido, me pregunta cómo es que no encontramos un sucesor para mí, le contesto llanamente: '¿Tú crees que hay algun idiota que quiera trabajar de 6 a 7 horas diarias por sus paisanos? Eso no se encuentra'. Este trabajo es muy intenso, pero es tan amplio que a mí me resulta enormemente atractivo, porque me mantiene mentalmente fresco y joven.

-¿Aquí no se pide dinero?

-No, piden de todo pero muchas vece ayuda sicológica, alemanes que se encuentran solos, que no tienen nadie que les escuche. Yo soy una especie de cura que se sienta aquí y escucha a estos necesitados. Vienen casos de matrimonios, de maltrato de género... Luego están los casos típicos, los que vienen de vacaciones y les roban lo que llevan encima y no pueden volver a Alemania porque no tienen pasaporte. He vivido también muchos casos dramáticos, a veces por problemas de idioma.

-Usted, ahí sentado, señor cónsul, la crisis le resbala, ¿no?

-Bueno, soy cónsul honorario, que no viene de honorarios precisamente. Sí me afecta en algún sentido, pero nunca desde el punto de vista del trabajo, nunca lo perderé. Pero la crisis supone un mayor número de personas con necesidades de atención social, económica... No podemos ayudarles económicamente, pero sí orientarles para abordar la fórmula para solventar ese problema y cómo solicitar una ayuda, incluso establecer nexos con las instituciones y el que pide.

- ¿Sus paisanos nos entienden?

-Os entienden perfectamente. Creo que el contraste tan profundo entre la mentalidad alemana, rígida y fría, egocéntrica, se complementa mucho con la tremenda capacidad de vivir del español con cierta alegría, entrega, apertura, amabilidad... es una comprensación tremenda. Y no podemos olvidar que la Historia ha contruibuido a relacionar bien a alemanes y españoles, porque ni hemos tenido fronteras comunes, fuente siempre de conflictos; tampoco guerras, hemos compartido reyes...

- ¿Qué no soportan de España?

-Simplemente, lo que más les cuesta creer es en la lentitud de algunas gestiones oficiales. Le produce el mismo efecto de desconcierto que al español: que la justicia, a mi entender, no funciona; eso es una crítica de muchos, yo no critico a la justicia española, más bien comparto la crítica de algunos alemanes. Cuando el señor Pacheco decía que era un cachondeo, yo añadiría: 'Y además es un desastre aparte de cachondeo'. Mire el caso de los piratas de Somalia, que no supieron qué hacer, fue demencial, no tiene otra palabra.

-¿Y del ruido no se quejan?

-El ruido es una forma propia del pueblo, aquí más que en el norte, que forma parte de esa alegría de vivir, porque curiosamente aquí, en Andalucía, donde había un predominio de señoritos y una pobreza generalizada, yo siempre decía cuando llegué: 'Si hay alguna región autónoma en España que tenga derecho a poner bombas es Andalucía'. No los vascos, que siempre han sido ricos y muy industriales y tenían una burguesía media muy importante.

-Quizás tenga crisis de consultas.

-La crisis me afecta en la medida que los problemas crecen, y eso nos obliga a involucrarnos más en ellos para buscar soluciones. Le puedo decir que hay alemanes que vuelven a su país a estas alturas después de muchos años viviendo aquí y hay menos movimiento migratorio clandestino que intenta llegar a España. Éso se debe a la tremenda crisis. ¿Cómo salir de ahí? Pues yo no lo sé, francamente, pero tal como lo veo y los medios que se están adoptando, no quiero darle la razón al señor Rajoy, que tampoco me satisface porque no aporta ninguna, pero lo que hacen estos señores que ahora gobiernan es algo que no conduce a nada, lamentablemente. Es que yo creo que estamos demasiado pendientes de qué hace el señor Obama y cómo resuelve su problema, que es profundamente diferente al nuestro y, por tanto, no puede aplicarse la misma medicina de un caso a otro .

-Y luego está la crisis de valores.

-Hoy día, todo el mundo actúa bajo el lema del 'sálvese quien pueda', independientemente de cómo afecta a los demás. El 'sálvese quien pueda' es el que tiene el remo del barco y ese es el que tiene en la fábrica ciento o miles de empleados que se van a la puñetera calle sin saber qué sera de su futuro mientras él procura salvar como mínimo, sino el barco, el remo... Juan Pedro, la vida es así, no podemos cambiarla.

- ¿Esto va a durar mucho?

-La curva de la crisis va a llegar a mediados del año que viene y, a partir de ahí, habrá síntomas de una paralización del avance de la crisis y una lenta recuperación. Pero una cosa, y yo soy muy viejo y más sabe el demonio por viejo que por demonio: mi experiencia es que necesitaremos años para recuperar un nivel similar al anterior. Pero el estado social, como lo hemos conocido dos o tres años antes de la crisis, ese no lo recuperaremos nunca más.Y espero que la gente haya aprendido.

-¿Sigue sintiéndose el 'gran olvidado' de Jerez?

-Me siento así porque en cierto modo yo creo que podría haber contribuido más. Me llaman la atención las instituciones: Política u oficialmente, he tenido con Pedro Pacheco una situación permanentemente tensa mientras fue alcalde. Sin embargo, cuando le veo, me abraza... Hola, cómo estás, qué 'monstruo' y... amigos. Y tras él, han sido alcaldes de poca duración y además alcaldes que no sé si tienen la vision que tenía Pedro; Pedro tiene defectos, muchos defectos, pero también ha contribuido mucho a cambiar esta ciudad, sobre todo la imagen. Ha entrampado la ciudad, sí, pero al menos se ve. Pero los actuales y la señora García-Pelayo no se han acordado de que existe un consulado alemán. Nos vemos de vez en cuando en un acto oficial, eso es todo. Cada vez que la visito, y la he visitado con varios embajadores donde hemos ofrecido colaboración para traer capital alemán, para traer turismo... Y no, no hay respuesta. Se le ofrece... dice que sí... Pero es que creo que están más preocupados de su propia silla, que la mantengan cuanto más tiempo mejor, que de los demás problemas. Pero, ¿y tú qué opinas?

- ¿De política...?

-¿Política? Hablemos claro. La política actual no es política. Eso no existe como tal. El concepto claro y puro de política la han matado. La han matado, lo siento. Lo malo es lo que viene después. ¿Tú puedes figurarte un empresario que por esas circunstancias le iba bien, que mantenía a su familia, que tenía un número de empleados y que, por esa crisis , porque no han sabido controlarlo desde arriba, porque eso se veía venir y que nadie dijera: 'Miren, no construyan más, no construyan y menos lo que no se puede vender'? Es el mismo problema que el jerez; éso no puede funcionar. Y lo debían de haber avisado a tiempo, haberle puesto cerca al campo. Y lo han dejado pasar. Y todos se ha enriquecido enormemente, sobre todo a esas esferas y niveles; hay muchos y todavía estan ahí esos coletazos y todos los días están buscando a uno que se ha quedado con el dinero de los demás. Y eso no es justo. Cómo te justificas como político ante un pueblo cuando te tiene que echar en cara: 'Ustedes roban todos'. Esto no funciona. Y los van a votar otra vez. Y si tú me preguntas a quién votaría, te diría: 'Pues no tengo ni puñetera idea,porque no hay nadie que me haga decir: votaré a éste.'

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