ANTONIO LARA. EMIGRANTE RETORNADO

"El sueño de volver a mi país se ha convertido en una pesadilla"

  • Dejando atrás una hija de seis meses, llegó a Francia sin olvidarse en ningún momento de Jerez

Un Antonio Lara con 21 años decidió dejar su Jerez para poner rumbo a Francia. En la ciudad dejaba a su mujer y su hija, con seis meses. En la maleta, la ilusión de un trabajo que encontró en la carpintería, "me contrataron ocho días de prueba y después de dos horas el puesto ya era mío". Esto le permitió reunir a su familia en el país galo solo medio año después. Se sonríe con nostalgia al recordar el viaje, "no era como ahora. Trenes atestados de gente y niños, muchas horas, mucha inseguridad, y las maletas por las ventanas". El llegar tampoco fue fácil, "sin conocer el idioma, la nieve, el hielo, la cultura, la forma de trabajar... Sufrí mucho al principio".

 

El jerezano asegura que "quería dormirme y despertarme con 60 años, jubilarme y tener que volver a España... Ahora el sueño se ha convertido en una pesadilla". Volvió en 2001, y asegura que incluso "me tacharon de pesado en la Agencia Tributaria porque no me creía que no tuviera que declarar mi pensión. Incluso me dieron un número de teléfono para llamar a Madrid, la central. Allí, me comentaron que sí, que efectivamente tenía que declarar mi renta tras llevar dos años empadronado en España. En Jerez contradecían esa información y me decía que no me preocupara, que no pasaría nada. Hasta que ha pasado".

 

Tras recibir la notificación de Hacienda, asegura que "me reconocieron que nos han informado mal". "Esto no es otra cosa que una medida recaudatoria de dinero por parte de los populares", resume.

 

Se altera al razonar "queremos pagar, pero que nos quiten las multas". En su caso, está pagando lo que debe "poco a poco, con 500 euros al mes. Y por ahora solo son 2008 y 2012". Este pago a plazos, "encima tiene más intereses, por eso estoy tramitando mi vuelta a Francia. En el momento que me vengan los recibos de los otros años me embargarán el piso... Y al menos allí estaría con mi familia". La ilusión le vuelve al recordar que en el país vecino le esperan sus dos bisnietos.

 

La pena se le dibuja en la cra cuando tiene que reconocer "que se me parte el corazón cuando le tengo que negar la ayuda a mis hijas. El problema del paro continúa en la familia y ya no puedo colaborar. Incluso las he quitado de la herencia, para que si me pasara algo antes de terminar de pagar lo que debo no les queden a ellas la deuda".

"Con la alegría que nosotros teníamos de venirnos en nuestra vejez, todo se fue al traste", dice el jerezano, con la mirada perdida entre recuerdos. "Pensando que iba a vivir bien con mi pensión y vengo y me encuentro con una hipoteca para el resto de mi vida. Nos están machacando".

 

Antonio menciona que es "un problema generalizado" y como anécdota cuenta que en las filas de los socialistas "nos entienden porque uno de los diputados es un afectado. Su padre emigró a Alemania y él mismo era quien se encargaba de hablar con la Agencia Tributaria y sabe de primera mano que no pedía tributar".

 

Recordando su primera llegada a Francia, el jerezano apuntilla mientras asiente con la sabiduría que dan los años y el haber estado en el otro lado que "a nosotros no nos recibieron con balas de goma... Nos abrieron los brazos y nos dieron muchas cosas. En definitiva, todo lo que somos hoy".

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