El 15 de marzo de 2023, el Teatro de la Zarzuela anunciaba la designación de Isamay Benavente como nueva directora. La decisión sorprendió al mundo de la cultura en Jerez, si bien es cierto que la marcha de la gestora linense no se produciría hasta el 1 de noviembre, el tiempo suficiente para reestructurar el Teatro Villamarta y buscar un nuevo faro para los próximos años.

La noticia llegaría además en medio del proceso de estabilización de la plantilla, un proceso que se encuentra dando sus últimos pasos, y con el que, como ha reconocido la ya ex directora, daba por cerrada su etapa en Jerez de manera satisfactoria.

Hoy, casi ocho meses después, el Teatro Villamarta se encuentra descabezado, sin director o directora que dé la cara por esta institución, y de momento, sin ningún aspirante al cargo. A esta situación de vacío, se une la jubilación del actual subdirector de producción y servicios escénicos, Javier Sabadíe.

En los últimos meses, los rumores han sido variados. Algunos apuntaban a un modelo continuista, siguiendo la política establecida en 2008 cuando Paco López abandonó el teatro y su lugar lo ocupó Isamay, que entonces se encargaba del área de producción. Esta posibilidad contaba además con el apoyo de muchos artistas de la ciudad, que veían en la figura de Maribel Collantes, actual responsable de producción, como un recambio apropiado. Sin embargo, todo ha quedado en un rumor.

Otras de las posibilidades a seguir, es la de abrir un concurso público para optar a la dirección, algo parecido a lo que en su día se hizo con el Instituto Andaluz de Flamenco, que dicho sea de paso, trajo alguna que otra polémica notable, al entender muchos de los aspirantes a la plaza que se había hecho un traje a medida para una persona concreta. ¿Pasará lo mismo en Jerez?

Tampoco se descarta una elección directa por parte del Ayuntamiento, de hecho, la propia alcaldesa se ha entrevistado personalmente con algunos candidatos/as en las últimas semanas, si bien es cierto que nada ha trascendido, por lo que no sería de extrañar que el anuncio del nuevo o nueva directora se produjese pronto.  

De momento, la realidad, a la espera de que el Ayuntamiento se pronuncie sobre cuál va a ser el futuro del Teatro Villamarta, es que el coliseo jerezano, el principal espacio cultural de la ciudad, está descabezado. Esta circunstancia, en caso de que finalmente siga adelante la opción concurso público (para el que por cierto ya suenan muchos nombres), se mantendrá unos meses más, toda vez que un proceso administrativo de esta índole, se puede alargar como mínimo por espacio de dos o tres meses. 

Mientras, el teatro seguirá sin una cabeza visible, y no es de extrañar que lleguemos a la primera gran cita del año, el Festival de Jerez, y el Villamarta no tenga su habitual faro.

Lo que no hay que olvidar, por encima de todo, es que Isamay Benavente ha dejado la programación cerrada hasta el mes de junio, y a partir de ahí, no hay nada más. Esperemos que, por el bien de la cultura en Jerez, está cuestión se arregle pronto.