A falta de tener todos los datos que proporcionarán los informes de los jefes de día y el de las propias hermandades, el Consejo, a través de su presidente, Pedro Pérez, hace una primera evaluación totalmente positiva del desarrollo de la Semana Santa tanto en el aspecto cofrade como en el ámbito de seguridad y coordinación con los servicios policiales, de urgencias y municipales.

Pedro Pérez, que ha vivido su última Semana Santa como presidente, argumenta que ha sido positiva "por muchas circunstancias. Casi todas las hermandades han salido, mostrando una gran categoría en su presencia en las calles". Destaca también "el gran ambiente en las calles con un público muy respetuoso con las cofradías e incluso colaborando con ellas", subrayando que "se ha dado una gran testimonio". El presidente del organismo cofrade considera asimismo que la organización por parte del Consejo ha sido buena, "el Cecop ha funcionado muy bien en su labor de coordinación", y señala que "no vemos ningún lunar negro" en este sentido. Ahora resta analizar los retrasos e incidencias de importancia meramente cofrades y sus causas. Entre esos flecos pendientes están las quejas de la Hermandad del Perdón tras haber sufrido el Domingo de Ramos una importante mojada, que le sobrevino, según espeta la hermandad, por el tiempo que perdió en poder entrar en la Catedral y salir de ella; también la Hermandad de la Lanzada no ha ocultado su malestar por el retraso de una media hora que padeció el Jueves Santo, de regreso al Carmen, que achacan a La Redención, lo que le ha supuesto un sobre coste económico en el pago de la banda de música.

En general, los contratiempos en las hermandades se resumen en una hermandad que se quedó sin salir, La Defensión; dos sufrieron una fuerte mojada, El Perdón y La Estrella; una se quedó en la Catedral, El Transporte: Angustias, Coronación y Amor, no llegaron a la Catedral, precipitando sus regresos ante la amenaza de lluvia. Todas estas incidencias, sucedidas desde el Domingo hasta el Viernes, fueron como consecuencia del mal tiempo, que se padeció menos de lo previsto en los primeros días.

Finalmente, fue el Domingo de Ramos el día más castigado, seguido del Martes y escapándose por los pelos el Lunes, cuando ese era el día que peores previsiones tenía en lo meteorológico. En otras incidencias, solo señalar el percance del Jueves Santo con el desprendimiento de la gloria del techo de palio del paso de La Confortación.