El consejero de Economía y Conocimiento, Antonio Ramírez de Arellano, destacó ayer la importancia de la investigación y la innovación para lograr productos enológicos de calidad y tener así una oferta diferenciada que permita abrir mercados.

El titular andaluz de Economía subrayó en este sentido durante una visita a las bodegas Luis Pérez en Jerez la necesaria conexión entre el campo y la universidad.

Las bodegas Luis Pérez muestran al consejero sus vinos y nuevos proyectos enoturísticos

La Consejería de Economía explica en un comunicado que el trabajo de las bodegas Luis Pérez ha permitido mejorar las prácticas del cultivo del viñedo y realizar ensayos con parte de la producción para lograr mayores cotas de calidad en los vinos.

Según la Junta, en la provincia hay 400 hectáreas de viñedos dedicadas a la producción de tintos de la Tierra de Cádiz en más de una veintena de explotaciones, de las que la mitad elaboran o están en proceso de elaborar sus productos en sus propias explotaciones.

Por su parte, Luis Pérez, fundador de la bodega, catedrático de Tecnología de los Alimentos de la Universidad de Cádiz y Medalla de Oro al Mérito en la Investigación Enológica, explicó los proyectos de la empresa, que se distingue por la elaboración de "vinos de autor". Luis Pérez también está inscrita en el registro de bodegas del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Jerez-Xérès-Sherry y Manzanilla de Sanlúcar, para lo que adquirió la antigua viña de Sandeman El Corregidor, cuyas instalaciones proyecta rehabilitar para la construcción de una bodega que presida el viñedo del que ya han salido al mercado los primeros jereces.

La bodega se ubica en la finca Vistahermosa, una parcela con 13 hectáreas de viñedo plantadas con las variedades de uvas tintas Syrah, Petit Verdot, Merlot, Tempranillo y Cabernet Sauvignon, con las que se elaboran 65.000 botellas al año. Sus marcas más conocidas de tintos de la Tierra de Cádiz son Garum y Samaruco.

La empresa impulsa en la actualidad un proyecto de enoturismo con la construcción de un jardín destinado a la interpretación vitícola. Para ello se habilitará una zona aterrazada donde se mostrarán las distintas variedades de las viníferas más importantes, oferta que complementará las charlas, catas y demás actividades que actualmente se desarrollan en el caserío de la finca, rehabilitado para este fin.