18.000 toneladas de 'huerta' de Jerez rumbo a Europa

La producción hortícola de la comarca

La empresa jerezana Sherryquality surte de hortalizas desde La Barca a las grandes cadenas de supermercados de seis países. Explota ya mil hectáreas de superficie cultivada

18.000 toneladas de 'huerta' de Jerez rumbo a Europa
18.000 toneladas de 'huerta' de Jerez rumbo a Europa
Manuel Moure

Jerez, 27 de marzo 2014 - 01:00

Buena parte de Europa come hortalizas jerezanas. Tal y como suena. La empresa jerezana Sherryquality SL nació en 2008 de la mano de dos ingenieros técnicos agrícolas que decidieron apostar por llevar los productos de la huerta de la Vega del Guadalete a las mesas de cientos de millones de ciudadanos de la Unión. Según explican los socios José Carranza y Gonzalo Navarro, "a los productos de la comarca de Jerez se han unido las producciones de otras localidades de la provincia como, por ejemplo, Benalup o Chipiona, entre otras".

Básicamente, lo que hacen estos jóvenes empresarios locales es trabajar para las empaquetadoras, las compañías que envasan las hortalizas para los grandes distribuidores del sector alimentario, caso por ejemplo de cadenas tan conocidas como las inglesas Tesco y Asda, las alemanas Lidl, Rewe, Metro o Aldi, la francesa Carrefour, también presente en Bélgica, la holandesa Albert Hein o la suiza Coop. Son ellas las que, con duros parámetros de calidad, exigen que los productos que vayan a recepcionar sean sencillamente perfectos. En la actualidad colocan en Europa 10 millones de kilos de patatas y 15 millones de unidades de mazorcas de maíz dulce fresco (4 millones de kilos). Esto viene a suponer el 80% de su producción. El 20% restante lo componente otros cultivos tales como la cebolla, la remolacha de mesa, la zanahoria, el boniato, el calabacín y varios tipos de coles. Este 20% supone otros 4 millones de kilos de hortalizas.

Tanto Gonzalo Navarro como José Carranza acumularon una amplia experiencia previa tras trabajar durante 10 años precisamente para las empresas extranjeras que buscan obtener en los países cálidos del sur de Europa el suministro de hortalizas que por el frío se les corta tras el verano.

"Los distribuidores quieren asegurar el suministro los doce meses del año. Es por ello que tiran de producción propia hasta que deben buscar nuevos productores con la premisa de que estén lo más cerca posible". La razón no es otra que los altos precios de la logística, es decir, el dinero que cuesta colocar un producto desde el país productor al país consumidor.

Los meses más fuertes de Sherryquality se comprenden entre mediados de abril y finales de julio, si bien el trabajo en las naves de la compañía (instalada en La Barca de la Florida) no se para durante todo el año, dando trabajo en temporada de recolección a más de 150 personas y 30 los nueve meses restantes. "Tal fue el volumen de trabajo que el año pasado estuvimos a tope hasta en agosto", apunta José Carranza. Cabe destacar que la compañía se mudó a dichas instalaciones hace un año. Anteriormente estaban ocupadas por una empresa alemana. Ellos comenzaron a hacer su trabajo "llamando por teléfono desde donde buenamente se podía, con el portátil y con la oficina prácticamente montada dentro de un coche". Los esfuerzos, ya se ve, han merecido la pena. "Todo comenzó -recuerdan- cuando vimos una oportunidad de negocio, hablamos con los clientes y, básicamente, comenzamos a trabajar con programa". ¿Qué significa 'programa'? "Pues básicamente que el cliente seis meses antes te dice qué quiere, cuánto quiere y al precio al que lo quiere".

El principal objetivo de Sherryquality pasa ante todo por atender la demanda. Es por ello que incluso han comenzado a invertir en Marruecos. "En cierto aspecto -apunta Gonzalo Navarro- es como si fuera una finca más donde nos surtimos de maíz y calabacines". Estos empresarios trabajan a precio cerrado con sus clientes. Es decir, pactan de antemano las cantidades, las calidades y el precio. Éste ya puede oscilar al alza, como acaeció el año pasado, que el cliente pagará lo apalabrado. La relación con los agricultores es igualmente especial. "Al principio debimos vencer sus temores, pero cuando comprueban que lo hablado es ley se muestran satisfechos y apuestan por seguir con nosotros". Con indisimulado orgullo señalan que "podemos asegurar que nadie le paga a los agricultores como nosotros. Igual, es posible, pero más no". "Uno de los fallos habituales en este sector suele ser no valorar al agricultor, al cual terminan quemando", aseguran ambos. En la actualidad tienen una decena de agricultores trabajando la tierra y unas mil hectáreas de superficie cultivada con productos hortícolas. "Entre lo más importante de trabajar con programa se encuentra que se garantiza una renta mínima a los agricultores", apuntan, antes de señalar que "a su vez nosotros procuramos las semillas, ejercemos la dirección técnica de los cultivos y también afrontamos la recolección".

En cierto aspecto, valga el ejemplo, los propietarios de Sherryquality ejercen de "solucionadores de problemas" para las grandes distribuidoras. "Vamos del brazo de estas grandes empresas que les empaquetan sus productos y le facilitamos lo que desean. Cuando el trabajo se hace bien y hay compromiso, la relación suele ser próspera y duradera", señalan estos dos ingenieros técnicos agrícolas.

Hace un año que se mudaron y ya han comenzado a construir las cámaras, donde los productos de la huerta se conservan entre 3 y 4 grados centígrados de temperatura para mantenerlas con todo su frescor. La inversión realizada, que roza el millón de euros, ha comenzado a dar sus frutos. "No en vano, en la actualidad podemos tener invertidos en los campos del orden de dos millones de euros en semillas, riegos...", señalan José Carranza y Gonzalo Navarro. Atrás comienzan a quedar aquellos tiempos en los que lo subcontrataban absolutamentetodo, "desde la maquinaria a las cámaras", para pasar ahora a adquirir cuanto les es necesario para desarrollar su trabajo.

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