Hasta el próximo día 30 podrá votarse a través de internet por una de las tres propuestas arquitectónicas de remodelación de la Torre Tío Pepe del circuito de velocidad. En la mañana de ayer, en la sala de catas de Bodegas González Byass, empresa patrocinadora de esta intervención, se presentaron las tres ideas arquitectónicas que han sido elegidas finalistas por un jurado técnico que se encargó de analizar previamente las cinco que se presentaron al concurso público convocado por el trazado y la firma bodeguera.

La primera de las propuestas presentadas lleva por nombre 'Xerez, Jerez, Sherry' y ha sido ideada por los arquitectos Tomás Osborne y José Carlos Oliva. Su propuesta va encaminada a revestir la torre con vidrios de colores de los principales vinos de jerez como el fino, el oloroso o el pedro ximénez. La segunda de las propuestas lleva por nombre 'Envuelta para regalo' y ha sido elaborada por Antonio Carrero Lérida. Su planteamiento tiene como objetivo homonogeneizar la imagen de esta vigía con otro de los símbolos del trazado, el 'ovni' de la meta de llegada, por lo que plantea un revestimiento exterior en forma elíptica que sirva también como superficie para vender el nombre de Jerez. Y el tercero de los proyectos se titula 'Al compás de Jerez' y está suscrito por Jesús Orúe y Sergio Lucena. Su propuesta es la de hacer de la torre una gran botella con una fachada decorada con letras tipográficas que rememoran las utilizadas por las bodegas. Plantea, además, un incremento de la altura de la torre con una estructura de acero que la refuerce. Todas ellas, tal y como exige el concurso, respetan la botella de Tío Pepe que corona este mirador desde su inauguración.

Un jurado técnico eligió previamente las tres propuestas incluidas en la votación popular

La votación ya puede realizarse en la web www.torretiopepe.com así como en la de Bodegas González Byass (www.bodegastiopepe.com) y del circuito (www.circuitodejerez.com). La propuesta ganadora de la votación popular, además de la ejecución del proyecto, se llevará un premio de 10.000 euros. El segundo obtendrá 3.000 euros y el tercero, 1.000. Se prevé que la actuación esté lista para el Gran Premio de Motociclismo del año próximo pues el plazo de obras rondará los tres meses. Mientras, entre los participantes en la votación se sortearán entradas para asistir a la prueba de Superbikes del próximo mes de octubre.

La Torre Tío Pepe, de casi 22 metros de altura (a la que hay que sumarle la famosa botella de Tío Pepe, que la eleva hasta superar los 30 metros,) está construida sobre un montículo a unos 60 metros por encima del nivel del mar y unos 30 sobre la recta principal del trazado. Es uno de los símbolos del trazado y fue construida a la par de la pista siendo inaugurada en 1985. Aunque no tiene problemas graves de estructura, requiere de una importante inversión para darle el esplendor de antaño.

En la presentación de los proyectos, el presidente de González Byass, Mauricio González Gordon, incidió en los "32 años de vinculación" entre su marca emblema, Tío Pepe, y el trazado. "Para nosotros es un honor seguir estando presentes en esa torre y de que se actualice y remodele", agregó. Por su parte, la alcaldesa, Mamen Sánchez, aseguró que esta intervención contribuirá a realzar un "emblema de la ciudad que contribuye a la promoción del circuito y de la marca Jerez".

La reforma de la torre Tío Pepe es uno de los proyectos que se pretenden ejecutar aprovechando la Capitalidad Mundial del Motor, que concluye este año. En mayo de 2015, coincidiendo con el Gran Premio, Cirjesa suscribió un convenio con González Byass por el que la firma bodeguera se adhería como patrocinador de este evento. Entonces, la sociedad avanzó que buena parte de la donación que hacía la empresa jerezana iría destinada a la remodelación de este símbolo del trazado. El concurso se retomó el pasado año por lo que se espera tener la propuesta definitiva este verano para que pueda ejecutarse a partir de septiembre. El presupuesto de ejecución de la obra, tal y como se establecía en el concurso, no superará los 325.000 euros.

Los proyectos para remodelar la torre Tío Pepe:

Xerez-Jerez-Sherry / Arquitectos Tomás Osborne y José Carlos Oliva

De lo moderno a lo contemporáneo con los colores del jerez

Proyecto número 1

Esta propuesta va encaminada a darle una imagen “más renovada y contemporánea” a un símobolo con destacados elementos modernos. Para ello, plantea que la imagen exterior mantenga la “estratificación por bandejas” de la torre aunque con una distribución diferenciada por plantas para que estén orientadas a cada una de las curvas. El revestimiento exterior se haría con placas de vidrio de cuatro colores que rememoran las tonalidades del vino fino, oloroso, pedro ximénez y la manzanilla. Con esta idea se pretende, según los arquitectos redactores, que la torre “hable de la historia del vino y del deporte en Jerez”.

Envuelta para regalo / arquitecto Antonio Carrero Lérida

El "diálogo" estético de la torre y el 'ovni'

Proyecto número 2

Este planteamiento arquitectónico está basado en la idea de “homogeneizar” la imagen de la torre con el resto del circuito y con los elementos arquitectónicos que se incorporaron al trazado con la remodelación de la pasada década, especialmente con el ‘ovni’ de meta. Para ello, se ha planteado que la envoltura exterior mantenga la estética redondeada por lo que se ha apostado por una estructura elíptica que se adapta mejor a la estructura de la torre. Toda la nueva fachada de la torre iría decorada con el nombre de Jerez para reforzar la marca de ciudad. La iluminación artificial tendría especial peso en esta propuesta.

A compás de Jerez / Arquitectos Jesús Orúe y Sergio Lucena

Una torre que "únicamente podría estar en Jerez"

Proyecto número 3

Esta propuesta arquitectónica plantea convertir este símbolo en una gigantesca botella que, incluso, tendría más altura que la actual torre. Su exterior estaría conformado por una estructura de acero que ayudaría a reforzar la propia cimentación de la torre donde irían unas placas de gran tamaño con el nombre de Jerez mediante una tipografía que rememora a las utilizadas por las principales bodegas de la ciudad. La torre, según esta propuesta, se incrementaría en unos 15 metros de altura. La idea es que este mirador, según sus diseñadores, tenga una nueva imagen que “solo podría estar en Jerez y no en otro sitio”.