El último Talgo en Jerez

La estación recibió ayer la visita del último convoy de este modelo de tren, que ya fue retirado en junio, con motivo de la celebración en la ciudad y en Sevilla del Congreso Nacional de Amigos del Ferrocarril

Los pasajeros se arremolinan en el andén tras bajarse del Talgo III que quedó estacionado en la vía 3 de la estación de Jerez.
Los pasajeros se arremolinan en el andén tras bajarse del Talgo III que quedó estacionado en la vía 3 de la estación de Jerez.
Manuel Moure / Jerez

11 de octubre 2009 - 01:00

El último Talgo estuvo ayer en Jerez. En dos ocasiones. La primera, cuando pasó rumbo a Cádiz con doscientos congresistas a bordo. Se trataba de los asistentes al congreso anual que celebra en cualquier rincón de la Península Ibérica la Federación Nacional de Asociaciones de Amigos del Ferrocarril, que este año eligieron para tal fin Sevilla y Jerez. El año que viene la ciudad elegida será Palma de Mallorca, que también dispone de un tren muy singular. La segunda ocasión en que el tren pasó por Jerez fue a las 13,33 horas, cuando paró en la vía número 3 de la estación, donde quedó parado para deleite de propios y extraños mientras sus pasajeros aprovechaban la ocasión para visitar las bodegas del 'Conde de los Andes' y abundar en sus conocimientos sobre las exquisiteces de los vinos de la tierra y ese plato singular llamado 'berza'.

El modelo que estuvo ayer en jerez fue un Talgo del tipo III, una composición con 45 años de historia, el mismo tren que entrara en funcionamiento en 1964 y que prestara su último servicio el pasado 26 de julio entre Salamanca y Barcelona. El último Talgo estuvo en Jerez con numerosas personalidades a bordo, caso del presidente de la compañía Talgo, Carlos Palacio Oriol, o el conocido aficionado ferroviario, además de experto en asuntos bodegueros y conocido letrado Pedro Martín Rielo. A modo de curiosidad, cabe puntualizar que entre los dos centenares de asistentes había muy pocas personas con relación profesional con el mundo ferroviario.

Los trenes Talgo se pueden considerar una de las mayores aportaciones que se realizaron jamás a la historia ferroviaria. El tipo I fue un prototipo, el modelo II cubrió durante años el trayecto Madrid-Irún y Madrid-Barcelona, mientras que el modelo III se erigió en la imagen más moderna de la compañía, con sus colores plateados y rojos en imitación de la imagen corporativa de Iberia. "Uno de sus grandes logros -apuntaba ayer Martín Rielo- fue tanto el ahorro energético como la velocidad. No en vano, en 1964 ya lograba circular a velocidades comprendidas entre los 120 y los 140 km/h, en 1986 subió a 160... Fue un verdadero hito. Tal era su nivel que el chasis, realizado a base de remaches, fue construido por Construcciones Aeronáuticas, CASA, en Getafe y Sevilla. En total, se hicieron 315 coches y 10 locomotoras".

Una vez que los congresista desembarcaron en Jerez se dirigieron a las referidas bodegas de la calle Diego Fernández Herrera donde Jaime Romero, director gerente de Paternina, procedió a mostrarles cómo se cría el vino de Jerez, tanto en 'Conde los de Andes' como en la bodega 'El Cuadro'.

Fue a las cuatro de la tarde cuando los congresistas recorrieron los 300 metros que separaban las bodegas de la estación y volvieron a sentarse en los asientos que en breve serán desguazados. Tan sólo una composición se guardará -como si de un volumen de archivo se tratase- para fines tanto museísticos como cinematográficos.

Antes de su triste final, esta combinación del Talgo III se llevará al desguace un orgullo, haber conseguido que el congreso de la Federación Nacional de Asociaciones de Amigos del Ferrocarril batiera récords en su edición de 2009. "Hay que reconocer -explicaba ayer Pedro Martín Rielo- que el hecho de dar un último paseo en un modelo histórico como éste ha animado a multitud de aficionados ferroviarios a apuntarse al congreso". Y tanto que fue así ya que entre los 200 había dos súbditos extranjeros que no perdieron la ocasión; uno francés y otro alemán.

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