Crimen de la calle Justicia

La autopsia revela que la súbdita rumana murió de un único golpe de martillo

  • La investigación continúa y el presunto homicida va a ser sometido a exámenes psiquiátricos y psicológicos

Imagen del interior de la vivienda donde se perpetró el homicidio.

Imagen del interior de la vivienda donde se perpetró el homicidio. / Miguel Angel González

La autopsia realizada a la súbdita rumana asesinada el pasado jueves 10 de septiembre en su domicilio de la calle Justicia a manos de su marido ha revelado que halló la muerte tras recibir un único martillazo en la cabeza, que fue el que le causó el fallecimiento de forma prácticamente inmediata. Valga destacar que el arma empleada fue un martillo de obra con una cabeza de hierro especialmente grande y pesada.

“Este hecho significa que no hubo un homicidio a martillazos, pues fue un único golpe, lo que a su vez significa que no hubo ensañamiento”, destacó a este medio la abogada defensora del acusado que es otro súbdito rumano y esposo de la mujer asesinada.

Yolanda Morales, la letrada del presunto homicida, sigue considerando que conforme avanzan las investigaciones -”las cuales aún no están cerradas”- hay más motivos para poner en duda que la jurisdicción que instruye las diligencias, el Juzgado de Violencia de Género, sea el correcto pues, en su opinión, se trata de un homicidio carente de un componente de género mientras que se encuentran otros aspectos propios de un homicidio terrible pero repleto de componentes psicológicos y sociales.

Entre las investigaciones que se están llevando acabo se encuentran numerosas pruebas forenses, aparte de la mencionada autopsia. Así, el súbdito rumano va a ser sometido a un examen psiquiátrico y psicológico para conocer su estado mental en la actualidad. Valga destacar a este respecto que vecinos de la calle Justicia aseguraron que el homicida se encontraba sumido en un estado depresivo desde hacía semanas así como que se medicaba por tal motivo. Fue precisamente con dichas pastillas con las que intentó quitarse la vida una vez consumada la muerte de su esposa.

“Otro factor importante añadido a estos terribles hechos -señala la abogada Yolanda Morales- es la precaria y lamentable situación en la que se encontraba esta pareja”. De otro lado es reseñable que la autoridad judicial ya ordenó la inhumación del cadáver en el cementerio municipal. Valga recordar que las víctimas de delitos violentos no suelen ser incineradas por si en algún momento posterior es necesario practicar una exhumación del cadáver para analizar de nuevo los restos por orden del juez instructor del caso.

El encarcelamiento del presunto homicida se ha prorrogado por cuestiones obvias y las partes, tanto el Ministerio Fiscal (acusación pública) como las defensa están a espera de la recepción de los primeros autos para actuar al respecto. Será justamente entonces cuando Morales proceda a solicitar el traslado de la causa del Juzgado de Violencia de Género a uno de Primera Instancia e Instrucción. Buena parte de esta solicitud se basa en la carencia de denuncias previas así como en los “esfuerzos realizados por el esposo a la hora de atender a su esposa impedida en silla de ruedas”. “Él la trajo a España para que pudiera ser atendida por los médicos”, destacó la abogada defensora a este medio recientemente.

Sobre su defendido, al cual accedió por el turno de oficio, la letrada apunta que “se trata de una persona muy deteriorada tanto física como psíquicamente y que cuando declaró lo hizo en un estado depresivo profundo y en una especie de nebulosa de la que no bajó en ningún momento”.

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