La universidad de lo que de verdad importa

LA Universidad Emocional es un sueño, un proyecto de esperanza construido como un modelo de empresa vitalista y emocionante que quiere transformar el mundo asumiendo el presente y el futuro con ilusión y calidad, mediante la crítica, el debate y la experimentación de modos alternativos de acción, buscando explorar los límites de las emociones.

Desde La Universidad Emocional creemos en el sector empresarial como generador de riqueza y de empleo, ofreciendo espacios creativos, para ampliar las ideas y crecer como personas; apostamos por el desarrollo e impulso de ideas para que sean el motor de proyectos concretos de investigación aplicada; hemos adquirido el compromiso de relacionar dinámica y constructivamente el mundo del trabajo con los centros de investigación, la empresa y la universidad, con el propósito de hacerlo más creativo y gratificante, desde el desarrollo de la sensibilidad perceptiva y emocional de la especialidad multidisciplinar; asumimos la excelencia como valor fundamental en las relaciones entre todos, apostando por las emociones como modo de crecimiento en el desarrollo del conocimiento y la investigación; en definitiva, miramos a las personas como individuos, más allá de lo que hacen o cómo lo hacen, para fomentar en ellas el talento, la solidaridad, la tecnología, la creatividad y la emoción.

Una vida. Muchos mundos. Necesitamos abrirnos, necesitamos confiar en el otro, hablar y que se nos escuche. El hombre rebelde posee una fuerza que lo hace idomable: el amor por una causa que siente como adherida a su ser, la causa del Bien, la misma que debe recordarnos que nos debemos a los demás, porque nos debemos a nosotros mismos.

Las nuevas empresas deberán orientar el beneficio de su actividad a la justa retribución del capital social, a la dotación de reservas que garanticen el futuro de la organización y a la inversión productiva, para mejorar la capacidad de servicio a la sociedad en general y cooperando para crear un bienestar social y económico verdaderamente eficiente y sostenible. En este marco, tan justo como olvidado hoy, se propiciará una retribuición del trabajo con unos salarios y condiciones sociales que eviten las grandes desigualdades, humanizando las condiciones laborales y el respeto por el medioambiente. La sociedad del presente está pidiendo reescribir su futuro, como responsables de su destino, sin miedo al fracaso, con entusiasmo y desesperación.

Tenemos una oportunidad maravillosa, estamos preparados, podemos actuar con capacidad. Todo lo que nos oprime, lo que nos une: mercado, educación, espíritu científico, valores humanos, arte, conflictos, la globalidad, lo local, las leyes… tienen una razón por sí mismos si es para hacer de nuestra vida un mundo mejor, en sintonía con nuestros valores, porque si no nos hacen felices, merecen que los reinventemos.