El ojo crítico de los emprendedores
Comercio
Un grupo de emprendedores en puertas de iniciar su aventura empresarial intercambia impresiones y comparte inquietudes en un encuentro organizado por Diario de Jerez y la Cámara de Comercio
El emprendedor o cliente misterioso recorre los comercios jerezanos con ojo crítico empresarial. Observa sin que se le escape detalle y saca sus propias conclusiones. Presta especial atención a la disposición del escaparate, la presentación de los productos, la limpieza e imagen de la tienda, el mobiliario, el trato al cliente... Los aciertos y errores ajenos forman parte de su aprendizaje para desarrollar una idea propia en la que adaptar lo que les cautivó y corregir lo que les disgustó.
La experiencia se enmarca en un programa formativo de la Cámara de Comercio, entidad colaboradora del encuentro organizado ayer por Diario de Jerez con los 'alumnos' aventajados de uno de sus programas formativos, media docena de emprendedores de la rama del comercio que están en puertas de iniciar su andadura en solitario y que tuvieron oportunidad de intercambiar impresiones y compartir inquietudes, de las que tomó buena nota el delegado municipal de Impulso Económico, Francisco Cáliz, presente en el acto.
Espíritu crítico y aventurero conviven en los emprendedores, a los que acompañan en su inicio administraciones públicas e instituciones, caso de la Cámara de Comercio, que a través del programa 'Emprendedores en el comercio' pretende combatir la alta tasa de desaparición de pequeñas empresas del ramo en los primeros años de existencia, cierres que en gran parte obedecen a la falta de formación y a la carencia de planes de empresa viables.
"La Cámara de Comercio no es Lourdes ni tiene una varita mágica", explica su secretario general en Jerez, José Manuel Perea, firme defensor, no obstante, de la importante labor que desarrolla la institución cameral en apoyo de los emprendedores como pieza clave del tejido empresarial, en el que "las pequeñas y medianas empresas representan el 99%".
Estefanía Franco Luque y su socia Aiad Abdel-Lah Ahmed (importación y comercialización de cosméticos naturales); Andrea Roberato (pizzería tradicional italiana) y su esposa Mariami Basáñez (diseñadora de camisetas bolsos y abalorios); Gabriela García Polavieja (diseño y comercialización de tocados para ocasiones especiales); y Javier Muñoz Montero (Servicio integral de limpieza, jardinería y mantenimiento) son la punta de lanza del programa de Emprendedores en el comercio, la primera hornada de la veintena de 'alumnos' que están ya en fase de tutorización bajo la batuta de Manuel Montoya, un mexicano afincado en España desde hace más de una década y que se declara "emprendedor de toda la vida".
Unos tienen problemas para encontrar local, otros con la excesiva burocracia y la mayoría encuentran dificultades en el acceso al crédito, pero todos comparten la confianza que han ganado en su paso por la Cámara de Comercio.
Sus perfiles y proyectos son de lo más diverso, destaca Montoya, quien recuerda que hace siete u ocho escasos años las administraciones públicas como la Junta de Andalucía apenas contaban con programas de apoyo a los emprendedores, nada que ver con la actualidad, en la que hay que seleccionar por el exceso de demanda.
La crisis es caldo de cultivo para los emprendedores, a los que Montoya aconseja moverse, "todo menos quedarse parados", y a mantener el espíritu crítico del 'cliente misterioso' porque "las diferencias no las marcan las grandes inversiones, sino las actitudes y los detalles".
Para Javier Muñoz, que ya ha dado los primeros pasos en su proyecto de empresa de servicios integrales, las tutorías individuales y seguimiento constituyen una parte fundamental del programa, así como la posibilidad de ser uno de los inquilinos de los viveros de empresas bajo titularidad de la Cámara de Comercio, ya que el local es el principal problema al que se enfrentan los emprendedores en su inicio, extremo que constatan Estefanía Franco y Andrea Roverato, la primera a la espera de respuesta municipal para incorporarse al Zoco de Artesanos; el segundo interesado en la calle Honda, aunque los alquileres no están al alcance de su proyecto.
Muñoz prevé contratar a tiempo parcial a seis personas este año para arrancar en un sector en el que hay mucha competencia -sus servicios se dirigen a comunidades de vecinos y en un futuro también a empresas-, pero en el que confía consolidarse con una oferta de calidad.
Las miras de Estefanía Franco y su socia Aiad Abdel-Lah están puestas en un segmento que triunfa en medio mundo, pero que no se explota en Andalucía pese a su proximidad a Marruecos, origen de los cosméticos naturales para cuya importación y comercialización tienen ya prácticamente todos los permisos tras no pocos y duraderos trámites.
"La idea no es nueva, es ancestral", explica Abdel-Lah, quien hace hincapié en la oportunidad que representa comercializar productos de alta gama como los que utilizan para maquillarse las estrellas de Hollywood y, a diferencia de lo que se puede encontrar similar en el mercado, a precio asequible. Su intención es comenzar en diciembre y en el Zoco, a ser posible (teléfono de contacto 635 779 484).
Por su parte, Andrea Roverato, de origen italiano, se lamenta de que hay sitios muy buenos en el centro para abrir su pizzería -el concepto es un local de pequeñas dimensiones con mostrador a la calle para la venta de porciones de pizza tradicional italiana para llevar-, "pero todos son carísimos y tienes que ser realista, porque los bancos están como están y hay que tener claros los números del negocio". La solución, apunta el propio Roverato y toma nota el delegado de Impulso Económico, serían alquileres moderados los primeros años para ayudar a que la actividad arranque y "no que de primeras te pidan una aval bancario".
A diferencia de los anteriores, Mariami Basáñez, su esposa, y Gabriela García Polavieja, no requieren un local para sus respectivos proyectos, que ya han empezado a tomar forma con su difusión a través de las redes sociales. Basáñez (Mariamitevabien) ve en facebook y twitter, entre otras, un trampolín de promoción para alcanzar su objetivo final de dar el salto al mercado nacional y luego al extranjero, mientras García Polavieja lo considera un respaldo fundamental en la primera etapa de su proyecto para dar a conocer sus modelos de tocados para fiestas y ocasiones especiales, que hasta ahora sólo mostraba a conocidos.
El tutor del programa, Manuel Montoya, subrayó la importancia de encuentros como el celebrado ayer, ya que, a su juicio, las relaciones y la cooperación son dos piezas fundamentales en el puzzle del mundo empresarial.
Francisco Cáliz, por su parte, dijo que de la delegación de Impulso Económico (La Moncloíta) "está abierta a colaborar con todo lo que sea productivo para el centro", en el que aseguró que "el Ayuntamiento tiene puestos los ojos, porque es el corazón de la ciudad, donde llega el turista y donde está el futuro de Jerez".
La Cámara de Comercio tiene otros cuatro programas ya cerrados para el próximo año, tanto de creación de empresas como de consolidación, y sirva de ejemplo el que puso Montoya de un comerciante con 20 años de experiencia que se inscribió en uno de los programas para reorientar su negocio, "aunque le preguntamos si quería dar clases".
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