La vendimia le viene grande al Marco
La superficie de viñedo en producción se reduce a 6.600 hectáreas, un 20% menos que la campaña anterior · Las viñas en estado de abandono, los arranques y el plan de viabilidad provocan una merma de 1.500 hectáreas
Los viñistas se han convertido en 'especie' en peligro de extinción en el Marco de Jerez, donde muchos viticultores independientes han aprovechado el programa de arranque voluntario financiado por Bruselas antes de arruinarse en el empeño por mantener un viñedo con el precio de la uva por los suelos y sin apenas demanda para su producción.
Cada vez son menos los viñistas que tienen contrato en vigor con las bodegas para entregar su uva, ya que la inmensa mayoría de las 6.600 hectáreas de viñedo en las que finalmente se hará la vendimia este año está en manos de las bodegas o de las cooperativas.
Según los datos facilitados a los vocales del Consejo Regulador en el pleno del martes, el último de carácter ordinario antes de la vendimia y en el que se aprobaron las normas de campaña, la superficie de viñedo cuya producción se destinará a la elaboración de vinos amparados por la Denominación de Origen se ha visto mermada en un 20% respecto al año anterior, en el que entraron en producción 8.200 hectáreas.
El arranque es sólo una parte de la reducción en casi 1.500 hectáreas del viñedo para la vendimia, merma en la que también influye el desenganche de medio centenar de hectáreas adscritas al ensayo del plan de viabilidad de la Junta para la producción de mostos concentrados rectificados.
Pero hay otras 600 hectáreas de viñedo en las que tampoco se hará la vendimia por su estado de abandono o semiabandono, situación detectada por el Consejo Regulador y que, salvo rara excepción, dará pie a la descalificación de sus producciones al no reunir su uva la calidad mínima exigida.
Pese a la reducción de superficie, las bodegas tienen aún existencias de sobra -se estima que las firmas bodegueras del Marco tienen unas 400.000 botas de vino en crianza- para autoabastecerse con el viñedo de su propiedad, por lo que no se prevén grandes alteraciones en el mercado de la uva, cuya demanda se concentra en los vinos blancos de la Tierra, en particular el que elabora Barbadillo y que presume de ser el más vendido en España.
En este sentido, el presidente de la asociación de viñistas independientes, Francisco Guerrero, asegura que no se esperan movimientos de compras por parte de las bodegas hasta que bajen a 300.000 botas y la caída de las ventas de vino de Jerez tampoco ayudan a aligerar existencias.
En la situación que arrastra el sector, y que se resume en un exceso de oferta tras muchas campañas de acumulación de excedentes unido al fuerte y prolongado descenso del consumo de los caldos jerezanos, los viñistas independientes tienen todas las de perder, pues el precio de la uva se resiente y la viña deja de tener rentabilidad, de ahí la proliferación de viñas en estado de abandono o semiabandono en los últimos años por parte de viñistas que carecen de medios para hacer frente a los costes de las labores previas a la vendimia. En el resto del viñedo del Marco, la uva presenta un buen estado a expensas de las condiciones climáticas de lo que resta de julio y agosto, que marcarán el inicio de la campaña.
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