Las ventas en las inmobiliarias de Jerez caen un 70% por la crisis

Otra docena de oficinas ha cerrado en lo que va de 2008 y el sector cree que los bancos son los culpables por "cerrar el grifo a los préstamos" · El gremio notarial factura "un 50% menos que hace ahora un año"

Fachada de la central de María Merlo en Jerez, en la avenida de México.
Fachada de la central de María Merlo en Jerez, en la avenida de México.
Francisco Sánchez Múgica / Jerez

29 de julio 2008 - 01:00

Los gremios de notarios y agentes de la propiedad viven horas muy bajas. Si las notarías de la ciudad han facturado un 50% menos en lo que va de año, las operaciones inmobiliarias han descendido hasta en un 70%. Eso, apuntan desde el sector, a pesar de que "hay ganas de comprar y la demanda ni mucho menos ha descendido en todo este tiempo". Entonces, ¿quién es el culpable de esta grave y paradójica situación? Todas las miradas señalan hacia las entidades financieras, que "ahora, aunque se trate de clientes no problemáticos, tardan el doble (90 días) en aprobar préstamos hipotecarios que antes concedían en mes y medio". Es más, advierten de que "en gran parte de las peticiones de créditos es necesario que el cliente acuda hasta a tres bancos diferentes, pues lo habitual que está ocurriendo es que en los dos primeros le denieguen la petición".

"Hay mucha incertidumbre en el mercado y, aunque hay ganas de comprar, el 70% de la culpa de esta situación la tienen los bancos, que han cerrado el grifo", sostienen fuentes solventes del sector. Y añaden: "Está claro que no volveremos a ver los 'pelotazos' de hace unos años, pues los precios se están estabilizando y reajustando, aunque en el momento en el que los bancos vuelvan a aprobar operaciones al ritmo que lo hacían antes, pasaremos a vender del 30 al 60%".

Las alarmas han saltado al hacer balance del primer semestre de año. En ese tiempo, aseguran, "las inmobiliarias jerezanas han vendido un 70% menos frente al mismo período del año anterior". Un porcentaje que hace referencia al número de operaciones totales realizadas, pues "las pérdidas de ingresos generales son más difíciles de cuantificar", puntualizan. En cambio, "los gastos generales han seguido siendo los mismo o incluso han aumentado, por lo que nos hemos quedado en una situación límite".

Esta coyuntura de ahogo ha desencadenado que en el primer semestre de año hayan cerrado al menos una docena de agencias inmobiliarias en la ciudad, las cuales se unen a una lista superior a la treintena en apenas un año. En los últimos meses, firmas más o menos punteras en el sector como Casa Diez, Inmobiliaria Quatro o Tecnocasa han cerrado oficinas o han desaparecido del mapa. La siguiente en caer, según ha podido saber este medio -que ayer trató sin éxito de contactar con la empresa-, será la matriz que María Merlo posee en la avenida de México, aunque un par de oficinas de esta sociedad (franquiciados, al parecer) seguirán capeando el temporal mientras dure. Y lo peor es que todo hace presagiar que durará.

"Después del verano volverá a ocurrir lo mismo que el año pasado, volverán a caer otro número importante de inmobiliarias; nosotros tenemos pisos desde hace más de un año, desde el verano de 2008, que seguimos sin vender", indican desde una inmobiliaria de la ciudad. Los cierres llegan en un momento en el que no sólo se ha recortado de forma drástica la compraventa en la ciudad sino, además, en una etapa en la que se tarda "en torno a un año, o más, en vender un piso" y "los precios encima son mucho más flexibles que hace meses".

En idéntica situación a los agentes de la propiedad se encuentran los notarios jerezanos, que "están firmando por protocolo un 30% menos, pero cuya facturación ha caído hasta el 50%", ya que "no es igual firmar un testamento que una obra nueva", matizan. Incluso dos notarios tienen previsto marcharse de Jerez, aunque en ambos casos han alegado motivos no adscritos a la dramática situación de crisis.

En todo caso, ultiman las mismas fuentes, hay una cosa clara: Jerez no es en absoluto ajena a la acuciante crisis inmobiliaria generalizada en el país y el negocio del 'ladrillo' paga ahora con este período de vacas flacas los excesos -en precios y construcción masiva- de estos últimos años.

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