"No es verdad que el helado es algo sólo para el verano"

- ¿Lo del negocio de los helados le viene a usted de familia?

- Así es. Mi abuelo paterno y mi abuelo materno, que eran de Ivi (Alicante), ya montaron su negocio en Cádiz. Se dedicaban a la venta de juguetes en invierno y a los helados en verano, es decir, aproximádamente entre los meses de marzo a octubre. Sin embargo, tras la explosión del año 1947 en Cádiz se instalaron en Puerto Real y en Rota, donde continuaron con el negocio. Mi tío Carlos Bornay, que es el creador de la cadena heladera 'Ibense Bornay', se asentó en Sanlúcar. Así que se puede decir que yo he mamado el negocio desde que era tan sólo un niño; de hecho, poco después de llegar a Jerez, cuando tenía catorce años, ya empecé a echar una mano en la heladería.

- Con tan larga tradición supongo que tendrá muchas anécdotas curiosas que contar...

¡Pues podríamos estar hablando un día entero! Por ejemplo, ahora mismo se me viene a la cabeza la imagen de la reina Victoria Eugenia, que antiguamente era muy aficionada a todos nuestros productos. De hecho, nuestra receta de la crema tostada perteneció a ella y la seguimos usando tal cual. Y el emblema de la Flor de Lys que adorna los muros de esta heladería también nos la concedió por ser poveedores de la Casa Real.

- Parece que ustedes son los pioneros del negocio heladero en Jerez...

En efecto, sabemos que esta es la heladería más antigua de la ciudad. Se fundó en el año 1935.

- ¿Y el clima de esta zona influye al negocio?

Por supuesto, el clima de Jerez es incomparable con cualquier otro, yo diría que es de los mejores del mundo. Además, esta ciudad está curiosamente situada en una provincia donde mar y sierra están al lado, y a nivel turístico es una tierra de oro. Lo que ocurre es que la cultura del sur está un poco atrasada con respecto a la idea que se mantiene de que el helado es algo que sólo se puede comer en verano, y no es así.

- Entonces, ¿el helado se puede comer durante todo el año?

Se puede y se debería hacer más, pero para ello debería cambiar la forma de pensar de la gente. Las madres tienden a creerque el helado en invierno hace daño en la garganta, pero no es así, porque los niños no lo toman de golpe sino que lo saborean y al tragarlo ya no está frío. Los chicos están acostumbrados a que se les dé de merendar cosas como bollería industrial, que es poco sana y genera problemas de obesidad infantil. El helado tradicional se trata de un alimento sano, elaborado con leche y huevo, y con otros condimentos como frutas.