Verónica Guerrero (Ex presidenta de la Flampa): “Cambiaría el modelo actual de inclusión, lo de ahora no lo es”

Tras seis años al frente de la esta entidad, ha dado un paso al lado aunque por ahora “seguiré ayudando en lo que pueda”

Educación se compromete a informar a la Flampa "mensualmente" de las actuaciones en los colegios

Verónica Guerrero posa para Diario de Jerez después de la entrevista.
Verónica Guerrero posa para Diario de Jerez después de la entrevista. / Miguel Ángel González

El pasado día 1 de octubre, Verónica Guerrero dio un paso al lado, dejando la presidencia de la Federación Local de Ampas de Jerez (Flampa) en manos de Albert Bitoden, si bien es cierto que durante algún tiempo “seguiré ayudando en lo que haga falta”, comenta. Hablamos con ella sobre una experiencia “en la que he aprendido mucho”.

Pregunta.–¿Cuándo llegó usted a la Flampa?

Respuesta.–Bueno, llegué en septiembre de 2019 para sustituir a Geli Sánchez. Había estado con ella previamente compartiendo un tiempo, y eso, la verdad es que me ayudó mucho. Antes había formado parte del Ampa del colegio Tartessos.

P.–No debe ser fácil mantenerse ahí tanto tiempo viendo cómo está la educación...

R.–Han sido seis años y además seis años en los que ha habido de todo, hasta una pandemia. Quizás fue uno de los momentos más duros, porque a todos nos cogió de imprevisto, fue una situación complicada. Date cuenta que la Flampa abarca muchas cosas, comedores, recursos, instalaciones....y hay que estar en todo.

P.–Y con tantos frentes, ¿no ha llegado a plantearse dejar el puesto antes?

R.–La verdad es que no, porque soy una persona comprometida y si tú te comprometes a algo, es para hacerlo. Es cierto que presidir una federación tiene trabajo, porque hay que hacer comisiones y demás, pero nunca me he planteado en irme. Quizás, si me paro a pensar, nunca pensé en estar tanto tiempo, pero bueno, las circunstancias se han dado así.

P.–¿Qué balance hace?

R.–El balance es positivo, porque en lo personal, la Flampa me ha cambiado la perspectiva. He conocido a gente muy interesante, que aporta en muchos aspectos, pero también otra que te ha defraudado. Sí que es cierto que debes dedicarle tiempo y si no crees en ello, no es sencillo.

P.–¿Y cuál es el secreto para no cansarse?

R.–Primero creer en lo que haces y por lo que estás luchando, y luego, rodearte de gente que te ayude, porque hay que trabajar colegio a colegio e instituto a instituto. No busco ni he buscado nunca medalla alguna pero es evidente que en el tema educativo, si la gente no se moja...no tenemos nada, y menos aún como está todo ahora.

“Veo que el nivel de compromiso está bajando y eso no es bueno”

P.–Quiere decir con eso que las familias cada vez son más pasotas...

R.–Sí, desde que entré hasta ahora ha habido un cambio, pero no sólo a nivel familias, sino también a nivel profesorado e incluso a direcciones de centros. Veo que cada vez hay menos compromiso y si no luchamos y nos unimos, mal camino. A nivel de participación y de asociación la gente no se implica.

P.–Fíjese que las obras del IES Lola Flores las ha conseguido su comunidad educativa...

R.–Es el mejor ejemplo, igual que ocurrió con el instituto Elena García Armada. El problema de ahora es que a lo mejor la gente se implica por su colegio o su instituto, pero cuando tenemos que ir al cole de enfrente, nos cuesta trabajo. Moverse en masa es lo que sirve, y cuando las familias hacen eso, no hay otra historia.

P.–¿Qué cambiaba de la educación actual?

R.–Muchas cosas, sobre todo el modelo que no es acorde con los tiempos que corren. También apostaría por dar una vuelta a la inclusión porque lo que tenemos no lo es, y por supuesto, a los recursos que es otro gran problema, y al tema de la orientación, no puede ser que haya un orientador para setecientos alumnos, y es una figura que hoy día, tal y como está la sociedad, es fundamental.

P.–¿Cómo ha llevado ser la mala de la película?

R.–(Risas) Bueno, cuando reivindicamos algo es porque las cosas no se están haciendo bien, y eso forma parte de la labor de la Flampa. No me importa ser la mala si la situación se arregla. Por ejemplo, si el consejo escolar municipal no se convoca desde hace un año, lo voy a decir, y así con todo.

P.–Ahora que menciona el consejo escolar, ¿se ha vuelto un órgano politizado?

R.–Un consejo escolar debe ser un punto de encuentro para acercar posturas, aunque haya momentos en los que se discrepe, y ahora eso no ocurre. He vivido otros y había un buen ambiente, pero de ahora...

P.–¿Qué opina de la situación de la FP?

R.–Que mientras no haya inversión en la pública, no hay nada que hacer. Las familias se están gastando unos pastizales porque la oferta pública es mínima y hay unas listas de espera bestiales. ¿Por qué no se abren más instalaciones o se ofertan más plazas?

P.–Despúes del último suicidio de una joven en Sevilla, ¿hay que preocuparse por lo que ocurre en los institutos?

R.–Creo que habría que estar más atentos a ellos a las necesidades de nuestros jóvenes, muchos padres viven de espalda a la realidad de sus hijos.

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