Un viaje de ida y vuelta a Pompeya

El corazón de la plaza del Arenal se convirtió, desde ayer, en un transbordador a plena época imperial romana. Exactamente, la exposición Romanorum Vita viaja a la Pompeya del año 79 d.C. en la inmensa carpa que corona el enclave desde hace unos días y que contiene la reconstrucción de una ciudad de la época. En el recorrido por sus instalaciones se siente, se ve y hasta se puede oler cómo era la vida de los romanos en el S. I. Se trata de una exposición organizada por la Obra Social La Caixa y la Fundación Cajasol en colaboración con el Ayuntamiento de Jerez.

De esta forma, la alcaldesa de la ciudad, María José García-Pelayo; el director territorial de La Caixa en Andalucía Occidental, Rafael Herrador; la directora de acción cultural, comunicación y relaciones institucionales de la Fundación Cajasol, Pilar Lacasta; y la comisaria de la exposición, Isabel Rodá; inauguraron ayer esta muestra itinerante que ya se ha paseado por otras 15 ciudades.

Isabel Rodá incidió mucho en la importancia de la historia romana, "ya que la sociedad de aquella época no era tan diferente a la nuestra. También tenían sus problemas en un día a día que se pueden asemejar al nuestro en muchos aspectos". La comisaria de la muestra hizo hincapié "en los detalles que hemos conseguido plasmar. Hay que abrir bien los ojos para observar el trabajo que entre todos hemos conseguido realizar para dar vida a una ciudad romana". La alcaldesa, por otro lado, incidió en que la apuesta por esta exposición es "muestra de que el 2014 va a ser el año de la cultura en Jerez". "La ciudad cumple 750 años y qué mejor que analizar el pasado de la civilización para conocer un poco mejor nuestro presente", expresó María José García-Pelayo.

Acabada la presentación, Isabel Rodá fue la anfitriona en la visita de esta recreación de la ciudad de Pompeya en el siglo I. El recorrido comienza con un vídeo introductorio que sitúa a los visitantes en el contexto social y político de esta época.

Tras acabar con la presentación, la pantalla donde se proyecta la película se abre y da paso a una calle romana donde se puede observar en primera persona cómo eran los comercios y la existencia de lo que se podría considerar la comida rápida de la época. Esta vía, adoquinada y completamente reestructurada, lleva hasta un foro que invita a sentarse para ver la segunda parte de la visita. Sobre el domus que se encuentra frente a esta plaza, de 12 metros de ancho, se desarrolla toda una historia proyectada sobre la vivienda, con un ingenio audiovisual que juega con los elementos presentes y otros reconstruidos en vídeo en el que participan hasta 30 figurantes.

En esta nueva proyección se explica, prácticamente in situ, un día cualquiera en la Pompeya del año 79 dejando claro, como ya había desvelado la comisaria de la muestra, que no se trataba de un pueblo tan diferente a la sociedad actual como se puede desprender de la relación entre distintas clases sociales. En esta zona se puede observar desde el edicto promulgado por Julio César a través del que se prohibía la circulación por el la ciudad de día hasta el desarrollo de una campaña electoral en pleno imperio romano.

Esta representación termina con la apertura de las puertas, a tiempo real, de la fachada donde se 'apoya' la historia. Una vez más, la misma exposición invita a los presentes a la próxima estancia, a conocer de primera mano una casa "de cierto nivel económico", comentaba Rodá.

Tras atravesar las puertas de entrada, un bonito patio central con un pozo invitaba a entrar en las demás estancias de la casa, como los dormitorios o el despacho. Sorprende el realismo que aporta la parte de la cocina, en la que se puede incluso oler la comida que se está preparando.

Para realizar esta reconstrucción, los comisarios se han basado en las descripciones literarias y los testimonios arqueológicos de hace 2.000 años para reproducir, en tamaño real, algunos de los distintos espacios que formaban la ciudad de Pompeya.

Técnicamente, la muestra precisa de 400 metros cuadrados y permanecerá abierta hasta el próximo 4 de marzo para su vista de forma completamente gratuita. Los pases se realizan cada 15 minutos con un aforo máximo de 25 personas y se pueden hacer reservas para visitas escolares (llamando al 902 906 666). El horario de visitas es de lunes a viernes de 12,30 a 14 horas y de 17 a 21 horas. Los sábados, domingos y festivos, Roma abrirá sus puertas a los jerezanos de 11 a 14 horas y de 17 a 21 horas.