Bodegas

El Gobierno rescata al vino del covid pero deja colgado al viñedo del Marco de Jerez

  • La modificación de las medidas para la mejora de la competitividad del sector apenas tiene encaje en los viticultores del jerez

  • Asevi-Asaja considera que los cambios se adaptan mejor a las bodegas que a la viña

Vendimia nocturna en una viña del Marco de Jerez.

Vendimia nocturna en una viña del Marco de Jerez. / Miguel Ángel González

Cara para las bodegas y cruz para el viñedo del Marco de Jerez. La presión del sector bodeguero ha encontrado respuesta por partida doble del Gobierno central, que además de permitir a las comunidades autónomas la inclusión de las empresas elaboradoras de vino en el reparto de los 7.000 millones de euros de las ayudas directas, también ha flexibilizado las medidas del programa de apoyo al sector del vino 2019-2023, dotado con 202 millones de euros.

Esta última medida, publicada ayer en el Boletín Oficial del Estado tras su aprobación el martes en el Consejo de Ministros, tiene por objeto la mejora de la competitividad del sector para paliar el impacto de la pandemia, si bien los viticultores jerezanos tendrán que conformarse, de momento, con las ayudas destinadas por la Junta de Andalucía al mismo fin, ya que los cambios introducidos en el programa de apoyo al vino apenas tienen repercusión en el viñedo del Marco.

Aunque las modificaciones contemplan la adaptación de las medidas de reestructuración y reconversión del viñedo, inversiones en bodegas y promoción en terceros países al nuevo escenario de flexibilidad introducido para el ejercicio 2021 por las recientes modificaciones de los reglamentos comunitarios aprobados en 2020 por el coronavirus, el grueso de las modificaciones se encamina a la mejora en la gestión de la cosecha en verde, con alcance muy limitado en la zona.

Estos cambios permitirán ayudar a un sector como el vitivinícola “tan importante para la economía nacional, para la agricultura y la España rural”, manifestó la portavoz del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en la rueda de prensa posterior al consejo de Ministros.

Apenas uno o dos viticultores del Marco solicitaron la cosecha en verde el año pasado

La nueva norma flexibiliza tanto el pago de la ayuda, eximiendo de determinadas penalizaciones, como en la modificación de las operaciones, permite aumentar la participación de la Unión Europea en las ayudas y flexibiliza determinados plazos y procedimientos en el ejercicio financiero.

Cosecha en verde o en blanco

El Gobierno, a instancia del Ministerio de Agricultura, se ha percatado que las disposiciones que ya regulaban la cosecha en verde requerían una adaptación urgente para su aplicación real.

Tras la ayuda excepcional aprobada el año pasado, el primero de aplicación efectiva de la cosecha en verde, por el impacto del coronavirus, los nuevos cambios se focalizan en el sistema de puntuación de las parcelas de viñedo objeto de ayuda, donde se establecen siete criterios de prioridad elegibles, un sistema de desempate en caso de igualdad de puntuación, y la modificación en la forma de pago de la ayuda que aporta mayor precisión utilizando el rendimiento medio de la parcela en los tres últimos años para el cálculo de la ayuda.

Esta medida ya pasó prácticamente desapercibida el año pasado en el Marco, donde el presidente de Asevi-Asaja, Francisco Guerrero, afirma que si acaso fueron uno o dos los viticultores que pudieron acogerse a la ayuda a la cosecha en verde, pensada más bien para zonas como Castilla-La Mancha, donde la producción es excedentaria.

Guerrero no cree que los cambios vayan a provocar un aumento de las solicitudes en el Marco este año, donde recuerda que la superficie de viñedo está muy ajustada tras los arranques y, tras dos cosechas cortas, no hay problemas de excedentes. “Las ayudas por la vendimia en verde son muy bajas y para que esta medida fuera atractiva tendría que estar a precio de mercado”, señala el presidente de los viñistas independientes, quien entiende que la reestructuración del viñedo puede beneficiar a un mayor número de viticultores, en concreto “a titulares de viñas pequeñas con cepas viejas que viven de esto y necesitan replantarlas”.

En la medida de reestructuración y reconversión de viñedo se han adaptado plazos, el incremento temporal de la contribución de la Unión Europea, el procedimiento de pago y los controles.

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