El Salón de los Vinos Nobles (Vinoble) ha abierto el plazo para la inscripción de los profesionales interesados en asistir a su 12ª edición, que se celebrará del 26 al 28 de mayo en el conjunto monumental del Alcázar de Jerez de la Frontera, escenario de la gran cita jerezana con los vinos generosos, licorosos y dulces naturales desde sus inicios hace ya 26 años.

La organización de Vinoble, que por primera vez asume el Consejo Regulador de los Vinos de Jerez y la Manzanilla de Sanlúcar, dará a conocer en próximas fechas los detalles del programa, en el que avanza que se incluirá un nuevo espacio enogastronómico, al tiempo que se ampliará el programa de catas oficiales, entre los platos fuertes de este Salón, de los más singulares del mundo del vino.

Y es que desde su primera edición, en 1998, Vinoble se convierte, cada dos años, en el evento de referencia para estos vinos nobles tan especiales, y en una cita imprescindible para el negocio internacional del vino.

Durante tres días, Jerez sirve de punto de encuentro para enólogos, sumilleres, periodistas y todo tipo de profesionales del sector vitivinícola, dando visibilidad a algunos de los mejores vinos del mundo. Vinos complejos y genuinos que responden a la singularidad de sus territorios, a sus condiciones naturales y a sus exigentes procesos de elaboración, pero sobre todo también a su historia, que los convierte en los vinos más nobles.

Vinos generosos, criados bajo velo de flor y oxidativos, vinos de hielo, vendimias tardías, dulces naturales y muchos otros... Esta edición de Vinoble, la duodécima -el Salón dejó de celebrarse en dos ocasiones, 2012 por la crisis financiera y 2020 por la pandemia- promete ser la más ambiciosa de su trayectoria. Con muchas novedades, grandes regiones vitivinícolas confirmadas, y con el estreno de una nueva imagen, Vinoble 2024 está marcando el comienzo de una nueva era, asegura la organización.

Vinoble no se entiende sin el Alcázar, el majestuoso conjunto monumental y una de las joyas del patrimonio jerezano que ha sido testigo de la historia de la ciudad desde el siglo XI. La zona expositiva se extiende por las bellas estancias de un palacio barroco (Palacio de Villavicencio), la mezquita, el molino y los jardines. Un lugar emblemático, vinculado a la historia de la ciudad y a su candidatura a Capital Europea de la Cultura 2031.