Bodegas

La Manzanilla marca distancias con el vino de envinado del ‘Sherry Cask’

  • La Comisión del vino sanluqueño pide al Consejo Regulador que no permita la venta como Manzanilla de vinos empleados para envinar botas nuevas

  • Apela a la defensa de la calidad y el prestigio de la Denominación de Origen

Envinado de botas para 'Sherry Cask'.

Envinado de botas para 'Sherry Cask'. / Consejo Regulador

La Comisión de la Manzanilla llevará al próximo pleno del Consejo Regulador una propuesta para impedir que el vino del envinado de los ‘Sherry Casks’ pueda comercializarse como Manzanilla de Sanlúcar.

El órgano que integra a bodegas, cooperativas y viñistas que representan las distintas sensibilidades del vino sanluqueño pone así de manifiesto su deseo de diferenciar entre el vino que, tras una crianza biológica mínima de dos años, se embotella para su venta como Manzanilla de Sanlúcar con el sello de la Denominación de Origen, y el vino que se emplea para envinar botas nuevas para su certificación como ‘Sherry Cask’.

Con esta propuesta, aprobada por mayoría en el seno de la Comisión de la Manzanilla, se quiere “preservar el prestigio” de los vinos sanluqueños amparados por la Denominación de Origen, toda vez que, según un portavoz de la comisión, el proceso de envinado de botas nuevas merma la calidad de los vinos.

La Comisión de la Manzanilla no tiene ninguna objeción a que los vinos del ‘Sherry Cask’ puedan destinarse a la elaboración de Vinagre de Jerez, motivo por el que no contemplan solicitar que se descalifique el vino del envinado. Y tampoco se opone a que puedan certificarse ‘Sherry Casks’ de Manzanilla, como los hay también de Fino, Amontillado, Oloroso, Pedro Ximénez…, siempre que esa manzanilla, por muchos años de crianza biológica que tenga, no pueda salir finalmente al mercado con el sello de la Denominación de Origen tras su uso en el envinado.

La iniciativa se someterá a votación en el próximo pleno del vino, que tiene la última palabra para la aprobación definitiva de una propuesta que guarda relación con el debate sobre la regulación del envinado que garantice la “coexistencia pacífica” del negocio del Sherry Cask con el de los vinos amparados por la Denominación de Origen ante las dificultades que están encontrando pequeñas y medianas bodegas para encontrar uva palomino para la reposición de sus existencias de los vinos de Jerez y la Manzanilla de Sanlúcar.

Se da la paradoja de que, ante la escasez de la materia prima (vino calificado) que comparten uno y otro negocio, el auge de la demanda de ‘Sherry Casks’ ha provocado un aumento del precio de la uva palomino del Marco, no así en el precio final de los vinos embotellados, al menos en las gamas bajas, que distintos operadores del sector aseguran que se nutren de la entrada de los vinos de envinado en el circuito de ventas de los jereces y manzanillas para ofrecerse luego en el mercado por debajo de costes.

El sector coincide en la necesidad de regular ambos negocios, pero de momento no se ha puesto de acuerdo en la composición de la nueva comisión que se encargaría de abordar los asuntos del envinado antes de someterlos a debate por parte del pleno del Consejo Regulador. Entre sus cometidos, y al margen de la regulación, el sector baraja la posibilidad de establecer un canon para el ‘Sherry Cask’ como el que pagan las bodegas y los viticultores por las ventas de vino y uva para sufragar las actividades de promoción genérica de los productos amparados.

El reglamento no impide la comercialización del vino de envinado, pero sí establece unos requisitos de calidad para su venta con el sello de la Denominación de Origen, motivo por el que el Consejo Regulador lleva un control por separado de las existencias de ‘Sherry Cask’ para garantizar la calidad de estos vinos antes de su embotellado para la salida al mercado.

Logotipo de la DO Manzanilla-Sanlúcar de Barrameda Logotipo de la DO Manzanilla-Sanlúcar de Barrameda

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