Cádiz capital se convirtió, por segundo año consecutivo, en el epicentro enológico nacional al acoger una nueva edición de la excelente muestra 'Vinos de España, una Pasión…', que se consolida como una de las citas ineludibles en el calendario de los aficionados al vino y a la gastronomía, tras celebrar su octava convocatoria.

El Baluarte de los Mártires recibía, en su imponente ubicación junto a las olas del mar Atlántico, a 43 bodegas procedentes de todos los rincones de España dispuestas a dar a conocer sus mejores vinos a unos apasionados visitantes.

El evento organizado por Bodegas Emilio Hidalgo conjuga a la perfección una selecta elección de vinos procedentes de toda España y un escenario donde entra la luz del sol en las copas.

Los albariños introvertidos de Zarate y los novelescos de Palacio de Fenfinañes (favoritos de Vázquez Montalbán o Juan Goytisolo), los alicantinos vinos barrocos de Pepe Mendoza o las garnachas madrileñas de Bernabéleva se apuntaban en las libretas improvisadas, mientras que riojas muy personales como Castillo de Cuzcurrita, Sierra Cantabria o Contador junto a los cavas de alta expresión de Llopard o Art Roca quedaban marcados en la memoria de los presentes.

Y decíamos antes ineludible porque la puesta en escena este año ha incorporado, en su afán por crear una propuesta de valor, momentos muy especiales denominados Armonías Gastronómicas en las que Juan Manuel Hidalgo, grandísimo comunicador y conductor del evento, ha dirigido dos catas de mucho mérito maridadas con productos andaluces, como son el jamón de Covap y las salazones de Herpac, regadas con vinos muy personales de Jerez, Galicia, Cataluña o Valencia.

Esto último en un rincón del Baluarte que Marta Rovira, una de las más importantes enólogas del país, definía como la "sala de catas más bonita que he visitado nunca".

La representación vinícola de la provincia de Cádiz ha puesto de manifiesto, una vez más, la riqueza y variedad de esta tierra. Jereces elegantes de la propia Emilio Hidalgo, Rey Fernando de Castilla y Santa Petronila. De Sanlúcar de Barrameda, aportando sus exquisitas manzanillas Delgado Zuleta y los vinos tranquilos, de la mano de Bodegas Forlong, Finca Moncloa y Cortijo de Jara.

Cuando lo que se escucha en el ambiente es hablar de largas crianzas, soleras imposibles o vinos divertidos es que algo …está bien.