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Durante los meses de verano se esperan cerca de 100 millones de desplazamientos en carretera, por lo que es muy importante que los coches que van a circular por las autovías y autopistas del país se encuentren en un perfecto estado, pues de los 158.492 accidentes que se notificaron en 2021, el 28% de ellos lo protagonizaban vehículos con alguna anomalía mecánica.
Además, hay algunos elementos que van de la mano con los viajes en esta época del año, que acentúan algunos posibles problemas que pueda sufrir el vehículo. El calor puede hacer que la batería se desgaste más rápidamente, mientras que al ir el coche demasiado cargado, tanto de viajantes como de maletas, es posible que los neumáticos se deterioren más.
Por lo tanto, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha avisado de cuáles son los elementos que se deben revisar con más detenimiento antes de viajar, con nuestro coche, al destino vacacional. Son los siguientes:
De la batería, informa la DGT, debe revisarse, en primer lugar, que esta cargue. También hay que prestar atención al nivel del líquido de los vasos, para comprobar que sea el correcto, así como al amperaje.
El dibujo debe tener una profundidad mínima de 1,6 milímetros y la presión del neumático debe estar a la carga que soporta el vehículo. De lo contrario se alargaría la distancia de frenado, además, afectaría negativamente a la estabilidad del coche en las curvas y aumentaría el riesgo de reventón.
La salud del motor depende del estado del aceite, que se va degradando con el paso de los kilómetros, por lo que es otro punto clave a revisar antes de comenzar nuestras vacaciones. De hecho, es recomendable cambiarlo antes de empezar nuestro viaje, además de los filtros.
De los frenos deben revisarse tres aspectos: el nivel del líquido, el estado de los discos y el de las pastillas. Si el de estas últimas no es correcto, el coche tardaría más tiempo en frenarse, por lo que la posibilidad de que ocurra un accidente aumenta.
La recomendación es cambiar el líquido de freno cada dos años y revisar las pastillas cada vez que se recorran 20.000 kilómetros. Aunque como apunta la DGT, estos elementos deben chequearse antes de que viajemos con nuestro coche al destino vacacional.
Especialmente en verano se debe revisar este aspecto del coche, que no solo sirve para refrescar a los viajantes, sino también para mejorar la aerodinámica del vehículo e impedir que entren polvo o insectos.
Las altas temperaturas, propias del verano, hacen que el motor se caliente más de lo normal, por lo que la DGT informa que debe revisarse si presenta fugas, el radiador y el líquido refrigerante.
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