Los empresarios de EE.SS. ven una “puerta entreabierta” en la revisión europea
Sector
Las principales asociaciones de empresarios de estaciones de servicio han acogido con cautela la decisión de la Comisión Europea de revisar la prohibición de los motores de combustión a partir de 2035, al considerar que supone un cambio de enfoque relevante, aunque todavía insuficiente, en la política de descarbonización del transporte.
Bruselas propone permitir una producción "limitada" de coches de combustión más allá de 2035
La Agrupación Española de Vendedores al por menor de Carburantes y Combustibles (Aevecar) y la Asociación de Empresarios de Estaciones de Servicio de la Comunidad Autónoma de Madrid (Aeescam) han recibido la propuesta comunitaria “con prudente optimismo”, a la espera de analizar en detalle “la letra pequeña” del paquete de medidas aprobado por Bruselas y que aún debe ser refrendado por los Estados miembros y el Parlamento Europeo.
Las organizaciones interpretan la iniciativa como una “puerta entreabierta” a futuras modificaciones que permitan ajustar la normativa a la realidad del mercado. En este sentido, recuerdan que el paquete europeo sólo autoriza una producción limitada de vehículos con motores de combustión equivalente al 10 por ciento de las emisiones de CO2, tomando como referencia los niveles de 2021, lo que en la práctica supone una proporción de nueve vehículos eléctricos por cada uno de combustión.
Una cifra que los representantes del sector consideran “todavía demasiado elevada y difícilmente alcanzable” si se atiende a las ventas reales de vehículos registradas durante 2025. No obstante, valoran positivamente que la Comisión Europea haya mostrado receptividad hacia la industria y los ciudadanos, al abrir la puerta a la continuidad de los motores de combustión más allá de 2035, lo que, a su juicio, “es un primer paso que puede ser susceptible de posteriores modificaciones en el futuro”.
En paralelo, la Confederación Española de Empresarios de Estaciones de Servicio (Ceees) ha aplaudido el giro pragmático que aprecia en el paquete de automoción aprobado el pasado 16 de diciembre, aunque ha reclamado a Bruselas que apueste de forma clara por una neutralidad tecnológica “real” como vía para alcanzar la neutralidad climática en 2050.
Para Ceees, la flexibilización anunciada tiene un alcance más cualitativo que cuantitativo y resulta, por ahora, testimonial. “En otras palabras, la parte buena del anuncio realizado es que evidencia que los conocidos como ‘Objetivos 2035’ no están grabados en piedra”, ha señalado la confederación, que, sin embargo, considera que la propuesta es manifiestamente insuficiente al limitar de forma muy estricta las opciones para reducir las emisiones de CO2.
En este contexto, la organización critica que los combustibles renovables de origen no biológico (Rfnbo) sólo puedan contribuir al 3 por ciento de las emisiones directas, mientras que los biocombustibles procedentes de cultivos ni siquiera se contemplan, pese a su uso actual en la Unión Europea y su aportación a la reducción de emisiones contaminantes.
Tanto Aevecar y Aeescam como Ceees han reiterado su apuesta por alternativas complementarias a la electrificación, como los combustibles renovables, ya disponibles en muchas estaciones de servicio españolas y que no requieren una renovación del parque automovilístico. Según recuerdan, estos carburantes permiten reducir las emisiones de forma inmediata, ya que cada 1 por ciento de renovables equivale a poner en circulación 425.000 coches eléctricos.
Además, subrayan el potencial de España para producir este tipo de combustibles a partir de residuos, que podrían llegar a cubrir hasta el 58 por ciento de la demanda de carburantes en 2030. En opinión del sector, avanzar hacia una política de movilidad eficaz exige “una neutralidad tecnológica real y enfoque realista” que tenga en cuenta las emisiones netas de todo el sistema y no se limite, como advierten, a “el análisis miope de mediciones en el tubo de escape”.
También te puede interesar