Motociclismo

Rainey volvió a pilotar su 500, escoltado por Doohan, Roberts, Schwantz y Pedrosa

Wayne Rainey, sobre su moto y arropado por otras leyendas en el Goodwood Festival.

Wayne Rainey, sobre su moto y arropado por otras leyendas en el Goodwood Festival. / Goodwood Festival

Casi nada es imposible. Wayne Rainey ha vuelto a pilotar su Yamaha YZR 500 de 1992 en las colinas de Goodwood, Reino Unido, sede del famoso Festival que lleva ese nombre. Treinta años después de conquistar su tercer título mundial de la cilindrada reina, el genial piloto californiano de 61 años de edad se ha reencontrado con la montura que tantos éxitos le dio, hasta cruzarse con aquel grave accidente de Misano 1993, cuando una caída le dejó parapléjico.

El tricampeón mundial estuvo escoltado en este reencuentro por otras leyendas como Doohan, Kenny Roberts, Schwantz y el español Dani Pedrosa (sumando entre los cuatro otros doce títulos mundiales), que acompañaron con sus respectivas motos a la Yamaha del estadounidense, especialmente modificada para poder manejar todos los aspectos de la conducción desde el manillar.

Wayne Rainey volvió a pilotar y asegura que se encontraba nervioso. Wayne Rainey volvió a pilotar y asegura que se encontraba nervioso.

Wayne Rainey volvió a pilotar y asegura que se encontraba nervioso. / Goodwood Festival

Para Rainey, que también contó con la presencia en el acto del piloto más laureado de la historia, Giacomo Agostini -15 veces campeón del mundo-, esta era la primera vez que subía a la YZR desde el desgraciado accidente. "Estaba bastante nervioso por pilotar la YZR500, ya que cuando piloté la R1 hace un tiempo en Japón fue todo bastante sencillo, dado que las motos de hoy en día llevan mucha electrónica, ¡pero con una moto de 500cc de gran premio es un poco diferente!", señaló un Wayne Rainey emocionado tras el reencuentro con la moto con la que dominó la máxima cilindrada del Mundial de Motociclismo a comienzos de los años noventa: "Pero, para ser honesto, la he sentido como una vieja amiga", sentenció el estadounidense.

Tras esta inigualable experiencia, Rainey comparó sus sensaciones con las de tres décadas atrás: "Siempre fue un reto pilotar la moto al nivel de luchar por ganar carreras y campeonatos, pero estar aquí 30 años después, poder montarme sobre la moto y subir por la colina con un setting agradable, fácil y suave ha sido fantástico. La moto estaba ahí para mí por aquel entonces y ha estado para mí hoy, así que estoy emocionado", explicó el actual Presidente de MotoAmerica.

Wayne Rainey, muy serio en su silla de ruedas. Wayne Rainey, muy serio en su silla de ruedas.

Wayne Rainey, muy serio en su silla de ruedas. / Goodwood Festival

Del mismo modo, añadió: "No sabía qué esperar porque no había pasado por eso. No tenía ni idea de cómo me sentiría, pero cuando me he puesto el casco y han arrancado la moto, ha sido como: ya está en marcha. Poder subir por la colina, atravesar las curvas, mirar abajo y ver que estaba sobre mi moto de Gran Premio otra vez después de tantos años, me sentía como si estuviera en un mundo totalmente diferente", admitió antes de tener unas palabras de agradecimiento para Kenny Roberts, Kevin Schwantz, Mick Doohan y Dani Pedrosa que han querido acompañarle en esta emotiva e histórica ocasión.

"No tengo palabras para expresar lo que siento", comentó un emocionado piloto español tras escoltar a Rainey junto al resto de leyendas que, cuando él era todavía un niño, seguía como ídolos…

Wayne Rainey hizo su debut en la categoría de 250 en la temporada de 1984. Después de tres años en el Campeonato Americano de Superbike, debutó en 500. Logró tres títulos mundiales consecutivos en la cilindrada reina: 1990, 1991 y 1992, merced a 24 victorias en el Campeonato del Mundo, la primera de las cuales llegó en Donington Park en 1988; acumulando un total de 65 podios, 16 poles, 23 vueltas rápidas en carrera y 1270,5 puntos anotados en 95 grandes premios.

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