La Guardia Civil, con la Operación Tempul, ha logrado desarticular otra organización especializada en el robo de ingentes cantidades de cobre. En total, han sido detenidas 24 personas e imputadas otras 16. Todos ellas, salvo tres, que son españolas, de nacionalidad rumana. Asimismo, se han requisado seis turismos, y se han podido recuperar otros 12 robados, junto a seis toneladas de cobre, tres toneladas de acero, 800 kilos de plomo, así como gran cantidad de maquinaria y herramientas.

La Operación se inició a finales de enero, cuando la Guardia Civil de Cádiz tuvo conocimiento de que un grupo numeroso de personas llevó a cabo un robo con fuerza en la planta termosolar de la localidad de San José del Valle, en el enorme complejo de Valle 1 y Valle 2, en la que sustrajeron una importante cantidad de cobre. Muy pocos días después, otro robo en la misma planta, con el mismo modus operandi, hizo saltar las alarmas.

Y es que, según explicaban ayer en nota de prensa desde la Comandancia, las características que presentaban ambos hechos indicaban a los agentes del Equipo de Delitos Contra el Patrimonio "que los robos podrían ser obra de una organización con cierto nivel de profesionalidad, ya que los autores estuvieron varias noches cometiendo los robos, burlaron el servicio de vigilancia privada de la planta termosolar y utilizaron vehículos y herramientas especializadas para la comisión de estos hechos". Allí, en total, se calcula que sustrajeron 2.000 metros de cable de cobre.

Las pesquisas pronto desvelaron que se trataba de una organización muy activa con una gran movilidad geográfica, del orden de 30 integrantes asentados en Badajoz y Sevilla, principalmente, y que operaba con grandes medidas de seguridad. La organización, explica la Benemérita, estaba compuesta por varias células, cada una de ellas dirigida por una persona y a su vez comandadas todas por un jefe de organización que coordinaba y dirigía con gran autoridad.

El cabecilla, que responde a las iniciales de N.D., vivía a caballo entre Córdoba y Sevilla. Él era el que ordenaba los asaltos, registrados en distintos lugares de Extremadura, Castilla-La Mancha y Andalucía, que preparaban a conciencia. Siempre estudiaban los objetivos previamente, habiéndose especializado en plantas termosolares, aunque también cometieron robos en gasolineras, casas de campo y naves situadas en zonas rurales. Su récord: cinco robos en una noche.

La mercancía robada era trasladada a un asentamiento situado en la zona de El Charco de la Pava (Sevilla) o en dos chatarrerías de la misma ciudad.

La operación ha sido coordinada por el Juzgado de Instrucción 2 de Jerez, cuyo titular ha enviado a prisión a 5 de los 24 detenidos, entre ellos, al cabecilla, dejando a los restantes implicados en libertad con cargos.

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