Fueron los vecinos los que, al no saber nada de ella desde hacía varios días y temiéndose lo peor, dieron la voz de alarma, según ha explicado la Policía al referirse al hallazgo del cadáver de una mujer que ayer se encontró en el interior de su domicilio en San Fernando. 

Esa llamada propició la intervención que ayer tarde se llevó a cabo en una de las viviendas sociales que el Ayuntamiento tiene en la Casa Micolta, en plena calle Real, donde tras acceder al piso con la ayuda de los bomberos -ya que la casa estaba cerraa por dentro- se halló el cadáver de una mujer en avanzado estado de descomposición. Se calcula que llevaba al menos dos semanas muerta, según las primeras informaciones que maneja la Policía a expensas de la autopsia. 

La mujer, ha confirmado la Policía, vivía sola desde hacía algún tiempo y nadie, hasta ayer, la había echado en falta. Era completamente independiente y, aparentemente, gozaba de buena salud, razón por la que nadie sospechó inicialmente que pudiera haberle ocurrido algo. Tenía 60 años y su nombre responde a las iniciales M.B.B., si bien en un primer momento se pensó que se trataba de una persona de más edad. Desde los Servicios Sociales del Ayuntamiento se le estaba ayudando a tramitar la renta mínima.    

No había signos de violencia en el interior del domicilio, así que por el momento -como ya se apuntaba ayer- se cree que se trata de una muerte natural. En todo caso, la policía judicial ha abierto una investigación para aclarar lo ocurrido y se está a expensas de los resultados que aporte la autopsia del cadáver.