El enésimo palo a la izquierda gaditana

El escándalo del caso Errejón acrecienta la inestabilidad de una izquierda gaditana cuya supuesta unidad bajo el paraguas de Sumar sólo se visualiza en algunas citas electorales

¿Quién es hoy el líder de la izquierda gaditana? La división impide dar un nombre que sobresalga con nitidez

Jorge Rodríguez (IU): "En Sumar hemos echado en falta procesos más democráticos"

Mitin de Sumar en el Campus de Jerez en mayo de este año, en la campaña electoral de las europeas. Entre otros están Yolanda Díaz, Ínigo Errejón y Esther Gil de Reboleño.
Mitin de Sumar en el Campus de Jerez en mayo de este año, en la campaña electoral de las europeas. Entre otros están Yolanda Díaz, Ínigo Errejón y Esther Gil de Reboleño. / Miguel Ángel González
Francisco Sánchez Zambrano

02 de noviembre 2024 - 05:59

De disgusto en disgusto. Así deambula la izquierda en la provincia de Cádiz en los últimos años, en una etapa en la que intentan visualizar una unidad que para nada es real pero que aflora, aunque sea de manera impostada, cuando llegan algunas citas electorales, pero no en todas.

Exceptuando las elecciones municipales, en las que la fortaleza de siempre de Izquierda Unida (IU) en los núcleos rurales depara un buen puñado de alegrías, el camino del sector ideológico situado a la izquierda del PSOE no para de encontrar obstáculos. El último de ellos ha sido el escándalo originado por los supuestos abusos sexuales de Íñigo Errejón, fundador primero de Podemos y luego de Más País y que ya ha puesto fin a su carrera política. La polvareda que todo esto ha suscitado evidentemente no ayuda al resurgir de una izquierda que en Cádiz no para de llevarse palos primero con la desmembración de lo que ahora se llama Adelante Andalucía, después con la senda en solitario que parece haber tomado Podemos, luego con los malos resultados obtenidos en las últimas elecciones andaluzas, generales y europeas y encima con una líder al frente de Sumar, Yolanda Díaz, que tras el último fracaso electoral de junio anunció una dimisión que en principio iba a ser parcial pero que ni siquiera llegó a eso. Sólo la presencia de Sumar dentro del Gobierno de coalición que preside Pedro Sánchez da un mínimo consuelo a un bloque que ve muy poca luz dentro del túnel en el que lleva muchos años metido.

La desunión evidente en la izquierda gaditana se visualiza claramente si se intenta responder a esta pregunta: ¿Quién es su cabeza visible en Cádiz? Porque no hay una respuesta inequívoca. Y es que se visualizan hasta cuatro bloques diferencidos, y de ellos pueden salir los nombres de varios dirigentes como referentes, pero no hay uno que sobresalga sobre los demás.

Mirando a Sumar sale un primer nombre, el de Esther Gil de Reboleño, vicepresidenta tercera del Congreso de los Diputados, diputada nacional por Cádiz pero con muy poca experiencia, porque lleva poco más de un año en política y porque antes de llegar a la Cámara Baja no había militado en ningún partido. Además, sus obligaciones en la Mesa del Congreso recortan, y mucho, su presencia en la provincia de Cádiz.

Íñigo Errejón y Esther Gil de Reboleño, el pasado febrero presentando una iniciativa parlamentaria sobre Aceriñox en el Congreso de los Diputados.
Íñigo Errejón y Esther Gil de Reboleño, el pasado febrero presentando una iniciativa parlamentaria sobre Aceriñox en el Congreso de los Diputados. / Europa Press

Si las miradas se centran en Podemos sólo aparece un nombre: el de Juan Antonio Delgado, guardia civil en excedencia y que lleva ya casi una década en la primera línea de la política, primero como diputado nacional, luego como asesor del Gobierno en la Dirección General de Tráfico (DGT) y desde mediados de 2022 como parlamentario andaluz por Cádiz. Pero afirmar que Delgado es a día de hoy el líder de la izquierda gaditana tampoco sería acertado, entre otras cosas porque su imagen y su protagonismo parecen haberse ido difuminando tal y como lo hicieron primero Pablo Iglesias, después Irene Montero y, en definitiva, toda la estructura de Podemos. Hay un dato demoledor: en las últimas elecciones municipales, las de mayo de 2023, Podemos no logró ni un solo concejal en la provincia de Cádiz.

Habría una tercera pata en la izquierda gaditana, la de Adelante Andalucía, una reunión de pequeñas formaciones de izquierdas y andalucistas, con muchos de sus dirigentes escindidos en su día de Podemos y que insiste en mantener su propio camino, fuera del paraguas de Sumar. Ya sin Kichi en la Alcaldía de Cádiz y con Teresa Rodríguez fuera de todo cargo público aunque coordinando desde dentro el partido, Adelante ha encontrado un estandarte muy consistente en la persona del jerezano José Ignacio García, quien desde principios de 2023 relevó a Teresa Rodríguez como parlamentario andaluz por Cádiz y que con tesón y sin excesivo ruido se ha convertido en un ariete que intenta erosionar algo la granítica mayoría absoluta del PP de Juanma Moreno.

El principal escollo que separa a Adelante Andalucía de Sumar sigue siendo el mismo de siempre: las relaciones con el PSOE. Porque los dos bloques coinciden en la necesidad de impedir como sea la llegada de la derecha a cualquier gobierno, pero mientras en Sumar optan por gobernar en coalición con los socialistas donde sea y en las circunstancias que sea –como se está visualizando en el Gobierno de España–, en Adelante son partidarios de quedarse siempre en la oposición, porque entienden que desde ahí pueden ser igual de útiles –o incluso más– en el objetivo común de transformar la sociedad para hacerla más justa y más igualitaria. Desde este prisma, y estando ambas posiciones tan claramente alejadas, pensar a corto plazo en la unión entre Sumar y Adelante parece una tarea si no imposible sí muy complicada.

En cualquier caso la fortaleza de Adelante es hoy muy residual ya que apenas tiene siete concejales en la provincia gaditana: seis en la oposición en Cádiz y uno en Puerto Real, a quien curiosamente el partido le abrió un expediente por contravenir las órdenes de la dirección y terminar ingresando en un gobierno municipal donde hay representantes de IU y de Equo, además de otros escindidos en su día de Podemos.

En esta radiografía de la izquierda gaditana quedaría finalmente un cuarto bloque que quizas sea el más consistente, aunque igualmente carece de un líder que tenga un predominio nítido. Hablamos de IU, unas siglas que representan la izquierda más tradicional.

La situación de Izquierda Unida en la provincia de Cádiz no deja de ser llamativa. Y es que por un lado mantiene o puede incluso que haya acrecentado su fortaleza municipal, con un centenar de concejales repartidos por 23 municipios de la provincia y, sobre todo, con hasta diez alcaldías, una cifra que pocas veces han disfrutado estas siglas. De esa decena de alcaldías (Puerto Real, Sanlúcar, Trebujena, Medina Sidonia, Bornos, Alcalá del Valle, Puerto Serrano, Espera, Castellar y San Martín del Tesorillo) quizás las más visibles sean las dos primeras, por la importancia de ambos municipios, aunque el poco tiempo que llevan en el cargo tanto Aurora Salvador como Carmen Álvarez se contrapone con la tradición izquierdista en otros municipios, con Trebujena siempre como emblema indiscutible.

Sin embargo, pese a esta fortaleza municipal, IU no puede, no quiere o no le dejan liderar ningún proyecto unitario de la izquierda. Le pasó primero con Podemos, luego con Por Andalucía y ahora con Sumar. Siempre hay otros líderes que arrinconan a los de IU, con la aquiescencia o al menos con el silencio de éstos. De ahí que IU de Cádiz no tenga hoy ningún representante ni en el Congreso de los Diputados, ni en el Parlamento de Andalucía. Eso sí, el partido que lideran Antonio Maíllo en España, Toni Valero en Andalucía y Jorge Rodríguez en la provincia de Cádiz parece que aprendió algo la lección y el año pasado se cerró en banda a la hora de presentar candidaturas a las elecciones municipales. Salvo muy pocas excepciones, como fue por ejemplo el caso de la capital gaditana, la estrategia de IU fue la de hacerse fuerte en la mayoría de las localidades, abriendo la puerta a otras formaciones de izquierdas pero siempre bajo sus siglas.

En esta visión por bloques de la izquierda gaditana no parece lógico darle un protagonismo excesivo ni a Equo –la formación ecologista apenas es visible en Puerto Real, Rota o Tarifa– ni a Más País, el partido que fundara Íñigo Errejón y cuyos militantes en la provincia jamás alcanzaron una cifra llamativa y que ahora, tras este último escándalo, se han quedado bajo mínimos y huérfanos.

Más País en Cádiz: Del fracaso electoral de 2019 a una cuarta fila

El adiós fulgurante a la carrera política de Íñigo Errejón tampoco es que haya abierto una vía de agua en la estructura de su partido en Cádiz, sobre todo porque esa estructura es muy residual, con apenas un puñado de miitantes. Es más, tras abandonar Podemos y fundar Más País, la formación de Errejón sólo logró asentarse en Madrid, donde en las últimas elecciones autonómicas celebradas en esa comunidad logró la hazaña de vencer al mismísimo PSOE.

En la provincia de Cádiz, Más País sólo fue visible en las elecciones generales de noviembre de 2019. Lograron cerrar y presentar una candidatura al Congreso que estuvo liderada por María del Mar Polanco, una sindicalista nacida en la capital gaditana, criada en El Puerto y residente en Jerez. En ese momento, la propia Polanco dijo que Más País había alcanzado la cifra de unos 300 militantes en la provincia. Sin embargo, las urnas sólo le dieron 11.213 votos, es decir, un 1,83% del escrutinio total. Más País fue la sexta fuerza política en la provincia en esa contienda electoral y a partir de ahí optaron ya por refugiarse bajo el paraguas de Sumar, jugando un papel muy secundario, en una cuarta fila.  

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