No es el primer anuncio oficial en 16 años, pero los seguidores de Rocío Jurado y el pueblo de Chipiona esperan que éste sí sea el definitivo. El Ayuntamiento comunicó días atrás que el próximo 1 de julio abrirá el museo dedicado a la vida y obra de La Voz del Milenio.

Hay, pues, una fecha concreta marcada en el calendario de este soñado proyecto chipionero que, más que un calendario, es una montaña rusa de trámites administrativos y negociaciones desde que empezó a gestarse no mucho después del fallecimiento de la cantante el 1 de junio de 2006. Cuatro alcaldes de distintos colores políticos, otras tantas corporaciones municipales con sus respectivos equipos de gobierno de muy variadas siglas, innumerables dimes y diretes políticos, desavenencias en el seno de la familia de la artista... El camino ha sido largo y tortuoso hasta llegar a estas semanas previas a la ansiada inauguración, si es que no hay ningún nuevo contratiempo que frustre la fecha anunciada.

Nos vamos a 2008. Entonces trascendió la pretensión municipal de abrir un centro cultural en la parcela del antiguo Cine Principal, ubicada en la Avenida de Regla. El Consistorio habla de un inmueble dotado de un teatro con aforo para 600 espectadores, una sala de exposiciones y un aparcamiento subterráneo de dos plantas, entre otras instalaciones proyectadas con un evidente protagonismo de la artista universal de Chipiona.

Imagen retrospectiva del interior de las instalaciones del Museo de Rocío Jurado.

Siguiente capítulo, digamos, reseñable -porque un recorrido más exhaustivo obligaría a entrar en detalles más propios del baúl de las historias para no dormir de la gestión municipal de la última década larga, demasiado larga-: en 2010, el Ayuntamiento informa que el museo irá ubicado provisionalmente en una parte de las naves Niño de Oro, el actual Palacio de Ferias y Exposiciones de la localidad, mientras se ejecuta el proyecto en la Avenida de Regla en un plazo máximo de cuatro años. Teniendo en cuenta el compromiso adquirido con la familia de La Más Grande de instalarlo en la céntrica avenida, el Consistorio dice contar con el apoyo de su hermano, Amador Mohedano, y demás seres queridos de la cantante, incluida, por supuesto, su hija, Rocío Carrasco, interlocutora de referencia -a la postre, la única indicada para dar el visto bueno definitivo al proyecto por su condición de heredera universal-.

En 2011 el Cabildo anuncia su inminente inauguración y en 2014, la Diputación y el Ayuntamiento firman un convenio que, según destacan, garantizará la financiación de los costes que tendrá su apertura y funcionamiento en 2015. La familia de Rocío Jurado celebra el acuerdo. Ya por entonces el Consistorio tenía guardados en un almacén más de 400 vestidos de la cantante, además de su piano de cola, el Mercedes que la llevó a tantos conciertos, incontables premios y un sinfín de recuerdos también cedidos.

Un año después, coincidiendo con el décimo aniversario de la muerte de la artista, el Consistorio y la Asociación RJ ‘La Más Grande’ organizan una serie de actos conmemorativos en la misma línea que la semana cultural que desde 2009 promueven cada verano, sin olvidar el día internacional de mayo -el de 2022 se ha celebrado este sábado-. El museo está habilitado en el ya Palacio de Ferias y Exposiciones ‘Naves Niño de Oro’ desde hace bastante tiempo, pero sin fecha de apertura a la vista. Aquel sueño de los juradistas de pasear por el museo al año o dos años del fallecimiento de la cantante sigue sin hacerse realidad una década después.

En 2018, el Consistorio y la familia de la chipionera universal todavía no han cerrado un acuerdo oficial para abrir el esperado espacio cultural. El Ayuntamiento cuenta que Rocío Carrasco le ha planteado ciertas dudas motivadas por las irregularidades administrativas cometidas por la propia Administración local en la tramitación de las ayudas que recibió del Estado entre 2008 y 2010 con cargo al Plan de Reindustrialización, conocido como Reindus, para la construcción del Palacio de Ferias, cifrando en dos millones de euros la subvención que tiene que devolver. El asunto llegó incluso a los juzgados. Con todo, el Cabildo defiende con rotundidad la legalidad de las instalaciones y su uso. Sin embargo, la hija de la cantante no acaba de fiarse ante la propuesta municipal de convenio que recibió en noviembre de 2017.

El acuerdo planteado por el Consistorio recoge el pago de un canon anual de 30.000 euros a Rocío Carrasco por la cesión de los trajes y demás pertenencias de la artista. Años atrás la cifra propuesta no era muy inferior: algo más de 20.000 euros. Con independencia de la cantidad “simbólica” que está sobre la mesa, lo cierto es que las negociaciones se encuentran estancadas.

Siguiente episodio: en enero de 2020, el Ayuntamiento destaca haber dado un paso fundamental para la apertura del museo. La situación se reconduce favorablemente. El Pleno municipal ha aprobado, entre otros documentos necesarios, el dichoso convenio con una vigencia de cinco años y el mismo canon anual -30.000 euros-, lo que supone 150.000 en total. Rocío Carrasco hace pública su satisfacción. Eso sí, negando ser la causante de tantos retrasos.

En julio de ese mismo año, la Corporación local da luz verde a nuevos trámites, aprobando, por ejemplo, el reglamento de funcionamiento interno del museo. La burocracia sigue su curso, pero nadie se atreve a dar una fecha cierta de apertura, entre otras cosas, por la necesaria ejecución de obras pendientes como las destinadas a independizar el restaurante del resto de las instalaciones. Por cierto, este negocio hostelero no abrirá el 1 de julio.

En marzo pasado, trasciende que Rocío Carrasco está cobrando el canon acordado, una información que el Consistorio desmiente aprovechando la ocasión para confirmar que se trata de una cifra simbólica que refleja que no hay ningún interés de “enriquecimiento personal” por parte de la heredera universal de la artista, que la destinará a la lucha contra el cáncer.

La historia administrativa de este proyecto es una aventura de numerosos viajes municipales a Madrid, donde reside Rocío Carrasco. El último se ha producido esta misma semana para la firma del convenio definitivo, previa aprobación por parte del Pleno, que se reunió el 19 de mayo. Básicamente, precisa el pago de 150.000 euros por el periodo global de vigencia, que expira en enero de 2025, con independencia de que el museo no haya abierto en las dos primeras anualidades fijadas -2020 y 2021-. Además, incorpora la denominación de centro de interpretación, en lugar de museo o colección museográfica, como se venía anunciando, dados los requisitos legales fijados en este ámbito que compete a la Junta de Andalucía. En todo caso, para los chipioneros, los juradistas y los visitantes en general será el museo del homenaje eterno a La Más Grande.

El Ayuntamiento mantiene que será un recinto provisional hasta el proyectado en el futuro teatro municipal de la Avenida de Regla. Pero esto ya es otra historia.