"Este trabajo me ha deparado una sorpresa tras otra"
Pasión Vega. Cantante
La intérprete fortalece sus lazos musicales con Latinoamérica en 'Todo lo que tengo', el nuevo disco de estudio de la artista
–En su anterior álbum, 40 quilates,40 quilates celebraba sus 25 años en la música. Tras un disco así, ¿qué significa este trabajo, un punto y aparte, un punto y seguido?
–¿Un punto suspensivo...? [ríe] Realmente, creo que todos los discos son puntos suspensivos porque detrás de un trabajo, el que viene, es fruto de todo lo que has vivido y sentido en tu trabajo anterior. Pero sí es cierto que Todo lo que tengo lleva dentro una cantidad de sonidos, de instrumentos y de particularidades muy diferentes a trabajos anteriores.
–Se estrecha su lazo con el folclore latinoamericano, ¿por qué ahora?
–Es que yo llevaba tiempo queriendo hacer un disco así. Ya en algunas propuestas precedentes he coqueteado con la música latinoamericana pero yo quería hacer una inmersión más completa, impregnar un disco entero respondiendo a la pregunta de qué se hace ahora a nivel musical en Iberoamérica, qué ritmos hay, y, a partir de ahí, buscar las raíces que hermanan la música popular de nuestras dos orillas. Realmente es un trabajo de investigación, de experimentación y necesitaba el tiempo necesario para poder hacer algo así y, por supuesto, desde allí, así que viajé a México y estuve un tiempo con los compañeros y músicos de diferentes partes de Latinoamérica y, todo ello, gracias al trabajo maravilloso de Gustavo Guerrero, un músico venezolano increíble, joven pero sabio y con un gusto exquisito para hacer las cosas. Así que, digamos, ahora era el momento, se daban todas las circunstancias.
–¿Cómo lo conoció?
–Pues fíjate que tecleé la frase en el buscador de internet "músicos interesantes latinoamericanos" y me salió su nombre y su foto. Empecé a investigarlo, a ver los trabajos que había hecho. Me llamó la atención que había comenzado en el panorama rock de Venezuela, que luego se había ido a Argentina y después a México donde ha estado trabajando mucho con Natalia Lafourcade, es el productor musical de Musas, por ejemplo. Y luego cuando lo conocí se superaron todas las expectativas, mi intuición no me defraudó.
–Decía que el disco se grabó en México...
–Sí, se ha gestado allí, en un lugar llamado El Desierto Casa Estudio pero que de desierto, nada, es todo lo contrario, es un lugar rodeado de orquídeas, colibríes... El estudio es muy luminoso y tiene una cristalera enorme donde ves todo ese paisaje mágico, diferente... Necesitaba un lugar así para grabar el disco, que se ha grabado, por cierto, en directo.
–Parece que todo ese ambiente se refleja en el grafismo de Todo lo que tengo.
–Totalmente. Queríamos en la portada todos los colores de Iberoamérica que representan toda su riqueza cultural. Tanto la portada como todas las ilustraciones del interior son obra de la fantástica Jimena Estíbaliz, que estuvo viniendo al estudio durante varios días, que escuchó las canciones del disco y que ha trasladado todo lo que vio y escuchó en este trabajo precioso.
–Tildaba el disco de trabajo de investigación. De lo que ha descubierto, ¿qué le ha sorprendido más?
–Descubrir que todavía géneros como la petenera o la malagueña venezolana se conservan perfectamente en las fiestas populares. Instrumentos como la jarana, la leona, la marimba. La diferencia entre la rumba y rumba jarocha. El ritmo del bambuco colombiano... Es que este trabajo me ha deparado una sorpresa tras otra, rítmicamente hablando. También ha sido muy bonito conocer a músicos como los del Cuarteto Latinomericano, que llevan más de 30 años trabajando juntos, o a César Olguín, todo un veterano que toca el bandoneón con un carisma..., o a los maravillosos Tlacuatzin Son Huasteco... ¡Es que cada día era una fiesta!
–¿Y algún estilo en el que se haya sentido más cómoda que en otro?
–Buf... Bachata, tango, chacarera, ranchera... La verdad es que antes de viajar y de grabar tenía cierto reparo porque pensaba que no iba a poder hacerlo lo suficientemente bien, que no estaba capacitada, pero allí todo se convirtió en posibilidades y en agradecimiento. He estado a gusto en cada uno de los estilos y en cada una de las canciones porque lo he hecho de forma honesta.
–Ha contado con compositores de aquí y de allí. Leo muchos de sus nombres de cabecera como Antonio Romera Chipi, Fernando Arduán, Jorge Marazu...
–Y a ese grupo se ha unido Jorge Drexler, ¡qué suerte tengo! Lo conocí a través de los compañeros y lo traté más porque es muy amigo del Chipi, así que en la chacarera Canto y río decidimos en esa tercera parte pedirle la letra a Jorge porque pocos mejor que él conocen los entresijos de la música iberoamericana, y ha sido muy bonito tenerlo junto a autores con los que vengo colaborando en discos anteriores y que sé de su amor por Latinoamérica. A ellos, por la parte que me toca, también se ha unido Juan Zelada que viene más del mundo del soul pero que yo sabía que también conoce bien el repertorio iberoamericano. Y después, Gustavo, desde México, se encargó de hacer la selección de compositores de la otra orilla y también ha hecho un trabajo estupendo.
–¿Qué podemos adelantar de la gira?
–Pues por ahora que estrenamos en el Palau de la Música de Barcelona el 21 de febrero, que al día siguiente estaremos en el Arriaga, en Bilbao, y también hay fecha para Torrevieja.
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