'Abrida', un lugar de paso sereno y comedido

De su actual trabajo, Luis Balaguer opina que se trata de una síntesis de lo que es y de lo que se compone. "Creo estar en un momento vital de recoger y seleccionar. La vida, que me ha tratado bien, me ha deparado la posibilidad de ofrecer lo que musicalmente soy". De palabra tan comedida como lo es su música, al guitarrista y compositor (firma la totalidad de los temas de la grabación) le cuesta definir su propio trabajo. "Creo que no soy más que un músico andaluz de esta época que ha tenido la curiosidad de penetrar en muchos mundos". Ahora, en la meseta vital de sus cincuenta años recién cumplidos, recoge el fruto de esa curiosidad. "Creo que nunca he tenido demasiados prejuicios y he mantenido una actitud de apertura que ha hecho que sea como soy. Jazz-flamenco o viceversa no dejan de ser más que etiquetas", opina. Y, puestos a poner alguna denominación a su trabajo, se queda en que se trata de "música andaluza de guitarra del siglo XXI".

Efectivamente, los nueve temas que componen Abrida no podrían ser de otro tiempo. Su discurso es fresco y actual y, a lo largo de la grabación, se condensan un sinfín de herencias que se destilan en una depurada solución que se ofrece en un cuidado clima, intimista en muchas ocasiones, de serenidad y comedimiento. Es la filosofía de un músico que piensa que "menos es más" y que "con poco se puede decir mucho". Los ritmos flamencos laten en cada una de las composiciones: el aire del fandango en el tema que da nombre al disco, las bulerías en Julia Morena, el tango, la rumba y los aires americanos en Mediodía en Baelo, la señorial soleá escondida en El Collar y la bulería por soleá tras El espíritu de las cerezas. Su exposición, sin embargo, no remite a la cadencia andaluza. Son composiciones que melódica y armónicamente remiten al jazz, incluso en el delicioso bolero titulado Nadie. No por ello, Balaguer defiende que su lenguaje guitarrístico -por tiempo o por sonido- es flamenco. Sus composiciones se estructuran en los modos del jazz, se abren y se cierran con la exposición del tema principal, pero los arreglos que los componen se llenan de recursos -arpegios o arzapúas- que son propiamente flamencos.

Esta pequeña joya llamada Abrida, que se empieza y se termina con dos poemas del poeta José Mateos recitados por el actor Gaspar Campuzano (La Zaranda), no se distribuye del modo habitual. Está disponible en las principales librerías y tiendas de discos de Cádiz y Jerez, y en el sitio url:myspace.com/luisbalaguer.