Jornadas a Ríos Ruiz

Activista flamenco y poeta de Jerez

  • La Cátedra de Flamencología cierra sus jornadas dedicadas a Manuel Ríos Ruiz con un acto en Lustau marcado por la emoción y donde se analizó en profundidad su figura

Un momento de las jornadas de la Cátedra a Ríos Ruiz.

Un momento de las jornadas de la Cátedra a Ríos Ruiz. / Vanesa Lobo

Con un emotivo aplauso a Juan Parrilla, fallecido en la noche anterior, arrancó la segunda jornada que la Cátedra de Flamencología ha dedicado este fin de semana a la figura de Manuel Ríos Ruiz, poeta, flamencólogo y uno de sus fundadores. Fue en el incomparable marco de las bodegas Lustau de Jerez y en un acto en el que, pese a las estrictas medidas de seguridad, el público acudió a la cita.

Tras la inauguración de la exposición ‘Manuel Ríos Ruiz, alma de poeta, corazón flamenco’, que puede visitarse hasta finales de febrero en el CADF, el segundo acto pretendía analizar en profundidad la trayectoria del jerezano, cuyo legado es amplio a todos los niveles.

Manolo Naranjo, durante su intervención. Manolo Naranjo, durante su intervención.

Manolo Naranjo, durante su intervención. / Vanesa Lobo

La cita congregó no sólo a muchos familiares de Ríos Ruiz, desplazados, como el caso de su viuda Argentina Sastre y sus hijos Manuel y Teresa, desde Madrid para la ocasión; sino también a un número de artistas y amigos del poeta que no quisieron perderse este homenaje.

Así, entre el público se pudo ver, al margen de la representación de la delegación territorial de Cultura, con Mercedes Colombo al frente, a Manuel Méndez, de Ciudadanos, a Isamay Benavente, directora del Teatro Villamarta y del Festival de Jerez, al guitarrista Santiago Lara, la bailaora Mercedes Ruiz, el cantaor Gómez de Jerez o el productor Francisco de la Rosa.

El musicólogo y miembro de la Cátedra Manolo Naranjo fue el encargado de comenzar el acto para repasar la parte literaria de su vida.

En su discurso citó a Francisco Umbral quien reconociera que “el primer gran acierto de la poesía de Ríos Ruiz ha sido desplazar la pasión andaluza del paisaje al lenguaje, de la historia al idioma”, para continuar rescatando una de las frases de “los hermanos García Lázaro” quienes catalogan los textos del poeta jerezano como “un torbellino, una corriente torrencial que concita los nombres de parajes y rincones de nuestra campiña, tratando de congregarla toda con su apasionado verbo”.

Recordó que “sus escarceos con la poesía” tuvieron lugar “a los 21 años” acordándose de “aquel grupo de jóvenes con la misma inquietud literaria”, con los que pondrá en marcha La Venencia del grupo Atalaya y Tina Colección Lírica.

Una imagen de la bodega Lustau durante el acto. Una imagen de la bodega Lustau durante el acto.

Una imagen de la bodega Lustau durante el acto. / Vanesa Lobo

Destacó Naranjo la creación del “club internacional de la poesía en los años 60”, tomando contacto “a través de esta entidad con personalidades del mundo literario como Antonio Murciano o Julio Mariscal”. Con ambos mantendrá “una interesante correspondencia epistolar”, además de otros compañeros como Ángel García López, Leonardo Rosa-Hita y con Juan de la Plata”.

Bajo esta iniciativa “quiso superar Manolo el umbral de lo local, invitando a poetas de diversa condición y estética”. Para ilustrar todo ello, Manolo Naranjo recurrió a una carta que Ríos Ruiz envía a Gloria Fuertes para hacerla partícipe de este club, y cuya respuesta, especialmente original por parte de la poetisa, levantó alguna que otra risa entre el público.

Finalmente, hizo un exhaustivo análisis de sus publicaciones, desde lo puramente poético hasta su faceta como investigador catalogando como un “verdadero activista flamenco”.

Rafael Lorente, recitando uno de los poemas. Rafael Lorente, recitando uno de los poemas.

Rafael Lorente, recitando uno de los poemas. / Vanesa Lobo

Justo a continuación se procedió a una lectura de algunos de sus poemas en las voces de Rafael Lorente, que también dedicó un soneto escrito expresamente a Ríos Ruiz, de la bailaora María del Mar Moreno, visiblemente emocionada con el acto, la investigadora y docente Carmen Penélope Pulpón y la ex delegada de Cultura de la ciudad y catedrática Dolores Barroso quien cerró esta parte recordando versos de ‘El oboe’, con el que el jerezano consiguió en 1972 el Premio Nacional de Poesía.

La segunda parte de la jornada se centró en la aportación discográfica de Ríos Ruiz. Fue el presidente de la Cátedra, el periodista Fran Pereira, el encargado de diseccionar su aportación al flamenco desde su puesto de productor artístico en la discográfica CBS en los años 70.

Pereira recorrió, ilustrándolo con portadas, todo este periodo, desde sus colaboraciones previas para Hispavox, donde trabajaba su amigo José Blas Vega, hasta sus grabaciones con artistas de la talla de La Paquera, Manolo Sanlúcar, Parrilla, Agujetas, El Sordera, María Vargas o José Mercé.

Además, certificó la importancia de Ríos Ruiz en el crecimiento de una generación de artistas jerezanos que tuvieron su momento en CBS: Romerito de Jerez, Vicente Soto, Chato de la Isla, El Mono, Juanata, El Berza o Ripoll.

En este recorrido se detuvo también en su capacidad creativa a nivel de letras flamencas poniendo de relieve la autoría de algunas letras “que a veces consideramos populares”, pero que “son obra de Manuel Ríos Ruiz”. En este sentido se refirió a la bulería que canta Sordera en el disco Copa Jerez y que se titula ‘Bulerías de las calles de Jerez’: ‘La calle Cantarería, es la calle de la pena, que canta por bulerías”. También habló de la clásica letra ‘Son los toreros, son los toreros, Rafael de Paula y Curro Romero’, que en su opinión “también pensábamos que era del acervo popular pero que pertenecen a Ríos Ruiz, en concreto a un tema que compuso para El Gómez de Jerez en un disco grabado en el año 74 para la casa Columbia”.

Vicente Soto puso el colofón a las jornadas con su cante. Vicente Soto puso el colofón a las jornadas con su cante.

Vicente Soto puso el colofón a las jornadas con su cante. / Vanesa Lobo

El cierre de la jornada lo protagonizaron Vicente Soto ‘Sordera’ y Antonio Malena hijo, conuna pincelada de cante y toque. Vicente recordó sus vivencias con el escritor, “una maravillosa persona”, y brindó su actuación “a mi tía Tina y su familia”.

El cantaor jerezano arrancó por mineras, bien acompañado en todo momento por Antonio Malena hijo, para continuar haciendo bulerías por soleá con letras de Ríos Ruiz. Con el público entregado, Vicente Soto finalizó por bulerías dando muestras de su poderío y categoría encima del escenario.

Familiares de Ríos Ruiz, con miembros de la Cátedra, artistas y colaboradores. Familiares de Ríos Ruiz, con miembros de la Cátedra, artistas y colaboradores.

Familiares de Ríos Ruiz, con miembros de la Cátedra, artistas y colaboradores. / Vanesa Lobo

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