Ahora se te ve el plumero
Thriller, EEUU, 2013, 115 min. Dirección: Louis Leterrier. Intérpretes: Jesse Eisenberg, Dave Franco, Morgan Freeman, Mark Ruffalo, Isla Fisher, Mélanie Laurent, Woody Harrelson, Michael Caine, Common, Michael Kelly. Guión: Boaz Yakin, Edward Ricourt. Fotografía: Larry Fong.
El truco final y El ilusionista son dos recientes y estupendas películas protagonizadas por magos. Una variante subgenérica del cine de aventuras o fantasía de venerable antigüedad (Georges Méliès) que ha dado alguna que otra obra estimable como El gran Houdini de Marshall, Magia de Attenborough o Maestro en fugas de Deschanel. Oz juega en una liga aparte, al igual el mago Merlín, Gandalf o Harry Potter. Los magos que hoy nos interesan son los ilusionistas ligados al mundo del espectáculo. A él pertenecen los cuatro magos de esta película. Magos de segunda, casi estafadores. Hasta que alguien los une para convertirlos en los más famosos magos de los estados Unidos: los Cuatro Jinetes. Pero la magia, aún así, seguirá siendo algo secundario en sus vidas. Una tapadera para desvalijar bancos o aseguradoras y repartir el botín entre los espectadores de sus espectáculos. Para atraparlos el FBI y la Interpol recurren a un experto en desmontar supercherías.
Comparada con las anteriores películas de François Leterrier Ahora me ves es una obra maestra. No se sorprendan, no lo es. Pero comparada con Transporter, Danny the Dog o Furia de titanes sí que lo es. Tiene un ingenioso guión de Boaz Yakin y Edward Ricourt que, desgraciadamente, resuelve mal las charadas que propone. Está rodada sin que la cámara pegue demasiados saltos. El montaje no corta los planos casi antes de que se vean. Y además de los correctos actores que la interpretan en los papeles protagonistas, ofrece el regalo de dos secundarios de superlujo: Michael Caine y Morgan Freeman.
El problema más grave que plantea esta película es el característico de los juegos de ingenio: es relativamente fácil plantear situaciones de difícil, si no imposible, resolución o explicación que hipnoticen e intriguen al espectador: ¿cómo es posible? ¿cómo lo han hecho? ¿dónde está el truco? Lo difícil, lo que hace naufragar a muchas películas que basan su atractivo en una trama de engaños, es resolver lo aparentemente irresoluble o explicar lo inexplicable. Y hacerlo convincentemente, sin defraudar las expectativas suscitadas por el planteamiento inicial.
Ahora me ves logra intrigar y mantener la intriga durante la mitad de su metraje. No es poco. Después, conforme empiezan a explicarse las cosas, va empeorando. Pero sin dejar de entretener si no se pone uno muy estrecho. Casi justo en la mitad, hay que reconocerlo, ofrece un buen golpe de efecto. Vale, vale… Pero el golpe de efecto, muy bueno por cierto, también requiere una ulterior explicación para no incurrir en la engañifa. No se hace. Pero así la película va ganando tiempo. Trucos, sí. Pero hábiles. Desgraciadamente al final le fallan los trucos y Leterrier se saca de la manga… ¡Transporter!; o, lo que es lo mismo, carreras, coches y persecuciones. Para después derrapar en una lamentable explicación final.
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