La Canalla, en Cádiz para cerrar la presentación de 'Flores y malas hierbas'
La banda gaditana reinventa esta noche la canción popular andaluza a golpe de jazz en la sala Central Lechera
A pesar de su origen gaditano, La Canalla nació del cruce de historias, amores y desamores en una casa de músicos "exiliados" llamada El Albergue, en Barcelona, donde bebían, cantaban y compartían inquietudes. De aquellas noches turbias y de su amor por el arte a flor de calle surgió la idea de dar nuevos aires a la música popular andaluza echando mano del jazz, el cabaret y la poesía urbana.
Canciones como Dame tinto y dime tonto o Tango del tirao dan buena cuenta de las intenciones del grupo comandado por Antonio Romero 'Chipirón', que busca la reivindicación de la figura del canalla, de la prostituta o del vagabundo (de las flores y las malas hierbas) como formas de vida plausibles, dignas y llenas de una singular belleza.
Eso sí, según sus propias palabras, La Canalla huye de los estereotipos y la colección de lugares comunes que suele rodear la pintura de los marginados para conseguir un retrato real de éstos a través de la inmersión poética y psicológica en sus anhelos, sus amores y sus vicios.
Flores y malas hierbas, autoeditado el pasado año, es el fruto de un esfuerzo hercúleo por sacar adelante un proyecto en el que hay tanto amor por la música como un posicionamiento moral ante el papel que juegan los tiraos en nuestra sociedad.
De la loba… o La legionaria redundan en la figura de la prostituta, que aparece dignificada; mientras que Enganchaíta a la vida y Tito Wanted tratan con singular arrojo y lirismo el amor que se pierde y que se gana entre el consumo de drogas y las esquinas de cualquier calle.
En lo que se refiere a sus actuaciones en directo, éstas se caracterizan por suponer la quintaesencia del trabajo de la banda, que afirma, entre trompetas, percusiones y boleros, que "la vida es en directo… improvisen".
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