Country a corazón roto

El country es un género muy querido en Estados Unidos y poco considerado en el resto del mundo. Son ecos de la América profunda, de baretos llenos de público macarra en los pueblos de Texas y Alabama, con cantantes de voz rota mascullando baladas que recuerdan vagamente a los films del Oeste. Al cine americano siempre le ha tentado este personal e intransferible género musical, que ha tenido sus películas en dura pugna con los musicales puros y duros a lo Broadway o los filmes rockeros, jazzísticos, etc. Pero es curioso que mayoritariamente las películas de country siempre han tenido una deriva nostálgica y más bien tristona, como si la industria viese en sus representantes un tiempo fuera ya de lugar y que representa la decadencia de unos valores. Recordemos que algunos cantantes de country luego tuvieron una larga carrera cinematográfica, como Kris Kristofferson o Willie Nelson.

Lo curioso es cómo los Oscars han rondado estos filmes, sobre todo en los 80. En 1981 Sissy Spacek ganó como mejor actriz por su encarnación de Loretta Lynn en Quiero ser libre y en 1986 Robert Duvall hizo lo propio por su cantante terminal en Gracias y favores. Desde este año a la lista se une el gran Jeff Bridges, ganador de la última estatuilla como actor por Corazón rebelde, que por fin llega hoy a la Bahía gaditana. Curiosamente, el propio Duvall es el productor de esta película, que presenta a otro intérprete de country en crisis. De todos modos, para acabar este apartado conviene recordar a otro cantante al borde de la muerte como el que encarnó Clint Eastwood el El aventurero de medianoche, también en los 80. Los Oscars no lo reconocieron, pero los más avisados se dieron cuenta de que empezaba a fraguarse ya el director de Bird y Sin perdón.

Bridges es la gran baza de Corazón rebelde, que además de su Oscar obtuvo el de mejor canción para el cantante Ryan Bingham. Un magnífico actor que siempre se ha mantenido al margen del sistema de Hollywood y ha ido un poco por libre. El proyecto lo impulso el actor Scott Cooper, sureño de pro y amante del country, que tras conocer la novela de Thomas Cobb quiso adaptarla. En un film que todavía no se ha estrenado coincidió en el reparto con Robert Duvall y decidieron llevar adelante el film. El propio Scott Cooper se encargaría de ponerse detrás de las cámaras. El músico del género T Bone Burnett también se implicó y acabó siendo uno de los productores, además de uno de los compositores de la banda sonora. El propio Duvall, Maggie Gyllenhall (que fue nominada como actriz de reparto) y Colin Farrell completan el elenco. La historia nos presenta a 'Bad' Blake, un cantante de country que ha hecho bueno todos los tópicos. Ha dejado con el corazón roto a muchas mujeres, ha abusado de la bebida y ha pasado demasiado tiempo en la carretera. Pero a las puertas de la sesentena su tiempo ha pasado y sobrevive actuando en garitos de mala muerte. En esto que conoce a una periodista madre soltera de la que se enamora, viendo en ella su última posibilidad de redención. Deberá aprender a vivir con ella y con su hijo dejando al margen los hábitos de su vida. Un papel ideal para que Jeff Bridges se luzca y exhiba su peculiar e intransferible talento.