Diario de las Artes

Periplo itinerante de un histórico proyecto

  • ExiliArte. Instituto Cervantes. Toulouse

Carmen de la Calle en ExiliArte.

Carmen de la Calle en ExiliArte.

Tras un periplo itinerante por varias instituciones de capital importancia, ExiliArte, llega al Instituto Cervantes de la ciudad francesa de Toulouse con esa carga de historia y arte que lleva consigo la espectacular carpeta con las obras que los artistas españoles realizaron en homenaje a Rafael Alberti. La exposición, que tuvo su inicio en el Palacio de la Diputación gaditana, tiene una curiosa gestación digna de ser manifestada. Todo comienza con un determinante hecho histórico: El poeta Rafael Alberti, exiliado entonces en Roma, recibe un homenaje de la intelectualidad española.

El escritor nacido en El Puerto de Santa María era la máxima figura de las letras españolas en el exilio y un referente de gran importancia para la lucha antifranquista. El homenaje fue un acto simbólico en un momento crucial de aquella España, todavía, con la bota dictatorial pisoteando con fuerza, aunque queriendo dar al mundo una imagen de normalidad.

Se realizó en la Sala de la Mutualidad de París, el 8 de julio de 1966. Al mismo se sumaron grandes figuras de la cultura de todo el mundo; escritores, poetas, políticos que admiraban al poeta español y que, con credos muy distintos, sólo pretendían la adhesión al escritor que, dos años antes, había recibido el Premio Lenin de la Paz, con cuya dotación económica pudo comprarse la casa del Trastévere romano donde vivió junto a María Teresa León hasta su vuelta a España, en 1977, después de la muerte de Franco. A Rafael Alberti se le entregó una serie de regalos, entre ellos una carpeta con obras de muchos de los principales artistas del momento.

La recopilación de las obras que formaban la carpeta corrió a cargo de Rufino Ceballos, un pintor cántabro que fue el aglutinador de muchas de las inquietudes antifranquista que entonces existían. La carpeta se conserva gracias a que, después de la muerte de aquél, la misma fue guardada por su viuda, Conchita Montané, hasta que llegó a Sol Panera hija de un amigo íntimo de Rufino Ceballos y que es, actualmente, la directora de la galería Aritza de Bilbao; galería con la que trabaja habitualmente Carmen Bustamante, el alma de todo este proyecto, que ha trabajado hasta la saciedad para que Exiliarte sea toda la trascendente realidad que, es y que tendrá su continuación por otros centros de importancia cultural en el mundo. Gracias a ella y a su impagable trabajo, la carpeta llegó a Cádiz y, además, ha trabajado denodadamente para darle un sentido expositivo y que posibilite una muestra de mucha entidad y trascendencia.

EXILIARTE se lleva a cabo desde el extraordinario impulso de la Real Academia Provincial de Bellas Artes de Cádiz y el intenso trabajo de Carmen Bustamante, Académica de Número de esta institución; algo importante para una corporación que encierra en su seno una parte muy significativa de la historia cultural gaditana y que, de esta manera, se implica directamente, como siempre lo hizo, en el desarrollo cultural de una ciudad necesitada de todo y de todos. La artista gaditana ha sido la encargada de comisariar tan apasionante proyecto y llevarla por todo el mundo; pues a la exposición de Toulouse le seguirá un periplo por varios países, Roma, Marruecos, Rusia…

La muestra no puede ser considerada sólo como la recopilación de obras de arte para ser mostradas al público. Estamos ante un capítulo importante de nuestra historia reciente; una página donde se funde la Literatura, el Arte, el sentido de la amistad, el reconocimiento a un gran poeta, así como la propia dimensión histórica que desprende. Plásticamente, el contenido de la carpeta nos sitúa ante una pintura variadísima, testimonio exacto de los intereses artísticos del momento, con planteamientos pictóricos que abarcan todo el amplio espectro de una pintura absolutamente comprometida con los valores de una vanguardia que, en la mayoría de los casos, potenciaba un arte abierto, con las mejores y mayores inquietudes que dejaban atrás los resabios trasnochados de aquel arte sin futuro que se promulgaba desde las instituciones oficiales.

Pintores que estuvieron en El Paso, uno de los grupos artísticos, junto con Dau al Set, de referencia en el contexto general del Arte español; también algunos artista de Estampa Popular, aquellos que llevaron el Arte a todas las estancias de la sociedad; algunos nombres que intervinieron en la Escuela de Madrid o en el grupo de los realistas madrileños; también artistas ajenos a tendencias y grupos y que, como francotiradores, realizaron un trabajo solitario lleno de sentido y entidad. Así nos encontramos obras de José Guerrero, Antonio Saura, Juana Francés, Pablo Serrano, Josep Grau-Garriga, Luis García Ochoa, Cristino de Vera, José Vela Zanetti, Alfonso Fraile, Rafael Canogar, Agustín Redondela, Amalia Avia, Rufino Ceballos, Josep Guinovart... y un largo etcétera que componen una realidad artística llena de absoluta dimensión creativa. Una exposición que nos conduce por una realidad artística importante, así como por la historia de un hecho que se revive en toda su grandeza y que Carmen Bustamante ha sabido hacer feliz realidad.

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