El Teatro Villamarta albergará el jueves 22 de diciembre la representación de la cantata escénica Carmina Burana, obra de Carl Orff que pasará a la historia como la primera producción del Coro del Teatro Villamarta a la que se unen la recién creada Escuela Coral de Jerez -coro joven y coro infantil-, la Coral Jardín Menesteo y el Conjunto Vocal Virelay, sumando entre todos los participantes más de 220 voces.

En versión para dos pianos y percusión, la producción cuenta con solistas de reconocido prestigio como son la soprano jerezana Máriam Guerra, el contratenor Jorge Enrique García y el barítono Andrés Merino.

No será la primera vez que la soprano jerezana interprete la cantata escénica, ya que Máriam Guerra estuvo el pasado mes de octubre en las Islas Baleares en el 27 Festival d’Hivern, en el Teatre Principal d’Inca, con Carmina Burana -que ha interpretado con anterioridad en varias ocasiones-, aunque no ha escondido su ilusión por su próxima cita en el Villamarta y en las redes sociales ha escrito que “los sueños se cumplen, si los trabajas con constancia, paciencia y dedicación. Debut en mi tierra, en el Teatro Villamarta de Jerez de la Frontera, donde empezó esta gran aventura”.

En efecto, Máriam Guerra siempre se ha mostrado orgullosa de sus inicios en el Coro del coliseo jerezano y en más de una ocasión ha repetido que “considero que mi familia lírica es el Coro del Teatro Villamarta, con el que tengo contacto todos los días” y el esperado estreno en su tierra, en el Teatro Villamarta, junto al Coro, con Carmina Burana, “es un sueño que se hace realidad. Cuando empecé a cantar, mi meta no era cantar en la Scala de Milán, sino en el Villamarta”.

Los sueños se cumplen, si los trabajas con constancia, paciencia y dedicación.Debut en mi tierra 🎶 en el @teatrovillamarta de Jerez de la Frontera, dónde empezó esta gran aventura. @aytoJerez #TeatroVillamarta #jerezdelafrontera #CarminaBurana #Debut #soprano #máriamguerra pic.twitter.com/ambSjt0zn8

— Máriam Guerra (@MariamGuerraCha) November 10, 2022

El gaditano Jorge Enrique García, además de contratenor, es el director del Conjunto Vocal Virelay, mientras que en el Ensemble (término inglés que hace referencia a un grupo de intérpretes o instrumentos, que se emplea en ocasiones para designar los números operísticos), se subirán a las tablas del coliseo jerezano Álvaro Mur y Carlos Sanchís como pianistas y los percusionistas Marcello Pérez, Diego Cuesta, José Antonio Moreno y Jesús Pacheco, encabezados por Eugénio García.

Esta simbólica y espectacular obra contará con la dirección musical de José Miguel Román y la dirección escénica compartida entre Mario Salas y Alejandro Castro.

En coordinación con el propio Teatro Villamarta, es esta la primera producción de un sólido conjunto de producciones que el Coro del teatro tiene programadas para las próximas temporadas después de este arranque con Carmina Burana, que marcará la nueva trayectoria del Coro del Teatro Villamarta y de la Escuela Coral de Jerez.

Carmina Burana: historia

El cancionero de Benediktbeuern, o Carmina Burana , es una serie de poemas medievales recopilados en el siglo XIII en ese monasterio bávaro. Engloba cerca de 300 obras escritas en latín, aunque también hay algunos poemas en alemán. Se supone que sus autores fueron los goliardos, estudiantes y clérigos errantes que deambularon por tierras galas, alemanas e inglesas .Carmina viene del latín carmen, que significa poema o canción, y Burana le viene por el lugar donde se encontró.

Compuso el alemán Carl Orff su cantata Carmina Burana entre 1935 y 1936 a partir de la colección medieval de cantos goliardos del mismo título y, con ello, regaló al siglo XX uno de sus emblemas musicales más reconocibles, interpretado y programado en todo el mundo todavía hoy de manera recurrente como celebración del legado musical europeo.

Si bien aquellos cantos fijados entre los siglos XII y XIII en boca de estudiantes y clérigos bien desvergonzados y hartos de las imposiciones morales de la Iglesia celebraban la alegría de la vida y la existencia de los placeres terrenales en la más elemental formulación del Carpe Diem, Orff optó en su cantata por un aire monumental que rendía homenaje a la tradición musical y cultural de la que se sentía legítimo heredero. Algunas décadas después, el cine contribuyó a la popularidad masiva del Carmina Burana entre propios y extraños, de manera que, cualesquiera que sean las razones, la pieza goza del favor mayoritario del público allá donde se interpreta.