Hernán Rivera gana el XIII premio Alfaguara con 'El arte de la resurreción'
El jurado destacó "el mundo personal" desarrollado por el escritor chileno, lleno de humor, surrealismo y tragedia
El escritor chileno Hernán Rivera Letelier ganó ayer, con su obra El arte de la resurrección, el Premio Alfaguara de Novela, dotado 129.200 euros) y considerado uno de los de mayor prestigio del ámbito hispánico.
El fallo del premio lo hizo público el presidente del jurado, el novelista y articulista Manuel Vicent, en un encuentro con escritores y periodistas que ha tenido lugar en la sede central del Grupo Santillana. La novela ganadora está ambientada en el desierto chileno, a comienzos del siglo XX, y narra las andanzas de un iluminado, el 'Cristo de Elqui'.
"Yo no puedo escribir sobre otra cosa, porque el desierto soy yo", aseguraba el ganador a poco de conocer el fallo de jurado. Rivera Letelier (Talca, 1950). Su protagonista, el Cristo de Elqui, es un vagabundo que se cree la reencarnación de Jesucristo y que se dedica a predicar por los territorios de las salitreras chilenas.
Según contaba el escritor, su primera impresión fue de "incredulidad" cuando Manuel Vicent, le comunicó que su novela había resultado elegida entre los 539 originales presentados al Premio.
"Me pareció casi un milagro de mi Cristo, el protagonista de la novela", añadía el ganador, que se ha inspirado en un personaje real, Domingo Zárate Vera, un iluminado que desde los 33 años se dedicaba a predicar, para construir el de su libro. "Lo tomaban por loco y era semianalfabeto, pero dejaba a todos fascinados con sus sermones", explicaba este escritor a quien, según decía él mismo, basta con mirarle a la cara para saber que no es un intelectual: "Tengo cara de boxeador en decadencia. Viví 45 años en ese desierto, de los que fui explotado como un obrero durante treinta, por lo que si alguien puede contar cómo es el desierto desde dentro, ése soy yo"·
"Empecé a escribir y a leer en ese desierto, que me enseñó lo poco que sé. Me enseñó a conocerme a mí mismo y a aceptarme", aseguraba Rivera Letelier, uno de los escritores chilenos de mayor éxito y autor, entre otras novelas, de La reina Isabel cantaba rancheras, Himno del ángel parado en una pata, Fatamorgana de amor con banda de música, El fantasista, Mi nombre es Malarrosa y La contadora de películas.
El jurado, que estuvo formado también por Juan Gabriel Vásquez, Soledad Puértolas, Gerardo Herrero, Juan Miguel Salvador y Juan González, valoró en la novela ganadora "el aliento y la fuerza narrativa" que late en ella, así como "la creación de una geografía personal a través del humor, el surrealismo y la tragedia".
La novela fue "muy debatida y analizada" por el jurado y ganó "por méritos propios", según dijo Manuel Vicent, quien se sintió "transportado a un mundo fantasmagórico" al leer El arte de la resurrección, un libro "lleno de palabras maravillosas".
Rivera Letelier se considera "hijo de los escritores del boom" y "nunca" ha renegado de ellos. En la novela ganadora mezcla la crónica histórica y social con poderosos elementos del realismo mágico, y su fuerza está en sus personajes, sobre todo en el Cristo, que recuerda a criaturas de Valle-Inclán: "Yo aspiro a tomar -decía ayer el ganador- lo maravilloso de García Márquez, lo mágico de Juan Rulfo, lo lúdico de Cortázar y la sabiduría de Borges".
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