EN este trimestre que ahora empieza esperamos ver editado el número 16 de nuestra prestigiosa y ya casi antañona revista. Si en papel o cederrón ("O tempora, o mores"), eso lo impondrán las circunstancias. No importa el modo de edición cuando estamos hablando de la publicación que es el referente de los estudios históricos locales y que se nutre de lo más granado de la investigación histórica de nuestra zona.

Por eso, como principio de nuestras colaboraciones en esta página de historia, queremos adelantar los trabajos que el lector encontrará en la próxima 'Revista de Historia Jerez'. Como siempre, pretendemos la variedad de los temas y el rigor en su tratamiento.

Relativo a los estudios sobre la antigüedad podremos leer un artículo de Carmen Martín Mochales, restauradora de nuestro Museo Arqueológico: 'El sarcófago romano de Asido. Restauración y construcción de un soporte expositivo'. A dicho sarcófago ya dedicó unas muy precisas páginas nuestra compañera Rosalía González Rodríguez (directora del Museo) en el n.º 6 de la revista. Aparte de otras consideraciones, estas páginas ponen de relieve el excelente trabajo llevado a cabo por el profesor de Vaciado, Eduardo Sánchez Cano, y sus alumnos de nuestra galardonada Escuela de Arte.

En la Edad Media se centran dos excelentes trabajos de investigación que manifiestan la enorme importancia de nuestra localidad y el extraordinario valor de nuestro Archivo Municipal: 'La formación de la oligarquía jerezana y la patrimonialización de los oficios concejiles (siglos XIII al XV)', de Enrique José Ruiz Pilares; y 'El concejo de Jerez de la Frontera entre enero y julio de 1410; sus aportaciones a la campaña de Antequera, según las Actas Capitulares', de Santiago González Sánchez.

Por su parte, el investigador argentino Gustavo Miguel Sorg, miembro correspondiente de las Academias Argentina y Paraguaya de la Historia, nos desvela 'La trama secreta de la deposición del gobernador Alvar Núñez Cabeza de Vaca', donde se analiza por primera vez la revolución que destituyó al gobernador Alvar Núñez y se señala como cabecilla a Domingo de Irala.

Para épocas posteriores y tanto en materia de historia como de arte contamos con las investigaciones de autores muy conocidos y, en algunos casos, ya consagrados, por así decirlo, de la historiografía local y provincial. Sobre el interesantísimo asunto de la educación versan las páginas de Juan A. Moreno Arana, un acreditado conocedor del tema: 'De apologías políticas, erudición y enseñanza del latín: El 'Emblema' de Diego de Castro Reboredo (1777)', toda una loa a la política educativa de Carlos III y de Campomanes. Asimismo, Javier Serrano Pinteño, en ampliación de anteriores investigaciones, bucea nuevamente en los legajos para ofrecernos lo último sobre 'El Hospital de la Sangre. De la fundación a la reducción de 1636'.

En el ámbito de los estudios artísticos cuatro nombres acaparan nuestra atención, como vienen haciéndolo desde hace lustros: José Jácome González & Jesús Antón Portillo ('Arcades ambo', diría Virgilio), en su incansable búsqueda de documentos y datos que clarifiquen nuestra particular Historia del Arte, nos hablan sobre 'La Inmaculada Concepción del antiguo retablo mayor del convento de la Santa Vera Cruz de Jerez de la Frontera'; Manuel Moreno Arana, con su acostumbrado dominio de la cuestión, subraya 'La impronta genovesa en la escultura jerezana de la segunda mitad del siglo XVIII'; y Jesús Caballero Ragel, imprescindible para el conocimiento de nuestro siglo XIX, analiza 'La Galería de retratos de directores y patronos del Instituto Padre Luis Coloma de Jerez'.

Y 'last, but not least', Francisco Sánchez Martínez continuará sus denodados estudios sobre los diversos aspectos de nuestros ferrocarriles en 'Las estaciones jerezanas', desde mediados del XIX a la actualidad; y, al alimón, Manuel Ramírez López & José I. Gómez Palomeque, en su incansable búsqueda de nuestras raíces autonómicas, escriben sobre 'Jerez y el autonomismo republicano andaluz. Una figura dormida: Antonio Chacón Ferral', para sacar a la luz definitivamente a este personaje trascendental para la historia de nuestras libertades.

En definitiva, mucho y bueno para que el lector enamorado de su ciudad pueda seguir enorgulleciéndose de su noble y rica historia.

Centro de Estudios Históricos Jerezanos www.cehj.org