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Honor y gloria al trabajo tonelero

En un lugar tan sagrado para el mundo vinatero de Jerez y su comarca como es el Consejo Regulador y su bella Bodega de San Ginés, en una andana de botas, se presenta este trabajo de María Higuero sobre las labores en una tonelería. Allí el espectador se va a encontrar con una fotografía bastante reveladora; sobre todo, porque pone en valor el que puede ser, quizás, uno de los aspectos menos conocidos de cuantos existen en torno al universo bodeguero.

La obra de María Higuero cubre una amplia parcela de buena fotografía, esa fotografía en Blanco y Negro que tiene la aplastante belleza de la tradición fotográfica y que nos transporta a las grandes realizaciones de aquellos importantes autores que abrieron caminos en una modalidad que, desde entonces, tuvo un discurrir apasionante y vertiginoso y que, aquí, antes y ahora, tuvo trascendentes autores.

Fotografía sobre trabajos relacionados con las bodegas, el producto que en ellas se atesora e, incluso, de las faenas camperas en los distintos pagos ha habido mucha y muy buena - en el recuerdo de todos está la conocida serie que hiciera el gran Eduardo Pereiras, sabio relator de lo que era Jerez y sus circunstancias en un momento existencial determinado -. Continuadora de aquella y de los buenos fotógrafos que la hicieron posible podemos considerar la que nos ofrece María Higuero y que, además, tiene un generoso objetivo para ayuda a los más necesitados a través de Cáritas Diocesanas.

La fotógrafa jerezana se mete de lleno en la tonelería de una bodega y rescata de la intimidad sacrosanta de la carpintería vinatera las distintas funciones de aquel antiguo gremio que María Higuero los hace cercanos y los eterniza con el objetivo artístico de su cámara.

Las obras que se presentan en las botas de la bodega San Ginés trascienden más allá de lo que es la realidad laboral; se trata de fotografías llenas de belleza, esa que produce el Blanco y Negro, la plasticidad de los contrastes, la tensión rescatada del momento representado; piezas que atrapan la mirada del espectador y la introducen en ese mar de sensaciones visuales que produce toda obra llena de sentido artístico.

Con la obra de esta artista, el trabajo sobre las duelas - medianas, luengas, jareles y chanteles - y los aros de las botas - los talugos, el de coronar y el de amasar, los coletes, los de en medio y los de bojo -, traspasará el silente sagrario de la tonelería y se hará presente como testimonio de una historia con muy bellos capítulos.

A las fotografías expuestas les acompañan frases que complementan la espiritualidad del momento representado. Continente y contenido en perfecta conjunción para registrar uno de los momentos más íntimos del trabajo que acontece en una bodega y que la artista lo eleva a la máxima categoría artística.

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